De la Cosa Electoral: Secuela de un Chiste de mal Gusto
Por Jorge Arturo Ferreira Garnica
EL PASADO jueves 7 de septiembre el Consejo General del INE sesionó para dar por iniciado el proceso electoral 2017-2018, así como la presentación del calendario electoral, y con este evento habrán de arrancarán todas las elecciones locales a celebrarse en este año. Con nuevas reglas merced a las nuevas atribuciones que la ley le concede al INE. Sin duda, estas nuevas facultades habrán de generar un buen número de inconformidades por quienes presiden los OPLES, (Organismos Públicos Locales Estatales), que además siguen conservando su estatus legal como Institutos Estatales Electorales cuya autoridad recae en sus Consejos Generales ¿Por qué digo que surgirán un buen número de inconformidades? Simplemente porque antes de la reforma que cambió las reglas del juego electoral en el país, los ahora OPLES, no tenían ninguna superioridad por encima de ellos, incluidos los Congresos locales, en virtud de que la ley los dotó de Autonomía en su funcionamiento y en sus decisiones; autonomía que aún siguen conservando y cuyo espíritu nomotético de manera natural se opone con algunas de las disposiciones emanadas de la reforma electoral que cambió radicalmente el juego electoral en nuestro país. Me parece que esas facultades son meta constitucionales, pero al no haberse interpuesto ninguna Acción de Inconstitucionalidad, nos quedaremos con esa incertidumbre.
ES INEVITABLE no tener presente que el jefe político de una entidad federativa sigue y seguirá siendo el gobernador. Lo cual no significa que era él quién tenía la autoridad directa con los Institutos Electorales Locales, puesto que eso se remonta al pasado inmediato; el Ejecutivo local no sólo influía a través de la autorización del presupuesto sino también, para impulsar parte de la integración de sus Consejos, en particular el Presidente del mismo. La presión ejercida era tersa pero efectiva. Es indudable que lo seguirán haciendo, pues está en sus manos decidir si un presupuesto se aprueba tal cual o se debe recortar. Igualmente le sucede al INE. En otro ámbito y desde otras perspectivas. Quizá con una regla incluida desde la CPEUM., para darle certeza al diseño y monto presupuestal podría atemperar esa incomoda relación, éste toma y daca final entre organismos electorales, congresos locales y federal, y los ejecutivos de ambas instancias de gobierno. Se concretarían a su aprobación, y las presiones disminuirían, pero seguramente no desaparecerían. Naturaleza humana, dixit Nicolás Maquiavelo.
ESTAS INCONFORMIDADES ya son una realidad, trasciende que de ambas esferas electorales la relación cada vez es más tirante, de tal suerte, que en cualquier momento la dilución de la invisible línea será un lamentable hecho; a mí parecer algo de esta magnitud se podría evitar si las formas de pensar de ambas instancias se flexibilizaran de manera racional, y no dejaran flotar en el ambiente, de por sí ya enrarecido, anquilosadas muestras de arcaísmos con sus palmarias estructuras de razonamiento. Sí, me refiero a pensar con base en dogmas, fundamentalismos e incluso veladas muestras de oscurantismo, que ya no tienen cabida en el presente siglo.
BASADO EN esta consideración, todo parece indicar que ambos protagonistas no tienen la mínima disposición para zanjar sus diferencias, aunque aparenten lo contrario, lo cual mi hizo recordar una frase célebre don Jorge Carpizo: me refiero a la Feria de las Desconfianzas, de la que sin duda alguna se deriva la Feria de las Vanidades, para ponerle nombre a esta reyerta cuasi callejera, cuyos apellidos Ruelas y Landeros son la condición sine qua non de esta ramplona pendencia. Cuenta la vox populi que hace unos días, el Presidente del IEEA., presentó su memoria del pasado proceso electoral, y le corrió la gentileza al delegado del INE en Aguascalientes para que comentara la presentación. Recapitulando, para no abonar más al tema, todo terminó en sendas loas verbales y por escrito, de ambos personajes. Lo cierto es que en Aguascalientes, dependemos de ambas autoridades para que el proceso electoral sea conducido por un buen cauce, llevado a un buen puerto, y no a un destino incierto que los aguascalentenses no merecemos.
ME ATREVO a pensar que no existe otra manera de interpretar esta suerte de conductas, merced a una reforma electoral federal, no digamos consensada, sino, no con-seso-uada, que nos obsequió este atropellado y atropellante fárrago de ocurrencias, usado sin cálculo político de largo alcance, y sí como moneda de cambio para lograr el malogrado Pacto por México, no obstante que el Secretario Florentino así lo recomendare en sus sugerencias al principe. Bien dijo José Woldenberg, cuando lo entrevistaron para escuchar cuál era su opinión de la reforma de marras, y espetó: palabras más, palabras menos: …”es un chiste de mal gusto”…
SALUDOS DESDE acá del terruño al amigo Pepe Woldenberg, cuya madurez política e intelectual, volvió a surgir, en el curso de una entrevista o conversación entre Enrique Krauze y él, en cuyo trayecto, aquél le pregunta a éste: ¿y por qué no te lanzas como candidato a la Presidencia de la República? A lo que sin ambages Woldenberg respondió: no tengo ni la preparación ni la formación para tan alto cargo, soy sólo un pensador y no otra cosa, palabras más, palabras menos. Eso es un preclaro signo de la lucidez de un verdadero intelectual.
CHISTE O no, el chiste es que aquí estamos en medio de una brega que no aportara ningún beneficio a las partes en cuestión, ni al electorado; pero quizá sirva para que algunos actores políticos aprovechen esa débil relación si los resultados el día de la elección no les resultan favorables, y salir gritando a la calle: ¡Fraude! ¡Fraude! Menudo lío resultaría éste, si no mengua esa tirantez entre autoridades electorales locales. Los ciudadanos esperamos y queremos un ejemplar proceso electoral. Tendremos que estar atentos a este desatino, y abogar, para que los hados nos favorezcan con la luz del razonamiento mesurado y positivo y no con lo sombrío de la obstinación.
EN AGUASCALIENTES y en el país el fraude electoral ha sido un lejano reclamo popular que ya no encuentra eco en la postmodernidad; pero podría darse no obstante lo exorbitante de los presupuestos de los órganos electorales federal y local, cuyas sumas son del orden de los 25 mil millones de pesos para el primero, y de casi 100 millones para el segundo.
DE TAL SUERTE y desde mi “Balcón”, me parece que para ambas autoridades electorales locales es dinero suficiente para que las elecciones en cada ámbito de “competencia”, sean bien administradas, es decir, bien conducidas, pues los mexicanos en general y los aguascalentenses en particular esperamos que ambas autoridades, nos ofrezcan un excelente proceso electoral, en el que las aberrantes conductas de los carismáticos, dogmáticos y fundamentalistas del INE local, al igual que los oscurantistas y no menos dogmáticos del IEEA, pasen a ser simples ocurrencias de muchachos juguetones.
ASÍ, DE ENTRADA, es como vislumbro el panorama en la justa electoral que ya va galopando como es su costumbre. Me gustaría estar equivocado en mis apreciaciones, pero por ahora no veo el cómo, y menos el cuándo y el por qué.
DANDO UN giro a nuestra reflexión, pero dentro del mismo discurso, recuerdo que en el estado de Chiapas están sujetos a proceso por fraude electoral dos consejeros electorales, acusados por fraude electoral por el voto en el extranjero y el INE no actuó en consecuencia. En tanto en Aguascalientes no sólo el INE sino también el TEPJF., no dieron seguimiento al no recuento de tres mil votos, en la anterior elección local que condujeron los actuales consejeros electorales del Consejo General del IEEA. ¿Perdón u olvido? Por lo que respecta al INE., se le dotó constitucional y legalmente de reglas para la destitución de consejeros de los OPLES, aunque no muy bien definidas, sin embargo no ha tenido los arrestos de aplicarlas. Sin embargo debo reconocer que en tanto en el TEPF., como en el INE., están sujetos a equivocaciones. No obstante hay que tener presente que el Consejo General del INE., no sólo nombra y elige a los presidentes de sus consejos locales, sino a su vez los de los organismos electorales de las entidades federativas.
DESDE MI perspectiva, el INE., se equivocó al nombrar a los consejeros electorales de los OPLES., para muestra dos botones son suficiente muestra. Y en el caso del TEPJF., pues deja mucho que desear, puesto que en Aguascalientes en la elección federal del 2015 anuló la elección del Primer Distrito Electoral Federal con cabecera en el municipio de Jesús María, entre paréntesis el distrito electoral federal más disperso de los tres que conforman nuestra geografía electoral federal, por la pueril ocurrencia del entonces gobernador Carlos Lozano de la Torre, por haber llevado a votar al candidato de ese distrito en el autobús de Gobierno del Estado, acompañado por algunos funcionarios y amigos personales. La pregunta es: ¿en qué influyo en el resultado de esa elección, con el voto del candidato en la casilla que le correspondía, si las demás están al menos a un par de kilómetros de distancia de la casilla en que sufragó el susodicho candidato?
SIN EMBARGO en la pasada elección local en la cual resultó electo gobernador Martín Orozco Sandoval, y con una clara intervención del clero católico para incitar al electorado a no votar por la candidata del PRI., y eufemísticamente convocar a la feligresía a votar por el candidato del PAN., y sabiendo el grado de penetración no sólo ideológica sino moral que ejerce sobre su parroquia, el TEPJF., resolvió que dicha conducta del clero católico en pleno, no había sido un factor determinante en el resultado de la elección; pero sí en la federal con todo y lo disperso del distrito, cuyos electores de Calvillo o Rincón de Romos o Tepezalá, ignoraban lo que en ese momento sucedía en Jesús María. Todo lo contrario a la local que ese domingo en todas las iglesias de la diócesis de Aguascalientes, se estuvo arengando a los asistentes a las misas de ese día.
NO OBSTANTE todavía está pendiente de llevar a juicio penal por delitos electorales a algunos sacerdotes católicos por haber intervenido en el día de la elección exhortando a sus creyentes a votar por el candidato del PAN. De ese tamaño se las gasta nuestro máximo tribunal electoral.
LA PRUDENCIA nos aconseja que es mejor un mal arreglo que un buen juicio, aunque este juicio sea el popular.
VISTO LO anterior, y a mi parecer, lo que merece no sólo la atención sino también la concentración absolutas, es el comportamiento del electorado de 1991 hasta las más recientes elecciones federal y locales. Pues existen otros muchos distractores para provocar esa indiferencia hacía la cosa pública, además del desencanto de la política y de los políticos, y la descomunal e incontrolable corrupción que impera en estas esferas. Amén del marcado individualismo que se incrementa velozmente, a través de la amplitud de espacios de comunicación en medios electrónicos, que le permiten a la persona, crear su mundo propio y olvidarse de toda esa basura pública. La política ha entrado a un tobogán en el que lo espectacular de la corrupción y la impunidad hacía los corruptos, diluye cada vez más la conciencia grupal e ideológica, y da paso a una tímida, pero morbosa curiosidad que cada día se dispersa más. Ese show de los debates que los políticos en campaña han deformado en una especie de tragicomedia mediática, quizá, por ahora, sean la única forma de mantener la atención del ciudadano medianamente informado, pero no garantiza en forma alguna que los motive a presentarse a votar el día de los comicios; garantiza, eso sí una hilaridad plural con visos de desdén a los protagonistas.
EN FIN, ESTE proceso electoral como todos los anteriores, trae consigo un argumento nuevo, pero cada vez más disuasivo en cuanto a la participación ciudadana se refiere: el de la personalización o individualidad social, en la que se va disolviendo la confianza y la fe en el futuro, y por supuesto, en la política y las ideologías. En esto es en lo que hay que centrar no sólo las grandes sumas de dinero para la política electoral, sino la atención y toda la energía de actores políticos y autoridades electorales, para intentar atraerá ese electorado cada vez más desalentado.
ALGO ME queda muy claro pues veo que de esta complicada elección, y no sólo entre candidatos de los partidos políticos, sino también de las diferencias entre los dos ámbitos de las autoridades electorales, esto es, la federal y las locales, habrá ganadores y perdedores. Lo que si vislumbro que es que para el 2018, una de las autoridades electorales saldrá derrotada. ¿Volveremos al sectarismo del pasado, o prevalecerá el federalismo y la autonomía de las entidades federativas?
HACE UNAS horas estuve atento a la transmisión de la Sesión del Consejo General del INE., en la que se iba a elegir una centena de consejeros electorales de algunos OPLES., y la decisión aúno no se daba, pues había una clara división entre consejeros del órgano electoral federal. No pude ver cuál fue la decisión final porque mi decodificador hizo ¡pum! Se tronó.
Y A MANERA de colofón citaré un estribillo de una añeja canción: …Toma chocolate, paga lo que debes, tú ya me pagaste, tú ya no me debes… Continuará…