Las Riñas de Gallos en Aguascalientes y la Canción “Pelea de Gallos”
Por Vicente Agustín Esparza Jiménez
PARA LOS habitantes de la ciudad de Aguascalientes nuestros edificios, fiestas y tradiciones son lugares comunes que en ocasiones no vemos su riqueza cultural. Tienen que venir personas de otra parte del estado para hacérnoslas notar, como en su momento fueron las peleas de gallos a mediados del siglo XX, que quedaron inmortalizadas en la canción conocida popularmente como “Pelea de Gallos” del chileno Juan Santiago Garrido.
LAS PELEAS de gallos en Aguascalientes son tan antiguas como las corridas de toros. Se desconoce si los plumíferos llegaron a la Nueva España desde el puerto de Cádiz al de Veracruz o bien al de Acapulco desde las Filipinas por medio de la ruta comercial la Nao de China. Lo cierto es que para el siglo XVI ya se jugaban gallos en casi todos los territorios conquistados.
EN EL SIGLO XVII las peleas de plumíferos eran tan populares que las autoridades eclesiásticas y virreinales las llegaron a prohibir, pues la práctica de los juegos de azar fomentaba la ociosidad, dejaba a familias en la ruina y en las fiestas santas eran pocos lo que acudían a oír misa. Empero, esta medida no dio grandes resultados, ya que muchos jugaban de manera furtiva. Así que en 1727 mediante una Cédula Real se autorizó jugar gallos y el asiento fue rematado al mejor postor.
TRAS LA independencia nacional el Ayuntamiento encargó de rematar la licencia para pelear gallos. Adquirieron gran popularidad primero durante la feria de Aguascalientes (1828) y después en la feria de San Marcos (1848). Por más de 30 años tuvo el control de la jugada y las riñas Romualdo Dávalos, dueño del Teatro de la Primavera, hoy Colegio Portugal. Según su acta de defunción murió de tisis y fue enterrado en el panteón de la Salud, pero por un documento judicial se sabe que días antes de su muerte fue acuchillado tal vez por un compinche de juego.
A PARTIR del año de 1875 el Ayuntamiento quitó del plan de arbitrios municipal el juego de gallos y lo integró al arbitrio de multas por juegos prohibidos. La mitad del dinero recaudado se destinaba al Liceo de Niñas y la otra mitad a las arcas municipales. Durante el Porfiriato el juego siguió e incluso en 1905 Enrique C. Osornio construyó el Tívoli San Marcos. Para entonces eran tan populares las peleas que en una ocasión se jugó “un tapado” que ganó “El Chato” Morales y “tardó en contar el dinero ganado más de media hora”. La referencia parece exagerada, pero en todo caso indica que no era poco lo que se apostaba en las tapadas y careadas en el Tívoli.
EN EL SIGLO XX con la búsqueda de una identidad mexicana, los charros y sus suertes con el caballo, así como las peleas de gallos fueron ampliamente difundidas por el cine en la llamada Época de Oro. Lo mismo que el machismo y la violencia, fueron consideradas como algo típico de lo “mexicano”. En este periodo la feria de San Marcos y las peleas de gallos adquirieron gran auge debido al empresario José Concepción Arvizu, popularmente conocido como “El Naco”, quien lo mismo que Romualdo Dávalos en el siglo XIX, tuvo el monopolio de la jugada y las peleas de gallos entre 1933 y 1962, pero también fue asesinado por un hombre conocido como “El Güero” Matías.
DURANTE ESTOS largos veintiocho años, al ser suyos el palenque y el centro de apuestas más importante del centro del país, su poder era enorme y paralela su influencia en el desarrollo de la verbena abrileña. Un hombre ligado como pocos a toda una época de la historia de la feria y la ciudad, pues contaba con un casino particular donde ricos y políticos apostaban grandes sumas de dinero, entre ellos el gobernador Luis Ortega Douglas. No por azar es ésta la época en la que el chileno Juan Santiago Garrido compuso la canción popularmente conocida como “Pelea de Gallos”, canción que se convirtió en un verdadero himno distintivo no sólo de los festejos sino de Aguascalientes. En ella se recuerda a los galleros que, provenientes de todo el país, llegaban a la ciudad con su gallo bajo el brazo, dispuestos a jugar grandes cantidades de dinero. Muchos mitos se han dicho sobe la composición y año de estreno de este cántico de Aguascalientes. Sin embargo, la realidad es que este canto se estrenó en el año de 1945 y su título original no es solamente “Pelea de Gallos”, como lo explicó el propio compositor en una antología de la música popular mexicana: “En 1945 su servidor Juan S. Garrido estrenó ‘Pelea de Gallos en la Feria de San Marcos’, sí así de largo es el título y por ello muchos la han llamado ‘Pelea de Gallos’ o ‘La Feria de San Marcos’, de una u otra forma he tenido la satisfacción de que Aguascalientes la adopte para su afamada Feria Nacional”.
POSTERIORMENTE POETAS y pintores dejaron testimonio de las peleas de gallos, aunque ya antes lo habían hecho José Guadalupe Posada con sus grabados y Saturnino Herrán con su pintura “El Gallero”. Por ejemplo, de la importancia que llegaron a tener las peleas de gallos en la feria en la primera mitad del siglo XX son un buen testimonio los versos del mismo gobernador y poeta Edmundo Games:
“Ojos de brasa encendida
fina navaja en la pata
el giro luce en el ruedo
su media luna de plata
¡San Marcos Evangelista!
¡Santo de mi devoción!
no me dejes de tu mano
que voy al giro un tostón…”
Fuente: Vicente Agustín Esparza Jiménez, “Historia de las peleas de Gallos en Aguascalientes”, Aguascalientes, Reporte de investigación Centro INAH Aguascalientes, 2016. Fototeca AHEA.