* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
¿SERÁ?..
Directivos del DIF Estatal andan harto indignados porque la anterior administración nadaba en aguas de la corrupción y temen jalar la hebra, pues hay mucha gente que se la pasaba todo el tiempo en esa “alberca” en la que era mano Blanca Rivera Rio Flores, esposa del exgobernador Carlos Lozano de la Torre “El Patrón”.
En tan putrefactas aguas nadaban, que al salir todo dejaron impregnado: el saqueo fue tremendo, pero cuando más vomitaron fue cuando se enteraron que muchos de los niños que ahí llegaban o eran llevados… ¡los vendían al mejor postor!
Sí, estimado lector, ¡los vendían al mejor postor!
El asunto es muy serio y todos los días es el tema entre los directivos del DIF Estatal: “¿Qué pasará cuando esto trascienda a la opinión pública con pelos y señales?”, se preguntan, y a cada paso que dan en ese antro de corrupción en que convirtieron el DIF estatal, se persignan y exclaman “¡Ave María Purísima!”.
Ya veremos si en los próximos días destapan públicamente esa cloaca donde doña Blanca se sumergía cotidianamente, para salir sonriente y jubilosa, cubierta de oro y plata.
¡Qué lástima, tenían todo para ser “la mejor pareja gubernamental” en la historia de Aguascalientes!
Y HABLANDO DE CORRUPCIÓN…
En el nuevo gobierno municipal que encabeza Teresa Jiménez Esquivel, les quedó claro que en la liquidación que hicieron por la afectación de los terrenos del Canal Interceptor “hubo mano negra” del tristemente célebre abogado Sergio Delfino Vargas, quien sospechosamente “las dio” y arregló el pleito legal a favor de los reclamantes, a quienes el municipio les tuvo que pagar 32 millones de pesos contantes y sonantes, por dicha expropiación.
Según los enterados, cuando los nuevos abogados analizaron el expediente vieron claramente que el pleito legal lo cargó Sergio Delfino al lado contrario. Y que cuando la alcaldesa ordenó fueran por él, Delfino ya había emprendido la retirada y nadie lo encuentra pues el hombre “peló gallo”.
¿A dónde? No se sabe, pero cuentan que puso pies en polvorosa, llevándose muchos de esos 32 millones de pesos.
Ya veremos en las próximas semanas cómo es que mascó la iguana en este otro caso de corrupción ins-ti-tu-cio-nal e ¿impune?
¿COMPRAR PARA “DONAR”?..
No mamen.
Está comprobado que cuando un gobierno dona cientos de hectáreas a alguna empresa para que ésta lleve el “Progreso Para Todos”, los únicos que progresan son dos entes:
La empresa instalada con todos los beneficios habidos y por haber, y el gobernador del estado participante, quien tiene que salpicar a sus cómplices algo del chorro de money que se lleva a su caudal: acciones de la compañía y abundante cantidad de dolarucos, billetes verdes, pues.
Esto no sólo lo saben los cercanos al poder, sino hasta la sabia raza de bronce que la convierte en vox populi, pues tal danza de millones es altamente descarada.
Ejemplo viviente es la Nissan de aquí y el exgobernador Carlos Lozano de la Torre “El Patrón”. Pero hoy se acaba de destapar otra cloaca:
En Guanajuato, el gobernador panista Miguel Márquez Márquez hizo lo propio: compró cientos de hectáreas a sobreprecio… ¡y se las donó a Toyota! O sea, el ratón Miguelito hizo lo mismo que “El Patrón”.
¡Ah el PRIAN!
Pues sí, así es el PRIAN, ¿qué le vamos a hacer? Sólo que allá en Guanajuato, el PRI, por medio de sus diputados Bárbara Botello y José Carlos Ramírez Marín (ver Página 24 del miércoles 18 de enero), va a conformar una comisión especial para investigar esa multimillonaria transa que se dio en la Toyota de Apaseo el Grande, Guanajuato.
Y si tal “comisión especial” se lleva a cabo en el vecino estado, tenga usted la seguridad de que aquí en Aguascalientes los diputados panaderos conformarán otra “comisión especial” para investigar a “El Patrón”, quien estará haciendo changuitos para que no prospere en Guanajuato y aquí suceda lo mismo, pues “amor con amor se paga”. O lo que es igual: Tapaos los unos a los otros. Ya veremos pues, en los próximos días, de qué color pinta el triazul.
TRAGEDIA AL ESTILO GRINGO…
Ayer nos despertamos con la infame noticia de que un chavito nuevoleonés, muy al estilo gringo, minutos después de llegar a su aula disparó a su maestra y a tres de sus compañeros de estudios, para, en seguida, con la misma pistola calibre 22, pegarse un tiro en la cabeza.
El muchachito, de 15 años de edad, murió.
La maestra, al igual que dos de los estudiantes, está grave y, al cuarto de los heridos, que resultó con un balazo en uno de sus brazos ya lo dieron de alta.
Los hechos sucedieron en Monterrey, en el Colegio Americano del Noreste.
Es grave, muy grave la descomposición social en este nuestro México lindo y herido y no me diga usted que el gobierno no es corresponsable de esta situación.
EL NARCOGOBIERNO…
O la complicidad e impunidad.
En el estado de Quintana Roo, las cosas en estos momentos están infernales: la madrugada del pasado lunes 16, un solitario narcosicario llegó al exclusivo y lujoso antro Club de Playa “Blue Parrot”, de Playa del Carmen, y disparó contra los asistentes, asesinando a cinco personas e hiriendo a 15 más.
Los propietarios de la ley aseguran que el artero ataque fue porque el dueño del lugar se negó a pagar el clásico “derecho de piso” (“ya ni la chingan – dijo el gerente del lugar– para poder trabajar en este país hay que pagarle impuestos al gobierno, al narco y a la Iglesia”).
Un día después, una parvada de motociclistas armados hasta los dientes, llegó a la Vicefiscalía de Cancún, ubicada en el primer cuadro de la ciudad, y comenzaron a disparar a diestra y siniestra, además de lanzar un explosivo.
El resultado del brutal ataque fue: un policía muerto, tres narcosicarios ultimados y cinco criminales detenidos, lo que serviría para acabar con todo el cártel, pero… ya sabemos cómo se las gastan.
Los hechos no se dieron entre las sombras de la noche, no: el ataque a la Vicefiscalía fue a las cinco de la tarde. México, pues, es un polvorín y todo esto sucede por el binomio narco-gobierno, alimentado por la corrupción y la impunidad.
Impunidad y corrupción que también sucede en Aguascalientes, donde los rateros no sólo roban a placer sino que hasta hacen pingües negocios con el gobierno, quien les hace “encarguitos” especiales para perjudicar a quienes lo incomodan.
¿POLICÍAS O DELINCUENTES?..
El propietario local de Derechos Humanos en Aguascalientes, Jesús Eduardo Martín Jáuregui, recomienda a los dueños de la ley que sus cuicos: municipales, estatales y federales no utilicen capuchas en su chamba.
“¿Por qué chingaos no?”, responderían los jefazos, y el Ombudsman (defensor del pueblo) puso sus cartas sobre la mesa: Pues porque luego la raza de bronce no los identifica cuando cometen sus constantes fechorías: se valen las capuchas sólo cuando los cuicos participan en labores contra el narco, dijo palabras más palabras menos.
También Martín Jáuregui reprochó que los cuicos tapen, con chalecos o chamarras sus nombres, pues lo hacen deliberadamente para que sus víctimas no los identifiquen plenamente.
Pues ahí está un defensor del pueblo que chambea, pero lo malo es que los dueños de la pelota lo mandan… a Chihuahua a un baile, con la mano en la cintura.
Pero es lo que yo le vengo diciendo al lector desde hace más de 33 años: la impunidad es el jueguito que le gusta practicar diariamente a nuestro desgobierno.
NO OS LA JALEIS…
Tardó años, pero el buen Sergio Reynoso Talamantes terminó por “entenderle bien a esta chingadera”, que es la política.
Según el flamante diputado del RIP, los únicos culpables de la derrota de su partido no son otros que los volubles y masoquistas ciudadanos de la tierra de la gente buena, y no “El Patrón”, que chambeó un chingo y bañado en alcohol, para traer al estado el “Progreso Para Todos”.
Es decir: “El Patrón” es un alma de Dios y María Santísima de Guadalupe, amable con la gente, paciente y sereno, que cumplió todas sus promesas de campaña, nada déspota, no cobró venganza contra nadie, no robó, cumplió la ley a cabalidad, no jodió a los aguascalentenses, ni desconoció a sus amigos, ni la emprendió en contra de ellos por mírame y no me toques, tampoco traicionó a su partido, y es mentira que don Carlos y doña Blanca terminaron su gobierno forrados de oro y plata, etcétera.
“Pero a la raza de bronce le gusta la mala vida y por eso votó a favor de los panistas”.
Pues sí, no cabe duda que Sergio ya “le entendió bien a esta chingadera” que es la política: “¡ah pinchi gente voluble masoquista tiene Aguascalientes, chingao!”.
Y CON ESTA ME DESPIDO…
El Supremo Gobierno nos dice a los mortales que de economía no sabemos ni madres: que la gasolina, el diésel, la energía eléctrica y el gas subieron de precio porque tenemos que pagar su real costo, pues la gallina de los huevos de oro ya nos la escabechamos (“nos la escabechamos Kimosabi?”) y que por eso ya no hay lana para el subsidio.
Que ahora –nos dicen– que ya estamos pagando los precios que rigen en el primer mundo, el país va a progresar a todísima madre, pues en el sexenio de Calderón, el borracho dilapidó mil millones de pesos sólo en el subsidio de la gasolina, lo que ya no volverá a suceder.
Y “Quique Gavioto” tiene razón: la raza de bronce no entendemos de economía: hace unos días –viernes 13 de enero– la diputada local María del Carmen Mayela Macías Alvarado, nos recordó que las empresas extranjeras que están aquí en la tierra de la gente buena, pagan a sus obreros 650 pesos semanales por jornadas diarias de 12 horas.
Dias después –lunes 16 de enero– Oziel Guerrero de Anda, quien cobra como subsecretario del Trabajo del gobierno local, reveló la existencia de un programa para mandar trabajadores agrícolas a Canadá, donde les pagarán ¡12 dólares la hora!, sí raza, ¡12 dólares la hora!
Por eso digo que “Quique Gavioto” tiene razón: los mortales de por acá no entendemos de economía: “tamos muy pendejos”, dice, pero…
Si la gasolina, diésel, energía eléctrica y gas las estamos pagando a precios internacionales, ¿por qué chingaos los mexicanos ganamos menos que los ciudadanos del “primer mundo”? Pinche gobierno tan mamón y cabrón tenemos.
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 20).