Por Alfonso Morales Castorena
PARA LOS promotores de su implementación, el programa Parkimóvil no ha sido ni siquiera tomado en cuenta por los automovilistas locales, mucho menos por los turistas y visitantes de las poblaciones cercanas y ni aun por los comerciantes establecidos en la zona del Centro Histórico, pese a que varios de ellos aceptaron ser receptores del pago del tiempo utilizado en “los parquímetros virtuales”, al suponer que se “trataba de un espléndido negocio para ellos” y achacan su inoperatividad actual a la falta de información sobre el uso de esos “cajones públicos como estacionamientos”.
SOBRE TODO porque los espacios, comentaron entre ellos, “no son objeto de señalización especial que oriente a los interesados sobre su uso, ya que fueron pintados, si es que así se le puede llamar al bañado de cal que se aplicó a la guarnición de la banqueta de cada cajón virtual”, a muchos de los que incluso ya “se les borró esa marca”.
SE CARECE también de la iniciativa del guardián permanente de la plaza principal y de los preventivos destinados a la vigilancia de la zona centro, para que en cuanto observen que algún automovilista va a hacer uso de “uno de esos cajones encalados”, le informen sobre el motivo “del apartado” y le indiquen “el local donde puede pagar por adelantado el tiempo que va a permanecer estacionado su vehículo en ese sitio, para que ese mismo usuario sea portavoz de la utilidad del parquímetro virtual”.
TAMBIÉN ES necesario, continuaron diciendo, que los preventivos en funciones de agentes de Tránsito le informen al usuario de “ese estacionamiento digital” que su vehículo estará protegido contra robo durante el tiempo que permanezca en ese “cajón virtual” y que si acaso es víctima de los “cristaleros” el seguro automotriz que incluye el “parkimóvil” le cubrirá el costo de la reparación del daño.
LOS PROMOTORES de este programa no deben dejar al azar que el automovilista descubra por sí mismo los beneficios que obtiene al hacer uso del “parquímetro digital”, sugirieron los comerciantes, sino llevarlo de la mano a la fuente de la información precisa para que conozca los bondades de su implementación, sobre todo ahora que ya está próxima la Feria Nacional de la Guayaba y que los fines de semana, las calles de la comunidad van a ser insuficientes para ser usadas como estacionamientos a cielo abierto.
ENTRE LAS ventajas que ofrece el programa, agregaron, figura su costo de tres pesos por hora de estacionamiento y la tolerancia de 10 ó 15 minutos que se otorga al usuario para que refrende el tiempo de estacionamiento, “de cuyo total pagado a nosotros como recaudadores nos otorgan 10 por ciento, no tenemos grandes beneficios económicos, pero tampoco invertimos nada, simplemente aplicamos el programa a nuestras computadoras y ese es todo el gasto que se hace, entonces puede ser que a la larga sí sea un buen negocio, pero habrá que esperar a ver que resultados tiene ese parkimóvil”, afirmaron.
ANTES DE retirarse a continuar con sus labores, comentaron la conclusión del puente de Las Gardenias que va a unir la colonia Adolfo López Mateos con la zona comercial de la población, del que Silvia López se preguntó: “¿Y por qué lo construyeron sobre la banqueta? No entiendo por qué nos tenemos que bajar de la banqueta”, a la que respondió María Eugenia Cisneros: “Es cierto, debieron hacerlo hasta el corredor, sin poner en riesgo a la gente” y añadió: “A ver cuánto tiempo les dura el puente, los vándalos se van a robar las luces y los cholos a grafitear todo el puente, aquí no podemos tener nada decente”.