Por Alfonso Morales Castorena
Ante la molestia de los vecinos, las obras de rehabilitación de la calle Centenario se perfilan como una de tantas promesas que dejará incumplidas el alcalde Javier Luévano
EN TANTO que los jilgueros oficiales publicitan a más no poder las inversiones que se aplicarán en obra pública, en el preámbulo de concluir la administración del corrupto alcalde Francisco Javier Luévano Núñez, esos mismos voceros niegan todo apoyo posible y ayuda económica a quien se atreve a acudir con los titulares de las distintas dependencias de la Presidencia Municipal, con el argumento de que “ya todo está cerrado y los programas de asistencia social se terminaron”.
VIENE A colación ante la petición que hiciera una mujer, que solo se identificó como “Leticia”, por temor a represalias, para que el presidente municipal “o quien fuera” le apoyara con “un poco de dinero” para costear dos estudios de resonancia magnética que necesita su esposo, con lo que se determinará la gravedad de las lesiones craneales que tuvo “al sufrir una caída del andamio en el que trabajaba como albañil, el lunes pasado”.
LA ACONGOJADA ama de casa, radicada en la comunidad de La Labor, dijo que cada estudio clínico tiene costo de ocho mil pesos y que dada su magra economía no está en condiciones de hacer frente a ese gasto y por ello “acudía con la máxima autoridad del Municipio, al recuerdo de una de sus muchas promesas de campaña, de no abandonar nunca a sus coterráneos en momentos críticos, pero veo que me equivoqué”, afirmó con mucha tristeza en su rostro.
NO FALTÓ quien le sugiriera que fuera a solicitar al flamante y estrenado diputado del Partido Acción Nacional (PAN) por el Distrito VIII, Francisco Martínez, el apoyo que necesitaba de urgencia, al recuerdo de su slogan de campaña “Hechos para Cumplir” o bien que acudiera a la sede del Comité Directivo Municipal (CDM) del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para que su representante popular Marco Arturo Delgado Martín del Campo “le resolviera su asunto”, en burla franca a la necesidad de la angustiada fémina, porque éste terminó ayer su gestión como legislador local.
Y MIENTRAS que la apesadumbrada ama de casa “se dirigía a ese instituto político”, sin sospechar la burla de que era objeto, nos enteramos que el ahora flamante diputado panista Francisco Martínez, en cuanto resultó electo el pasado 5 de junio, había sido “invitado” por las huestes blanquiazules para que dejara su lugar al exlegislador federal albiceleste Raudel López López, a cambio de “algo extraordinario”.
PERO COMO el expriísta, experredista y ahora panista en activo “luchó mucho” por llegar al Congreso del Estado se negó a ceder la curul obtenida en las urnas a su compañero de partido y según los entendidos en estos menesteres el asunto no pinta nada bien para su futuro político “y puede que hasta ahí vaya a llegar” y después de eso tendrá que buscar acomodo en otro ente de la política, por lo pronto vamos a ver de qué color pinta el azul, comentaron entre ellos.
LUEGO AL retomar el asunto de “los cerrados programas de apoyo social”, algunos empleados municipales señalaron que los encargados de ese tipo de asistencias hubieran destinado siquiera el costo de uno de esos estudios de resonancia magnética, o sea ocho mil pesos, de los seis millones de pesos que van a invertir en rehabilitar la calle Centenario y que hasta la fecha “las obras van muy lentas y han generado la molestia del vecindario”, por considerar que “los trabajos eran innecesarios”.
TAMBIÉN LE hubieran quitado parte del presupuesto destinado a “embellecer el andador de la misma calle” en su tramo de 5 de Mayo al Malecón, para entregárselo al ama de casa y no enviarla a buscar apoyo con alguien que dejó de ser representante popular, pero así se las gastan nuestras autoridades, ven más por su beneficio personal que por el bienestar de la población, señalaron.
CITARON COMO ejemplo la celebración del baile de coronación de la próxima Feria Nacional de la Guayaba, que les va a dejar buena entrada de dinero porque será amenizado por un grupo que hace apología del delito, la banda musical Revolver Cannabis, como lo asienta en su muro el locutor calvillense Daniel Serna “El Oso” y termina escribiendo: “Qué bárbaro baile de feria, en lugar de romanticismo, la promoción de lo ilegal”.
