Por Carlos Alberto Sánchez Villegas

* El Camino de Hierro, los Inicios del Ferrocarril en Aguascalientes, Parte III

Un pase del Ferrocarril Central Mexicano, para el año 1898

Un pase del Ferrocarril Central Mexicano, para el año 1898

ESTIMADO LECTOR, con esta tercera parte llegamos al final de esta serie dedicada al ferrocarril en Aguascalientes, resaltando la instalación de los talleres que se convirtieron en referente cultural del estado. Había llegado el año de 1895, cuando el gobierno local pasaría a manos de Rafael Arellano, quien ya había sido gobernador de 1881 a 1883, en esta ocasión terminaría su periodo en 1899. El mismo mandatario que había hecho los preparativos de bienvenida para el primer tren de pasajeros regresaba a la primera magistratura.

EL 3 DE septiembre de 1897 Arellano envió al Congreso del Estado una petición para que autorizara seguir con las gestiones que había entablado con los representantes del Ferrocarril Central tiempo atrás; mencionaba que dicha empresa tenía tiempo buscando una sede para sus talleres, que fuera céntrica a su red ferroviaria y que se había interesado inmediatamente en el estado de Aguascalientes.

LA COMPAÑÍA pedía los terrenos suficientes a un costado de la estación que ocuparían un aproximado de 832 mil 580 metros cuadrados; se pedía además el agua suficiente para el uso industrial de la planta que además vendría del manantial del Ojocaliente y que si no se pudiera dar esta agua el gobierno diera un apoyo económico a la empresa; por último, se pedía la exención de impuestos para la compañía y sus empleados.

LA RESPUESTA del Congreso local llegó al día siguiente, autorizando al ejecutivo del estado para continuar con las negociaciones, y aceptando de manera amplia las peticiones que la empresa había expuesto al ejecutivo; se pedía además que los resultados se reflejaran en un contrato para su análisis. De esta manera Arellano tenía luz verde para seguir en pláticas con los representantes del Central. (1)

EL PANORAMA no era tan sencillo ya que Aguascalientes competía con otros estados que también habían entrado en pláticas con el Central Mexicano, para llevar estas instalaciones a sus territorios, un ejemplo fueron Guanajuato y Jalisco, (2) pero sin duda este apoyo del Congreso a Arellano para aceptar las peticiones del Central, aceleraron el proceso para que esta última se convenciera para elegir territorio aguascalentense.

EN EL MISMO mes se celebró el contrato entre Rafael Arellano gobernador constitucional del estado de Aguascalientes, y el licenciado Pablo Martínez del Río, representante de la Compañía del Ferrocarril Central Mexicano para la instalación en la capital del estado de los Talleres Generales de Construcción y Reparación de Máquinas y Material Rodante al servicio de las líneas de dicha compañía.

EL GOBIERNO del Estado se comprometía a dar los terrenos necesarios para la instalación de los talleres, así como permitir la extracción de la acequia de Ojocaliente el agua necesaria para la operación industrial, de construir cañerías y tuberías a lo largo de la ciudad para trasladar el agua a sus instalaciones; por todo el tiempo que durase la concesión la compañía gozaría de la exención de impuestos personales para sus operarios y trabajadores, además de que no se pagaría impuesto sobre el sueldo de los mismos.

LA EMPRESA se comprometía a comenzar la construcción de sus talleres en un periodo de seis meses, también tenía que tomar en calidad de aprendices a las personas recomendadas por el Gobierno del Estado, se sujetaba a las consideraciones del ejecutivo nacional para el levantamiento de planos y establecimiento de medidas en los talleres. (3)

EL GOBIERNO ganaba sobre todo un mayor flujo de comercio, una mayor comunicación, y más que nada la generación de una gran cantidad de empleos, que sumaban alrededor de mil, que se agregaban a los empleados de la Gran Fundición para convertir a estas dos empresas en las grandes empleadoras del estado; aparte el obrero tenía la oportunidad de capacitarse en múltiples oficios que le servían para otros ámbitos cotidianos no sólo para el taller.

EL TERRENO que se cedió para la construcción de los talleres fue contiguo a la estación que ya existía, que pertenecían a la antigua hacienda de Ojocaliente, los citados 832 mil 598 metros cuadrados. Si se ocupaba algún terreno adicional la indemnización tenía que correr por parte del Gobierno del Estado y no de la empresa, aquél cubría la compra o rebajaba las hipotecas a los propietarios que cedían la finca. (4)

LAS INSTALACIONES del taller se dividieron en tres partes: Reparación de máquinas, reparación de carros de carga, y reparación de coches de pasajeros. En la construcción se incluía un hospital para sus trabajadores y una de las primeras maestranzas que estaba diseñada para la fabricación de locomotoras, carros de carga y pasajeros. La implementación de la electricidad en la ciudad sirvió de mucho para las operaciones de los talleres, ya que en su casa de fuerza generaban la suficiente para los edificios de la misma, se contaba con almacenes, taller de pintura, calderas, forjas, fundición propia, patio de almacenaje, carpintería, entre varios departamentos más. (5)

EL PROYECTO de los planos fue firmado en 1898 por Lewis Kingman, ingeniero del Central, y autorizados en México el primero de enero de 1899, de esta forma la empresa comenzó a construir los edificios de la maestranza, quedando finalizados por fin en el año de 1903. (6) La maestranza ferroviaria más importante del país estaba por construirse en Aguascalientes, instalaciones que estuvieron funcionando hasta finales del siglo XX, y que al día de hoy siguen siendo parte del paisaje urbano de la ciudad, y uno de sus emblemas más importantes.

Notas

1. AHEA, Poder Legislativo, caja 82, expediente 10.
2. AGMA, Fondo Histórico, caja 236, expediente 38, foja 1.
3. AHEA, Poder Ejecutivo, caja 1, sobre 2.
4. AGMA, Fondo Histórico, caja 236, expediente 25.
5. Barba Rodríguez, Marlene y Alejandro Acosta Collazo, “Los Talleres Generales de Construcción y Reparación de Máquinas y Material Rodante del Ferrocarril Central en Aguascalientes: un recorrido por su historia” en Revista Labor & Engenho, Brasil, v.6, n. 3., 2012, pp. 24-25.
6. Ibíd., p. 32.

* Carlos es de origen aguascalentense, tiene gran fascinación por los libros, el café, la fotografía, y las disciplinas de las ciencias sociales, en un futuro tiene como objetivo destacar como historiador, y líder de opinión en el ámbito político y social.