Por Alfonso Morales Castorena
AÚN CONTINÚA en suspenso la solución a la exigencia del pepenador José Manuel Arámbula “El Meño” para que los siete preventivos que lo torturaron a tablazos, incluido el policía estatal habilitado como director de Seguridad Pública Municipal Carlos Alberto Adalid Castañeda, sean castigados, cuando ya los uniformados hacen frente a una denuncia más, ahora por “desaparición forzosa de persona”, según narra en redes sociales el comerciante Daniel López Franco.
SEGÚN SU versión, los preventivos calvillenses sin causa alguna, motivo aparente o flagrancia delictiva, ayer en la madrugada, lo detuvieron junto con su amigo José Trinidad Carrillo Vega, cuando caminaban por la zona centro de la localidad, y luego de una sarta de insultos, sin más “levantaron a su acompañante” y se lo llevaron.
A PARTIR de su “levantón”, como lo catalogó López Franco, no volvió a saber de su paradero, ni aún cuando se presentó en barandilla para conocer el motivo de su violenta aprehensión, donde el juez calificador en turno le informó que “ignoraba el asunto” y en lista de detenidos no figuraba el nombre de su amigo.
DESPUÉS INTENTÓ localizarlo en la Agencia del Ministerio Público, e incluso preguntó por él en la base militar, pero en ambos casos le indicaron que nada sabían del asunto y ante el temor de que los uniformados cumplieran su amenaza de “desaparecerlo”, durante la mañana de ayer denunció la “desaparición forzosa en redes sociales”.
ANTE EL temor de sufrir las violentas represalias de los preventivos, en la misma denuncia asentó: “Acuso públicamente a la Policía Municipal de Calvillo, Aguascalientes, por la detención infundada y desaparición de mi amigo José Trinidad Carrillo Vega. A partir de ahora, si algo me sucede, los culpo a ellos también” (sic).
POR NUESTRA parte, intentamos conocer la realidad del asunto y salvo la denuncia del caso en redes sociales, en la corporación policiaca se mostraron herméticos y nos señalaron que “nada tenían que ver en ese asunto, que se trataba de diferencias personales entre drogadictos y que solo acudieron para separarlos, antes de que riñeran en la vía pública, sin que hubieran hecho detención alguna”.
ENSEGUIDA LOS vecinos radicados en el andador peatonal Centenario y los comerciantes establecidos en El Parián, nos señalaron que por primera ocasión en mucho tiempo “hubo presencia policiaca en la zona centro” y suponían que obedecía a los constantes llamados que realizaban para atender sus quejas sobre los escándalos que ocurrían en el prostíbulo Punto y Coma y en “la cenaduría con venta de cerveza”, Al Pariámm; de cuyas preguntas, los preventivos solo hicieron mofa y les aseguraban que “solo vigilaban el buen desarrollo del Festival Arte- Mano y no el desmedido consumo de cerveza y licor en el corazón del Centro Histórico”.
LUEGO SE lamentaron de que el municipio no hubiera sido incluido en el recorrido de vigilancia que realizaron las corporaciones de seguridad pública, reforzadas con elementos castrenses, por el corredor carretero nororiente del estado, que incluyó las poblaciones de Cosío, Rincón de Romos, Pabellón de Hidalgo, Asientos, Tepezalá y todas las comunidades ubicadas en la carretera a Loreto, como fueron Cañada Honda, Villa Juárez, Jilotepec, El Tule, Ciénega Grande, San Gil, Bimbaletes, Charco Azul, Crisóstomos y las pertenecientes al municipio de El Llano, San Rafael de Ocampo y El Copetillo, centrando sus labores de supervisión, seguridad y vigilancia principalmente en las cantinas, con resultados nada extraordinarios.
ESA MISMA actividad, dijeron, debieron haberla desarrollado en este municipio, en especial en el corredor norponiente, en las congregaciones de los Jáltiches, ya colindantes con varias poblaciones zacatecanas, como son Huanusco y Jalpa, principalmente, donde la delincuencia está fuera de control, máxime que ahora los recorridos los realizan todas las corporaciones de los tres niveles de gobierno, debidamente custodiadas por los miembros castrenses y su flotilla de equipo artillado.
ESPERAMOS QUE para el siguiente fin de semana, Calvillo sea objeto de ese intenso patrullaje y los resultados sean de los mejores, entonces nos parece que volveremos a confiar en nuestras autoridades, terminaron diciendo nuestros interlocutores.