Por Alfonso Morales Castorena
DE NUEVA cuenta la tarea de la Secretaría de Servicios Públicos dejó mucho que desear y la imagen que ofrecían los contenedores de basura instalados en calles del Centro Histórico y las fuentes de ornato, sucias, malolientes y repletas de inmundicias, fueron la mancha del Festival Gastronómico que se desarrolló este fin de semana en la plaza principal.
ESO SIN tomar en cuenta el funcionamiento de “la cenaduría con venta de cerveza” de reciente apertura en el corredor norte de El Parián, que en funciones de “cantina al aire libre” ofrecía servicio a diestra y siniestra a los parroquianos que daban un triste espectáculo a propios y extraños. A los comerciantes establecidos en el entorno solo les quedaba seguir de cerca tales acontecimientos.
YA POR LA noche, concluida la primera etapa de ese evento gastronómico, en el también cercano prostíbulo Punto y Coma el escándalo de los borrachos asistentes estaba en todo su apogeo, la estridencia de la música opacaba otra clase de ruidos callejeros y por consiguiente se hacía visible el malestar de los residentes del andador peatonal de la calle Centenario.
AL RESPECTO, el ama de casa Otilia Pérez volvió a mostrar su extrañeza porque no existe autoridad alguna que meta en cintura a la casa non sancta que usufructúa Edith Cristina de Lara Martínez, pese al cúmulo de denuncias que junto con su vecina, Lucita Torres, ha presentado en la Presidencia Municipal desde hace ya casi cuatro años.
APARTE DE que no se explica la razón por la que en plena madrugada “se deja escuchar el llanto de una bebé” y la voz aguardentosa de una mujer –que infiere puede ser madre de la criatura– que a todo pulmón le grita que “se calle y se duerma”, mientras ella continúa que dizque cantando “micrófono en mano”.
LUEGO NOS comentó que dentro de los escándalos que no la dejan dormir y la obligan a permanecer despierta casi hasta el amanecer hubo quien al punto ebrio comenzó a gritar que se quería morir y que se iba a aventar desde lo alto del prostíbulo al patio de su casa, pero que gracias a quienes lo acompañaban, que lograron hacerlo desistir de sus negras intenciones, el desconocido borracho se tranquilizó.
REFIRIÓ ENSEGUIDA Otilia Pérez que ella se llevó buen susto porque si acaso el alcoholizado tipo cumplía sus amenazas de matarse, se lanzaba al vacío y caía en el patio de su casa, su domicilio iba a ser objeto de invasión policiaca y tal se vería forzada a ir a declarar a altas horas de la noche en torno a ese trágico suceso, lo que para su fortuna no sucedió así.
DESPUÉS HICIMOS el recorrido planeado por las calles de Ignacio López Rayón, Hermenegildo Matamoros, Libertad y Jesús Gómez Portugal, para cerciorarnos si acaso el titular de Servicios Públicos Municipales, David López, había supervisado la recolección de basura y la limpieza de los sucios contenedores, encontrándonos que el funcionario continuaba disfrutando del festival gastronómico.
DE TAL SUERTE que los recipientes seguían siendo fuentes de abasto de los pepenadores que aprovechaban la ocasión para hurgar entre los desperdicios en busca de artículos, objetos y cosas susceptibles de reciclaje y que les representarán una paupérrima fuente de ingresos, cuya labor ofrecía una imagen aún más triste que los propios malolientes depósitos de desperdicios, pero que en opinión de la ciudadanía “ya forman parte del folklore citadino y del tan publicitado Pueblo Mágico”.