El Traje Masculino, una Prenda que Desprende Elegancia
Por Melquisedec Aminadab M. Villalobos
HACE ALGUNOS días se nos presentó la oportunidad de vestir de etiqueta, a lo que mis compañeros y yo acatamos no sin recelo, pues en nuestro día a día no nos es habitual ponernos elegantes y guapos. Dejando a un lado el bochorno (más pudor) con el que seguramente me vestí, la curiosidad acerca de lo que vestía empezó a zumbar en mis pensamientos, atenuando la “incomodidad” de las próximas horas. Fue en esos momentos cuando me propuse satisfacer mi curiosidad y de paso compartirla, estimado lector(a).
SI RETROCEDIÉRAMOS temporalmente a la Edad Media nos encontraríamos con que la indumentaria tal y como la conocemos era inconcebible por aquel entonces, pues el “traje antiguo y altomedieval era la mera combinación de túnicas y mantos amplios que desdibujaban las líneas corporales”, moda compatible con un catolicismo que achacaba al cuerpo el origen del pecado; sin embargo, dada la creciente pujanza y estabilidad política que se suscitaba en Europa, las circunstancias empezaron a ser favorables a un cambio en los paradigmas, que consistió más bien en un retorno a las concepciones griegas de la belleza corporal, lo que propició que la indumentaria se entallara al cuerpo y diera forma al traje anatómico. (1)
CON EL despegue económico, los intercambios comerciales favorecieron la competencia y esto estimuló la especialización de los gremios, que necesariamente introdujeron el gusto por las novedades, es decir, los cambios en la moda, favorecidos también por la “necesidad” de la distinción social. (2) Las medievales togas y túnicas evolucionaron a la chaqueta, abierta por delante, estrecha en la cintura y amplia en las caderas, ornamentada por encajes.
EL ORIGEN del actual traje y sus complementos, como la corbata, se remonta al siglo XVII, en una Francia regida por un impecable Luis XIV en lo que a moda se refiere, pues las medievales togas y túnicas evolucionaron a la chaqueta, abierta por delante, estrecha en la cintura, amplia en las caderas y ornamentada por encajes; las piernas eran enfundadas en pantalones cortos por debajo de la rodilla, que dejaba al descubierto los calcetines. (3) Durante el reinado de Luis XIV, Francia estaba en pleno apogeo y su monarquía era considerada el prototipo de las monarquías absolutistas, debido a la centralización de la administración que instauró Luis XIV.
POR AQUEL entonces y algunos siglos atrás, la expansión islámica se cernía sobre Europa, y los pueblos balcánicos montaban una desesperada resistencia, entre ellos los croatas, quienes por la década de 1660 se hicieron con una victoria, y para celebrarla se presentaron ante Luis XIV, con la peculiaridad de que a su indumentaria incorporaron un pañuelo de colores en torno al cuello, lo que agradó enormemente a Luis XIV, quien prontamente hizo que sus hombres incluyeran en su uniforme el pañuelo, al que llamó cravette, vocablo que traducido es croata. (4)
COMO FRANCIA era el arquetipo de la moda, así como políticamente exportó el Absolutismo, la idea de la corbata discurrió rápidamente a Inglaterra y aunque tuvo una aceptación tímida, gradualmente adquiriría la universalidad actual. (5)
DURANTE LA Guerra Civil inglesa, la penuria provocó que en la chaqueta los encajes desaparecieran y la chaqueta junto con el pantalón adquirieran tonalidades oscuras. A finales del siglo XIX, el pantalón del traje se alargó hasta donde llegan actualmente, a los tobillos. También, las medidas se estandarizaron, aunque no en su totalidad, pues un traje a la medida es altamente cotizado. Durante la década de 1930, en Inglaterra se dio forma a un traje “discreto, sobrio y de corte perfecto”. (6)
ACTUALMENTE, DIVERSOS son los cortes del traje, está el inglés, que se considera el corte tradicional, y en el que se disimulan las hombreras, o se eliminan del todo; su talle a la cintura no es tanto, los bolsillos no tienen solapa y tiene dos aberturas en la parte trasera; hace ver a quien lo porta más alto y delgado. El italiano acentúa sus hombreras, estrecha la cintura, sus bolsillos no tienen solapa y no cuenta con abertura; da una imagen corporal de triángulo invertido. El corte americano tiene unas hombreras apenas visibles, no se estrecha para nada en la cintura, sus bolsillos, a diferencia de los demás cortes, sí cuentan con solapas y sólo posee una abertura en la parte posterior, y da una imagen cuadrada no tan estilizada. (7)
Notas
1. http://historiadeltraje.blogspot.mx/search/label/13.%20EDAD%20MODERNA%20%28Introducci%C3%B3n%20al%20traje%3A%20anat%C3%B3mico%20y%20a%20la%20moda%29, consultado el 9 de octubre de 2016.
2. Ídem.
3. http://sastreriaserna.com/la-sastreria-masculina-y-el-traje-historia-y-origen/, consultado el 9 de octubre de 2016.
4. https://www.protocolo.org/social/vestuario/la_corbata_su_historia.html, consultado el 10 de octubre de 2016.
5. Ídem.
6. http://sastreriaserna.com/la-sastreria-masculina-y-el-traje-historia-y-origen/, consultado el 9 de octubre de 2016.
7. https://closetperfecto.wordpress.com/tag/guia-de-trajes-para-hombre/, consultado el 10 de octubre de 2016.
* Melquisedec, o Melqui para los íntimos, es de origen aguascalentense; de personalidad algo retraída, involuntariamente; distraída; y abstraída en dulces fantasías; pero eso sí, es un incondicional aficionado a la música y estética de los ochenta y principios de los noventa en el universo del Glam Metal. Su anhelo es la estabilidad, la salud, pero sobre todo que sus fantasías se materialicen.