Por Alfonso Morales Castorena
CUESTIONES QUE solo competen al interesado, han sido fundamentales para que “la cenaduría con venta de cerveza”, no haya iniciado sus actividades, pese a contar ya con la licencia reglamentada que le fue autorizada a su propietario, Gerardo Ortiz, durante la sesión de Cabildo del pasado septiembre, para extrañeza de los comerciantes establecidos desde hace años en el andador peatonal de El Parián.
TAMBIÉN LES ha parecido extraño que su compañero de oficio haya ocultado la publicidad impresa que anunciaba “la venta de cerveza”, el que se observaba en el extremo superior derecho del cartel alusivo, bajo el slogan comercial de “Al Pariammm”, así como “el silencio musical” que ha mantenido desde hace días y con el que anunciaba su presencia mercantil en el último local del norte del andador y la esquina con la calle de Independencia, donde “explotaría el nuevo negocio”.
AL RESPECTO inquirimos en la Secretaría de Gobierno y del Ayuntamiento, con su titular, Omar Williams López Ovalle, quien aseguró que por motivos desconocidos por él, los regidores en su conjunto aparentemente dieron marcha atrás a su decisión de aprobar la petición de esa licencia reglamentada y que por esa cuestión, la nevería sigue funcionando como tal.
ASÍ MISMO afirmó que no conoce fecha alguna para que los ediles den marcha atrás a su decisión, a menos que en la sesión de Cabildo de este día, se incluya ese tema en la orden del día, tal vez en el apartado de asuntos generales, donde se expongan los alegatos, a favor y en contra, para autorizar la apertura de “la cenaduría con venta de cerveza”.
NOS RECORDÓ que al autorizarse ese nuevo punto de venta de cerveza, la comercialización de “esa bebida de moderación” se hará en el corazón del Centro Histórico, frente a la plaza principal y a unos metros de distancia de Palacio Municipal, sin que por ello reconociera que no es más que el fomento del alcoholismo que ha robustecido su corrupto superior inmediato, Francisco Javier Luévano Núñez, en los tres años que lleva al frente de la alcaldía.
SOBRE EL mismo tema, varios comerciantes que se jactaron de “conocerlo a fondo” aseguraron que dudaban de su corrupción, como varios de sus compañeros lo han afirmado, se inclinaron porque Luévano Núñez, en el último tramo de su gestión como jefe de la comuna “se haya visto obligado a pagar favores políticos a la dueña del prostíbulo Punto y Coma” en lugar de “asociarse con ella para explotar el negocio”.
TAMBIÉN “DEFENDIERON” al deshonesto Jefe de Reglamentos Municipales, Juan Roberto Delgado González, al que le achacaron “el temor cerval que le tiene a la lenona Edith Cristina de Lara Martínez” para no cumplir con su deber o cuando menos atender las quejas de quienes radican en el andador peatonal Centenario “para sancionarla por los escándalos frecuentes que hacen sus clientes ya borrachos”, lo que le llevaría a enfrentar la furia de la mujer.
EN CAMBIO otros de nuestros interlocutores se manifestaron porque el desconocimiento del Código Municipal y su Reglamento, así como su total ignorancia para desempeñarse como titular de Control Reglamentario y Regulación Sanitaria, mantienen a Delgado González en el limbo laboral, a la espera de que termine la presente administración para ya no enfrentar las críticas de sus paisanos.
POR LO PRONTO, dijeron, la escandalera en el prostíbulo Punto y Coma va a seguir en todo su apogeo, a ciencia y paciencia de cuanto funcionario municipal debe velar por el bienestar de la población, en lugar de prestarse a las componendas que encabeza nuestro deshonesto presidente municipal, Javier Luévano, al tiempo que continuaban con sus labores en sus respectivos negocios.