TCA, Televisión Cultural de Aguascalientes, el Contexto
Por Mario de Ávila Amador
A Jorge Galván, pilar fundamental en el desarrollo de la TV estatal en Aguascalientes
EN LA ENTREGA anterior hablamos de las circunstancias o casualidades que se presentaron para poder llegar a tener un canal estatal. Por supuesto existieron mas “circunstancias afortunadas”, pero también se dieron situaciones propicias en los contextos nacional y estatal para que el objetivo se concretara.
EL AÑO DE 1976 marcaba el fin del sexenio de Luis Echeverría Álvarez como presidente de México y era apenas el segundo como gobernador del Estado de Aguascalientes del profesor J. Refugio Esparza Reyes. México se encontraba en el inicio de la transición de los Gobiernos populistas a una nueva generación marcada por presidentes tecnócratas. Era, puede decirse, la preparación para la vida en la abundancia. Luis Echeverría había mostrado desde el inicio de su gobierno interés por el control de medios, para lo cual incluso pretendió, aunque haya sido sólo con rumores, la nacionalización de la televisión.
EL 2 DE MAYO de 1972, aprovechando la infraestructura de la red de microondas instalada a lo largo y ancho del país, se había establecido la red de Televisión Cultural de México y eso probablemente había alejado de la mente del presidente la idea de la nacionalización. Así pues, existían en el ámbito nacional los canales 2, 4, 5 y 9, de Televisa, el 11 del Instituto Politécnico Nacional, aunque con dependencia real del Gobierno de la República, y el 13 del Gobierno Federal, todos con señal generada en la Ciudad de México. De éstos, sólo los canales 2, 5 y 13 tenían lo que se conoce como red nacional, con una considerable cantidad de repetidoras en todo el país. El Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional tenía una potencia muy baja y no había repetidoras para su frecuencia. Todos estos canales, con excepción del 11, eran de corte comercial, aunque el 9 adoptó por unos años un esquema cultural. El mismo Canal 13 hacía frente a la competencia de la televisión privada con una programación similar a la de los canales de Televisa.
EN ESTE contexto, en muchos estados de la República la única alternativa a la televisión comercial era la opción que ofrecía Televisión Cultural de México (en 1977 TRM, Televisión Rural de México y después Televisión de la República Mexicana) y para Aguascalientes fue parte importantísima en el surgimiento y desarrollo de la televisión estatal local.
EN AGUASCALIENTES, precisamente en el sexenio de Esparza Reyes, se vivía el inicio de una transición económica que pasaba lentamente de un modelo basado en pequeñas industrias locales y una importante infraestructura comercial, a otro en el que se impuso la industria de la transformación y la metalmecánica, una modalidad que por momentos dejó abierta la posibilidad de un resurgimiento de los talleres del ferrocarril. La población crecía de manera acelerada, pasando de casi 340 mil habitantes en 1970 a casi 430 mil en sólo cinco años. Se respiraba un ambiente que se alejaba pausadamente del ritmo provinciano y adquiría el perfil de una entidad que, junto con el crecimiento económico, se perfilaba con gran desarrollo urbano y una alta concentración poblacional.
TAMBIÉN EL teatro serio y la comedia ligera tenían cabida en Aguascalientes. Con cierta frecuencia llegaban a la capital del Estado compañías con distintos géneros y calidades y desde luego, en el estado había un buen número de agrupaciones teatrales, también con diferentes grados de profesionalismo. En menos de una semana estuvieron en la capital dos obras de teatro con actores nacionales y de géneros contrastantes; el 10 de noviembre de ese 1976 se presentaron en el teatro del Seguro Social Jacqueline Andere y Juan Ferrara con la comedia “El búho y la gatita” y en el Teatro Morelos el 16 del mismo mes, estuvieron Rubén Rojo, Alicia Palacios y Miguel Pálmer, con “El mercader de Venecia”.
A ESCALA local era presentada en el Teatro Morelos una temporada de “Fuente Ovejuna” por los Teatristas de Aguascalientes como parte de los festejos por los siete años de trabajo de ese grupo en el estado. Posiblemente esta puesta en escena y la temporada preocupaban entonces a su director, Jorge Galván, tanto o más que el incipiente nacimiento de la televisión estatal en Aguascalientes. Él, a fin de cuentas, conocía perfectamente el recinto que albergaba generalmente a los actores y a sus obras representadas, sabía también de cámaras y de programas de televisión y por azares del destino, la casa del nuevo canal, comenzaría sus trabajos precisamente en el Teatro Morelos. Las circunstancias, el contexto pues, estaban del lado de la naciente Televisión Cultural de Ag