Por Luis Arturo Sosa Barrón
* ¿De qué se Habla al Decir Revolución Mexicana? (Segunda Parte)
EN LA ENTREGA anterior mostré un breve panorama de lo acontecido en el periodo de la historia mexicana denominado como La Revolución Mexicana, llegando hasta el derrocamiento de Victoriano Huerta, en la presente entrega se recorre el tramo final, en lo que a mi parecer es el fin de la Revolución con la llegada al poder del grupo sonorense encabezado por Álvaro Obregón.
PARA TRATAR de evitar lo inevitable, en el transcurso de los meses que van de la caída de Huerta al inicio de la Convención Revolucionaria de Aguascalientes se dieron intentos de pacificación por parte de una tercera facción en el Constitucionalismo encabezada por Obregón, por lo que se firmaron tanto El Pacto de Torreón y los Tratados de Teleoyucan, de donde surgiría la idea de establecer una convención de militares que decidiera el destino del gobierno de México. Durante el tiempo que durara la convención, Carranza ejercería como encargado provisional del Poder Ejecutivo.
LA CONVENCIÓN Revolucionaria se realizó en primer lugar en la Ciudad de México del primero de octubre al 5 del mismo mes, pero sería trasladada a la Ciudad de Aguascalientes debido a la aparente neutralidad de la localidad, desarrollándose entre el 10 de octubre al 15 de noviembre; la Convención es importante porque es aquí donde se desarrollan varios factores que serían claves para el desarrollo de los hechos de 1915.
LO ANTERIOR queda de manifiesto al tomar en cuenta que en dicho teatro se gestaron dos facciones: la Convencionista que aglutinaba a las dos revoluciones sociales más potentes, y la Obregonista, que se anexaría temporalmente al Carrancismo para hacerse con el poder. Sin embargo, se considerara a la Convencionista como la más importante, por el hecho de ser la que buscaba una reforma social de corte estructural. Esta unión se dio gracias a que la Convención ratificó el Plan de Ayala, el cual sólo fue modificado en algunas partes, pero que para la práctica no difería mucho de su redacción original en noviembre de 1911.
TRAS EL quiebre en la Convención de Carrancistas y Convencionistas tras la elección de Eulalio Gutiérrez como presidente interino, se desataría la etapa más violenta de la Revolución, sería la guerra de facciones que abarcaría desde diciembre de 1914 hasta noviembre de 1915, durante dicho periodo la facción popular Convencionista se ve fracturada debido a las maquinaciones del estado mayor presidencial que era de corte pequeño burgués, quienes huirían para en algunos casos anexarse a los Carrancistas.
TRAS LAS batallas en el Bajío en la primavera de 1915, la poderosa División del Norte de Villa sería replegada hacia las sierras de Chihuahua, mientras que las guerrillas surianas serían prácticamente derrotadas en un lento proceso que desembocaría hasta el asesinato de Zapata en Abril de 1919, y que pese a la labor asumida por Manuel Palafox, el movimiento suriano ya no sería el mismo.
CON LA derrota de la facción campesina, se impondría la burguesía representada por Obregón y Carranza, quienes consolidarían su victoria al llamar a un Congreso Constituyente entre finales de 1916 y principios de 1917, del cual surgiría la Constitución el 5 de febrero de 1917, y Carranza sería presidente constitucional de 1917 a 1920 hasta ser derrocado por Obregón y el grupo Sonorense con el Plan de Agua Prieta dando inicio al Presidencialismo que como producto tendría al hoy Partido de la Revolución Institucional.
COMO QUEDA mostrado, la revolución que tenía caracteres sociales fue vencida y en su lugar se alzó triunfal una revolución de corte político encabezada por un grupo de pequeños burgueses sonorenses: Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Benjamín Hill, quienes cooptando a campesinos y obreros lograron construir un régimen político que duraría hasta el año 2000 con la supuesta transición democrática, así que no resulta extraño que en estos tiempos no se dieran cambios totales en lo social, que sería erróneo decir que no hubo, sí los hubo, pero de limitado alcance unos y otros de mayor alcance, como lo son las normales rurales que hoy están siendo el dolor de cabeza del sistema actual.
EL IMPACTO que tuvo el grupo de Sonora llegó a tal grado que en lo cultural fueron satirizados, ejemplo de ello la literatura con temática de la Revolución, en donde destaca principalmente La Sombra del Caudillo de Martín Luis Guzmán, en la cual precisamente el Caudillo no es otro que Álvaro Obregón, pero otra novela que refleja a esta clase pequeño burguesa triunfante es La Muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes, en donde el viejo Cruz era un soldado constitucionalista que había combatido en la División del Noroeste y que a lo largo de la novela, la cual está estructurada a manera de recuerdos en el lecho de la enfermedad, se nos muestra el actuar de esta nueva clase gobernante, en la cual se hace creer al campesino que se le apoya, pero las condiciones son iguales o peores que durante el Porfiriato, veamos un ejemplo:
“–ORA SÍ, todos dicen que cuándo les reparte las tierras de don Pizarro.–Diles que se aguanten. ¿No ven que Pizarro todavía no se acaba de rendir? Diles que se aguanten con sus rifles por si el viejo se atreve a meterse conmigo. Cuando las cosas se pongan en calma, ya les repartiré las tierras”.
(1) ASÍ MISMO en otra sección vemos cómo cambia de bando político, lo cual se ve reflejado así mismo en la obra ya mencionada de Luis Guzmán, veamos de nuevo a Fuentes: “–¿Qué crees? –Que debemos pasarnos del lado del otro –Pues yo no. –¿Y tú?… –Está perdido. El nuevo le ha tendido un cuatro muy bien tendido”.
(2) COMO SE aprecia en estos dos pequeños fragmentos que sirven de sátira a la clase política emergente, la Revolución impregnaría a diversas expresiones culturales, por lo que retomando el concepto de revolución citado de Salmerón, nos damos cuenta en la revolución de la facción Obregonista, la cual sería la triunfadora, habría de cambiar no sólo el escenario político, sino el económico y el cultural, más el social quedaría relegado a un discurso histórico que aglutinaría a sus rivales como parte de un proceso que venía a ser continuidad del ciclo desencadenado por la Reforma en 1857, con lo cual se creaba la idea del “México Moderno”.
Algunas Conclusiones
PARA PONER unos puntos suspensivos a estas breves reflexiones, hay varios aspectos por destacar de la Revolución Mexicana; el primero, que no fue un sólo movimiento como nos lo vende la clase política en el poder, sino un conjunto de movimientos armados, unos de carácter social y otros netamente políticos; segundo, que la Revolución de corte social fue vencida por la facción que representaba a la clase Burguesa a través de Carranza y Obregón.
TERCERO, QUE pese al triunfo de una facción no popular sí se llegaron a realizar algunos cambios de ese tipo si bien mal logrados, y dentro de los pocos llevados a cabo, por ejemplo, la educación, vemos cómo las escuelas normales siguen molestando a la clase política, porque enseñan al campesino a pensar; cuarto y no menos importante, es que a través del estudio y conocimiento de la historia, en este caso de la Revolución Mexicana podemos comprender el por qué de nuestro presente y así buscar una reivindicación social, pues el panorama actual no difiere mucho del de hace 100 años, por lo que hay condiciones para que se desate otra revolución, sólo cabe tomar en cuenta que habrá que optar porque sea de corte social.
Notas
1. Fuentes, Carlos, La Muerte de Artemio Cruz, México, Alfagura, 2014, p. 115.
2. Ibídem, p. 149.
* Estudiante del 9° Semestre de la Licenciatura en Historia de la UAA