Por Alfonso Morales Castorena
A LA PAR que las quejas de los comerciantes sobre el irregular funcionamiento de la negociación Punto y Coma siguen siendo el pan de cada día, el alcalde calvillense, Francisco Javier Luévano Núñez, aseguró que cada queja, denuncia o molestia de los afectados ha sido atendida en tiempo y forma por él mismo, que los ha recibido en su despacho y a todos ellos se les ha explicado que se tiene bajo control al negocio, que el ruido y los horarios de servicio están regulados y que no tienen de qué preocuparse; en entrevista relámpago en pasillos de Palacio Municipal, ayer en la mañana.
SE LE COMENTÓ que aún así, para los indignados residentes de ese sector del céntrico andador peatonal de la calle Centenario, su función como autoridad deja mucho que desear y nos aseguró que al concluir con los trabajos agendados del día, incluida la kilométrica sesión de Cabildo que iniciaría en breves momentos (11 de la mañana de ayer) y estimaba terminar a las 3 de la tarde, por el cúmulo de puntos a tratar, volvería a tomar cartas en el asunto.
LUEGO NOS enteramos que tanto el secretario de Gobernación y del Ayuntamiento, Omar Williams López Ovalle, como el titular de Control Reglamentario y Regulación Sanitaria, Juan Roberto Delgado González, “buscaban entre regidores, empleados municipales de otras dependencias y comerciantes afines al prostíbulo, los líderes de lo que ellos calificaron como una conspiración comercial en contra de la dueña del restaurante-bar, Edith Cristina de Lara Martínez, para que se vaya con su ruido y negocio a otra parte”.
SOBRE EL particular, varios de los afectados recomendaron a ambos funcionarios municipales no buscar en inocentes y personas ajenas a su causa a los cabecillas de sus denuncias, la propietaria del billar adjunto al prostíbulo, Gloria Marín, y el ama de casa y comerciante Otilia Durán aseguraron que todos ellos llevan la voz cantante en el asunto y que lo único que les exigen a las autoridades es el cumplimiento de su responsabilidad como tales, no que cubran su ineptitud con la corrupción en la que están inmersas o que esa misma corrupción no sea causa de su ineptitud para aplicar la ley en su justa dimensión y nada más.
EXPLICARON QUE, por ejemplo, el miércoles pasado y hasta la mañana de ayer, el escándalo en el prostíbulo fue de nueva cuenta el común denominador en esa zona comercial y habitacional, que no cesó sino hasta después de las 2 de la mañana, lo que no les parece correcto dado el giro comercial para el que le rentó la licencia reglamentada a su titular, Jesús Serna Esparza, expedida bajo la denominación de “restaurante-bar” y no para que explotara “un prostíbulo disfrazado de cantina”.
DESPUÉS NOS enteramos que dentro de la sesión de Cabildo, en la que estuvieron ausentes el regidor por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) Miguel Ángel Trinidad, “que se tomó dos días adicionales de descanso para recuperar fuerzas, luego de viajar a Utah, EUA”, así como el edil por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) José Alonso Escobar, éste último sin justificar su falta; se entregaron 10 licencias comerciales reglamentadas a giros de abarrotes, mini súper y restaurante bar, una vez que fueron aprobadas y sus titulares hubieran cubierto su costo.
TAMBIÉN FUE aprobado un bono de compensación hasta por 150 mil pesos, para distribuir entre policías preventivos, paramédicos, elementos de Protección Civil Municipal y Atención Prehospitalaria, con motivo de las horas extras laboradas durante la pasada feria de mayo de este año y se terminó por dar el visto bueno a la Cuenta Pública del Organismo Operador de Servicios de Agua de Calvillo (OOSAC) y del propio Municipio.
EN CUANTO los comerciantes del andador Centenario conocieron el incremento de licencias reglamentadas en la comunidad, que sumarían ya 465, aseguraron mantener esperanzas de que su aplicación sea la correcta y que no se confunda el documento extendido a los interesados, para que estos lucren con la tranquilidad de sus vecinos y compañeros de oficio, en su afán por acumular las presuntas riquezas que buscan con la explotación de ese tipo de giros rojos, porque lo único que obtendrían sería la animadversión social.