A LOS COMERCIANTES del andador peatonal de la calle Centenario les esperan días de pesadilla y acaso hasta de 24 horas, como resultado de la ausencia de su presidente municipal, Francisco Javier Luévano Núñez, que en aras de continuar promoviendo su imagen con su obsesivo afán de “pasar a la historia de Calvillo como el alcalde modelo de todos los tiempos”, realizará una gira de trabajo por el estado norteamericano de UTAH, acompañado por el flamante gobernador electo, Martín Orozco Sandoval.
ESA AUSENCIA, comentaron, hará más notoria la descarada protección que le brinda al lupanar Punto y Coma y su dueña podrá hacer y deshacer a sus anchas, porque no habrá autoridad alguna que siquiera intente llamarla a la cordura mercantil, a menos que quien o quienes lo hagan deseen ser reconvenidos y, en el último de los casos, hasta despedidos de sus trabajos si contravienen las instrucciones de Luévano Núñez “de no molestar a su amiga Edith Cristina de Lara Martínez”.
POR ESO mismo, los comerciantes están temerosos que la mujer, en franca burla a lo dispuesto en el Bando de Buen Gobierno y Reglamentos Municipales, se pase por el arco del triunfo las “recomendaciones” que pudiera haberle hecho el jefe de la comuna antes de iniciar su viaje al extranjero, para que “actuara dentro de los límites de la cordialidad comercial y que su actitud no fuera objeto de recriminación de sus compañeros de oficio”.
TAMBIÉN ASEGURARON que de nada les va a servir solicitar, ya no se diga exigir, al “socio del alcalde”, tan corrupto el uno como el otro, el flamante director de Control Reglamentario y Regulación Sanitaria, Juan Roberto Delgado González, que tome cartas en el asunto porque argumentará que “se le autorizó extensión de horario y podrá cerrar hasta las 2 de la mañana” y no querrá exponerse a la furia de su superior inmediato por haber cumplido con su deber, si acaso se atreve, por una vez en su vida de servidor público, a atender su demanda de apoyo.
SÓLO QUE se preguntaron: ¿Desde cuándo se le autoriza a un negocio de restaurantebar la extensión de horario?, porque el caso es que la mujer tiene rentada una licencia reglamentada para la explotación de un negocio de esa naturaleza, expedida a nombre de Jesús Serna Esparza, que le impide manejar otro giro y sin embargo ha convertido ese sitio en un prostíbulo y poco falta para que se le considere una pequeña, pero muy productiva, zona roja en el Centro Histórico”, afirmaron los indignados comerciantes.
LUEGO COMENTARON que para aumentar su zozobra, hoy continúan los recorridos de ese bodrio llamado Ruta del Artista, que tanto la Secretaría de Turismo como el presidente municipal se sacaron de la manga, según ellos para darle lustre al llamado “Pueblo Mágico”, pero que no viene a ser otra cosa más que el fomento del creciente alcoholismo en la localidad y no la admiración de las supuestas 17 obras que la integran.
BASARON SU afirmación el referir que dentro de “esas obras de arte” se incluyó una visita obligada a la cantina de “Chuy Bombas” y es de esperarse que “no va a regalar esas bebidas de su invención a quienes le visiten” y si esos turistas comienzan la parranda en ese lugar, es lógico pensar que van a querer terminarla en el prostíbulo Punto y Coma, en medio del calor que les brinde “el amor comprado”.
Y SE VOLVIERON a preguntar: ¿Entonces dónde está el beneficio que se pregona o dónde está ese “Pueblo Mágico”?, para ir a conocerlo, terminaron diciendo.