Por Alfonso Morales Castorena
LA INAUGURACIÓN de la publicitada Ruta del Artista prevista para este día y el supuesto gran número de visitantes que se esperan tienen con el Jesús en la boca a los comerciantes del andador peatonal de la calle Centenario, por temor a que los turistas e invitados de las autoridades municipales “terminen su larga caminata polvorientos y sedientos en el prostíbulo disfrazado de restaurante–bar, Punto y Coma.
SU TEMOR se basa en que los visitantes van a ser agasajados con una o más bebidas en la emborrachaduría de Chuy Bombas, incluido en el largo recorrido de kilómetro y medio que comprende ese famoso ardid publicitario ideado por el “corrupto” alcalde, Javier Luévano, para justificar los recursos que la Secretaría de Turismo le envía para promocionar el desconocido Pueblo Mágico y que ya alegres por esa fuerte bebida alcohólica, motu proprio sigan la fiesta en otro lugar.
Y COMO EL ilegal prostíbulo los fines de semana tiene sus puertas abiertas hasta las 2 ó 3 de la mañana, por la extensión de horario que le otorga el inepto “dueño” de Reglamentos Municipales, Juan Roberto Delgado González, de nueva cuenta van a tener que soportar el tremendo ruido que hagan los parroquianos, junto con el excesivo volumen de la música que va a ambientar el antro.
ESA CIRCUNSTANCIA fue causa de que varios comerciantes radicados en ese sector de la calle, todos ellos ya de edad respetable y avanzada, optaran por dejar sus propiedades e ir a rentar alguna finca alejada de la zona a fin de disfrutar del descanso nocturno de manera tranquila, como en antaño se hacía en este sitio.
ASÍ LO MANIFESTARON la anciana Pachita y su hijo, radicados en la calle Hermenegildo Galeana, y cuyos muros traseros de su casa colindan con la pared norte del bar, quienes continuaron comentándonos los sinsabores que viven desde hace poco más de cinco años, sin que autoridad alguna les haya siquiera atendido una sola de sus quejas sobre la ilegal explotación del giro comercial que regentea la comerciante Edith Cristina de Lara Martínez.
EL AMA DE casa aseguró que la comerciante primero se amparó con ser una militante muy activa de la tribu del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y que con el apoyo de su hermano Oziel de Lara Martínez, en función de regidor municipal por ese instituto político, convirtió el negocio en una cantina más, a ciencia y paciencia de las autoridades de la administración del panista Jorge Martínez.
TAMBIÉN COMENTÓ que al enterar del problema social en el que de pronto se convirtió el otrora tranquilo restaurantebar que explotaba Luis N. N., varios de los comerciantes establecidos en el andador Centenario acudieron en busca de apoyo con el entonces director de Gobernación Municipal, Francisco Martínez, pero que éste les jugó el dedo en la boca y nada hizo por terminar con el problema, como era su deber.
ACUDIERON ENTONCES con el ya flamante diputado perredista Marco Arturo Delgado Martín del Campo, pero éste les refirió que nada podía hacer porque “ya no trabajaba en el Municipio y que el responsable de resolverles el caso era el regidor Oziel de Lara Martínez” y en esta parte de la plática la anciana ama de casa perdió la compostura y exclamó “ese par de tipos nada más se hicieron pendejos”.
EL HIJO de la mujer refirió que en varias ocasiones el antro ha sido de uso exclusivo de perredistas y panistas, incluidos los funcionarios actuales de la administración que encabeza Francisco Javier Luévano, quienes al llegar se instalan en el antro a puerta cerrada y dedican las horas de la madrugada y hasta el amanecer a embriagarse y a escandalizar a más no poder” y como las habitaciones donde descansan se ubican en la segunda planta de su casa y ésta colinda con el bar, les es imposible conciliar el sueño.
ASÍ HAN sido testigos de riñas callejeras los fines de semana, del accionar de los cristaleros que aprovechan la oscuridad reinante para saquear los vehículos que los asistentes al prostíbulo Punto y Coma estacionan en esta calle, de la misma arteria se han robado varios automotores y ni soñar en pedir ayuda a la Policía, por muchos reportes que se le hagan, jamás los atienden, aseguró el empleado.
PARA TERMINAR ambos coincidieron en señalar que ahora falta que la dueña del lupanar –una de cuyas empleadas en funciones de cantinera siempre alterna con la clientela e ingiere cuanta bebida alcohólica le invitan– cambie de colores partidistas y en lugar de ostentarse como miembro activo del PRD ahora esté en el PAN para poder continuar gozando de los privilegios que le ha otorgado el corrupto presidente municipal, Francisco Javier Luévano Núñez, y siga siendo protegida por el próximo alcalde, Adán Valdivia López, entonces sí que las autoridades divinas se apiaden de nosotros, exclamaron