Por Alfonso Morales Castorena
LA PROBLEMÁTICA social que enfrentan los comerciantes establecidos en el andador de la calle Centenario, derivada del funcionamiento ilegal del antro Punto y Coma, data desde el año 2008, cuando la administración del exalcalde panista Jesús Soto López y se acentuó en la que encabeza actualmente el también albiceleste Francisco Javier Luévano Núñez, sin que hasta la fecha se hubiera interesado en resolverla, informaron varios de los afectados.
NOS EXPLICARON que contrario a la opinión del actual director de Control Reglamentario Municipal, Juan Roberto Delgado González, quien se ha pronunciado defensor a ultranza del irregular negocio, a todos y cada uno de los funcionarios de administraciones pasadas se les presentaron las denuncias del caso para que llamaran al orden a la propietaria del lugar, pero ninguno de ellos se responsabilizó de atenderlos, como tampoco lo ha hecho Luévano Núñez.
TAL PARECE, dijeron, que en cuanto concluía la reunión con las autoridades de ese momento, nuestras denuncias se arrojaban al bote de la basura y nosotros, de manera inocente, continuábamos esperando que cumplieran con sus promesas de solucionar el problema en el menor tiempo posible, pero este ha pasado y la situación que prevalece desde entonces, de ruido y escándalo, continúa siendo el pan nuestro de cada día.
VARIOS DE los “quejumbrosos comerciantes” como los catalogara el titular de Reglamentos Municipales, reconocieron que al inicio de la gestión del presidente municipal actual, quien fuera su director de Gobernación, Francisco Martínez, los atendió en su momento, les prometió –como siempre ocurrió con los funcionarios anteriores a él– que solucionaría el problema.
EN APARIENCIA sí cumplió esa promesa, porque hubo un tiempo muy corto en el que los escándalos y el ruido cesaron y todo parecía que volvería a la normalidad, pero “cuando menos lo esperábamos el clima de zozobra ambiental y bienestar social se hizo presente y supusimos que el flamante director de Gobernación Municipal, hoy diputado electo por el Octavo Distrito, Francisco Martínez, solo nos había dado un mejoral para aliviar el tremendo dolor de cabeza que padecíamos, en su afán por colarse al Congreso Estatal” y a partir de entonces la situación se ha tornado más complicada.
MANIFESTARON QUE ante la realidad que viven, la negativa de las autoridades de su lugar de residencia para atender sus demandas y la corrupción que priva en Reglamentos Municipales, les ha llevado a sopesar la posibilidad de solicitar la intervención de Gobierno del Estado, con la esperanza de que sea el Poder Ejecutivo a través de la instancia respectiva quien les ofrezca la solución que ponga fin a la irregular operación del antro Punto y Coma y que su propietaria se aplique a la explotación del giro que le indica la licencia reglamentada bajo el rubro de restaurante-bar.
ANTES DE proceder a solicitar la intervención de las autoridades estatales, presentarán una nueva demanda de intervención oficial al actual director de Gobernación Municipal, Omar Williams López Ovalle, a través de otro más de sus escritos, con el objeto de que el sucesor de Francisco Martínez pueda encontrar la solución que resuelva el problema que enfrentan, dijeron.
REITERARON UNA vez más que no es su deseo que el negocio desaparezca sino, por el contrario, que se explote conforme lo mandan los cánones, tanto para beneficio de la propietaria, como de ellos mismos y del turismo en general, de cuya operación en el terreno legal “todos saldremos beneficiados”.