Por Alfonso Morales Castorena
La negociacion Punto y Coma sigue funcionando como cantina, pese a contar con licencia reglamentada como restaurant-bar, dijeron varios comerciantes del andador de la calle Centenario
LA PROBLEMÁTICA social que viven desde hace tiempo los comerciantes establecidos en la zona del andador peatonal de la calle Centenario, en su tramo de Independencia a Hermenegildo Galeana, en el corazón del Centro Histórico, a causa de la irregular actividad mercantil de la negociación Punto y Coma, aparentemente no es del conocimiento de las autoridades eclesiásticas de la localidad, al menos tal sería su respuesta a preguntas particulares y concretas sobre el asunto.
ESTE LE fue tratado al presbítero Bernabé Lomelí Serrano, que en ausencia del cura del Templo del Señor del Salitre, Gerardo de Loera, máxima autoridad religiosa en la comunidad, nos comentó que nada sabía al respecto y por lo tanto no podría opinar de lo que ignoraba, porque era la primera noticia que tenía al respecto.
REFIRIÓ QUE la feligresía integrada por todos los estratos sociales calvillenses, no le ha manifestado queja o inconformidad alguna sobre el funcionamiento del establecimiento Punto y Coma, porque de lo contrario en el oficio dominical se hablaría sobre el asunto, se intentaría conciliar a las partes en conflicto y a convencerlas “que todos somos hermanos en Cristo y debemos caminar por el mismo derrotero de paz, tranquilidad y convivencia social”.
SEÑALÓ QUE como cada domingo acontece, el día de hoy se ofrecerá a los asistentes a cada oficio, una breve plática sobre el contenido del evangelio, la explicación del mismo y al final, se procederá a darle lectura a todos y cada uno de los avisos que como autoridad religiosa le compete a la iglesia, como son las amonestaciones para contraer nupcias, plásticas prematrimoniales, bautismales, de preparación para la primera comunión y los horarios de los novenarios o triduos de misas que se ofrecen en memoria de quienes han pasado a mejor vida, pero nada que altere o lleve a la ruina el convivir cristiano, armónico y en paz de la sociedad.
LA SITUACIÓN de ignorancia eclesiástica sería confirmada por los “quejumbrosos comerciantes”, como los definiera el director de Control Reglamentario Municipal, Juan Fernando Delgado González; quienes aseguraron que efectivamente no han involucrado a la iglesia en asuntos terrenales de este tipo “por no ser de su competencia la solución que anhelan para terminar con el problema que enfrentan”.
SEÑALARON QUE por ejemplo esta noche (sábado 30 de julio), la actividad mercantil del antro va a concluir hasta después de las dos horas de mañana (domingo 31 de julio), como consecuencia de la extensión de horario que le es autorizado por el titular de Reglamentos Municipales y como de costumbre “ocurrirán los escándalos de medianoche para nuestra intranquilidad y seguridad”, aseguraron.
AL RESPECTO el regidor por Movimiento Ciudadano, Jesús González, manifestó que la autorización de una extensión de horario era a todas luces irregular e ilegal, dado que el giro comercial que ampara la licencia reglamentada es para que la negociación desarrolle actividades de restaurant-bar y no de cantina, mucho menos que fomente la prostitución, como aseguran los comerciantes que ocurre cada fin de semana y que es origen de riñas frecuentes.
ADEMÁS SE dijo ignorado por las autoridades municipales porque se niegan a concertar una cita con él para tratar el asunto sobre el funcionamiento, no solo de este negocio, sino de algunos más que operan fuera del giro que les indica la licencia reglamentada que se les otorgó y muchos establecimientos funcionan como centros botaneros, ladies bar o simples cantinas, cuando deben hacerlo como restaurant-bar, o expendios de comida rápida con venta de cerveza, menuderías, birrierias, loncherías o cocinas económicas, pero de pronto amanecen convertidas en cantinas.
ESA SITUACIÓN, dijo para terminar, debe resolverse en esta administración, si acaso el alcalde desea que se le recuerde como un político probo y justo, porque de lo contrario acudiremos con las instancias necesarias para que resuelvan el problema, cuantas veces sean necesarias.
