Por Alfonso Morales Castorena
APENAS TRASCENDIERA la inesperada situación de riesgo que enfrentaban los ganaderos de la localidad, la ciudadanía comenzó a cruzar apuestas si quien o quienes resultaran responsables de la intoxicación masiva de ganado vacuno vayan a salir a la luz pública o, como de costumbre, en “negocios particulares” de esta índole, van a quedar sin castigo alguno.
HUBO QUIENES incluso manifestaron su temor de que tal vez una o varias de las reses muertas en esas extrañas circunstancias pudiera haber sido vendida a un costo muy por debajo de su precio real por quien fuera su propietario, para recuperar al menos una parte de “lo invertido en su engorda”.
DE SER ASÍ, nos comentaron, la salud del pueblo estaría en riesgo y, de ser cierta esa suposición, las autoridades van a querer tapar el sol con un dedo, a negar la existencia de algún trastorno físico del ciudadano por la ingesta de “la carne en mal estado” y ese hipotético problema de salud pública pudiera convertirse en un gran problema y cobraría muchas vidas, “esperemos que no sea así”, nos dijo el comerciante Juan Serna.
MIENTRAS QUE uno de nuestros interlocutores nos refirió que la famosa pollinaza, que no es otra cosa más que el excremento de las gallináceas, es fácilmente fermentable en esta época de calor intenso, máxime si está contaminada con los “piojos” que anidan en los pollos, las gallinas y los gallos, precisamente en esta temporada de primavera-verano.
SU INFORMACIÓN causó el asombro de varios de quienes le acompañaban, incluso mi extrañeza, porque aseguró, sin temor a equivocarse, que “ahí está el meollo del asunto, las autoridades solo le hacen al tío Lolo para hacernos creer otra cosa, pero no es así, los ganaderos por ahorrarse unos pesos en la compra del forraje no piensan en las consecuencias de su avaricia y ahí tienen los resultados, su ambición les hace perder dinero”.
ESTA CIRCUNSTANCIA, sin embargo, no fue obstáculo para que los ciudadanos se enfrascaran en los más diversos tópicos sobre sus preferencias electorales y se dijeron listos para participar en forma activa en los comicios de mañana, “eso sí, sin hacerle promoción a ningún candidato”, coincidieron en señalar todos ellos.
EN ESE MOMENTO uno de ellos recordó que aquel que fuera secretario de Finanzas en el trienio 2011-2013, José Guadalupe Contreras Ruiz, y que hoy se desempeña como encargado de finanzas en la Universidad Tecnológica de Calvillo, todavía se encuentra en líos legales porque no ha devuelto cerca de dos millones de pesos, y que era posible que hasta la cárcel fuera a parar.
NOS EXPLICARON que las autoridades le reclaman ese dinero porque con la complicidad del entonces presidente municipal, Jorge Alberto Martínez Villalobos, se premió en metálico a 76 empleados de la Alcaldía, sin la autorización del cuerpo edilicio y esa cantidad que tomaron del erario público debe ser devuelta, pero hasta la fecha “han hecho caso omiso al asunto y pronto van a pagar las consecuencias”.
LUEGO COMPROBAMOS que el progreso cobra una cuota muy elevada a la sociedad en general y observamos la tala de un árbol de dimensiones respetables en altura y grosor, que estorbaba las obras de remoción que se realizan en la central camionera, pero que a decir de los trabajadores “el árbol se tumbó a solicitud del dueño de la casa que colinda con el inmueble, porque le estaba tumbando la pared del patio posterior de su finca”.
ASÍ QUE manos a la obra y armados de una sierra eléctrica, el gran árbol fue derribado y convertido en leña, el área que ocupaba quedó despejada y las obras continuaron “ya sin el estorbo de lo que algún día fue una gran planta”, denotándose en el acto el gran vacío que quedó en el entorno.
LAS OBRAS de remoción del viejo inmueble de la central camionera, quedarán terminadas en las próximas dos semanas y a decir de los empleados “el edificio tendrá otra cara, modernista y de actualidad arquitectónica, entonces sí, habrá que pensar en instalar un buen negocio”.