* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
“LA VIBORITA”…
Loco de atar.
Algo tendrán que hacer los familiares del locutor-empresario José Luis Morales Peña “La Viborita”, pues sus síntomas de locura cada vez son más evidentes.
Una de sus más recientes jaladas fue alardear “desde la cabina del edificio inteligente”, que el obispo de Roma, Jorge Mario Bergoglio, es “El Papa de la Mexicana”.
Sí, leyó usted bien, “El Papa de la Mexicana”.
Agustín Morales padre, alias “Don Viborón”, debe hacer algo por y con su hijo –no sólo billetes–, pues su deteriorada salud mental va en aumento y, de no atender pronto su cada vez más alarmante esquizofrenia, podría significar la ruina de Radio Universal y, por supuesto, la del magnate de la radio, quien por su parte, se cree el verdadero Papa…, pero de “La Mexicana”.
¡Cuidado!
NADA DE CARNE…
El obispo y la Cuaresma: ni siquiera un “brinquito”.
Ayer miércoles José María de la Torre Martín “Ave de Tempestades”, que cobra como obispo de la Diócesis de Aguascalientes, exhortó a la feligresía, de “14 años de edad en adelante, a no comer ningún tipo de carne”, durante la cuaresma iniciada ayer.
Vamos, ni a tener relaciones sexuales, “porque es pecado”.
Y ya encarrerado, dijo que tampoco hay que hablar mal del prójimo, ni comer en restaurantes lujosos y sí en cambio donar ese dinero –“500 pesos o más– a Cáritas o algún asilo administrado por la Iglesia católica, para enseguida reflexionar: “… o dar alimento a algunas de las personas que andan en la calle”.
Así lo dijo:
“El ayuno tiene que ser beneficiario de una persona, ¿de qué sirve no tomar vino, no tomar bebidas alcohólicas o drogas, o alimentos muy selectos en Cuaresma, si a la hora de la hora no beneficia a los demás? No, no es así: si yo me voy a gastar 500 pesos en restaurantes el viernes porque me voy con mis amigos a comer mariscos, esos 500 pesos los doy a Cáritas, los doy a un asilo, los doy a una asociación… o les doy alimento a algunas de las personas que andan en la calle”.
Y para estar acorde con el inicio de la Cuaresma, el obispo se amarró la lengua y no habló mal de los “invertidos, jotos y lesbianas”, que tanto odia y ataca porque “esos no irán al cielo”.
Cosas cuaresmales, pues.
Así es que ya lo sabe el lector: “nada de carne, ni siquiera un ‘brinquito’“.
“¡AH PINCHI GOBIERNO!”…
Mientras que los productores de leche sufren, no sólo porque les pagan una miseria por el lácteo y porque el “pinchi gobierno”, vía Liconsa, ya no les compra la producción, la importación de leche en polvo en nuestro país está en su apogeo y en aumento.
¿Se trata entonces de darles en la madre a los lecheros mexicanos?
Pues tal parece que sí y como dice el gringo “mí no entender”, pues al permitir la nociva importación de leche en polvo o, lo que es peor, sus dañinos “derivados”, millones de dólares salen de nuestro “México lindo y herido” hacia el exterior por tan perversa compra, divisas que tanto se necesitan ante la alarmante crisis del peso mexicano ante el dólar.
Algo podrido hay en esta “chingadera” –diría Sergio Reynoso Talamantes–, pues basta recordar los negocios chuecos que hizo Raúl Salinas de Gortari “El Hermano Incómodo”, cuando era el “propietario” de Conasupo y Liconsa, pues basta recordar las compras millonarias que hacía, en este caso, de la peligrosa leche en polvo de Irlanda, luego de la contaminación que provocó “el accidente nuclear de Chernobyl”, en 1986.
No es de dudarse que los actuales dueños del país estén haciendo negocios “mala madre” con las importaciones de leche en polvo de mala calidad, en detrimento de los lecheros mexicanos y en beneficio de unos pocos políticos de “miércoles”.
El billete verde, más que el peso, es todavía más codiciado.
Estos políticos de mierda no tienen remedio. Y no sólo son los del RIP sino también los panistas que mal gobernaron el país con el mariguano Vicente Fox Quesada y el alcohólico Felipe Calderón Hinojosa al frente.
EL FLAMANTE AVIÓN…
De siete mil 500 millones de pesos, de Enrique Peña Nieto.
Pues ya nuestro verdugo Enrique Peña Nieto recibió su nuevo avión para pasear a su Gaviota, toda su prole y a altos funcionarios.
Y está harto contento, pues tiene a su servicio uno de los mejores aviones del mundo, “pero sin alberca”, dijo burlón el chapatín.
Quien está encabronada es la raza de bronce, que nomás no ve la suya, pues sufre hasta para pagar los 6.00 pesos que cobran los destartalados camiones urbanos, convertidos en ataúdes rodantes.
Y no crea usted, pero el copetón luego luego se dio color de la indignación popular que causó el súper avión, y salió con la siguiente jalada:
“El nuevo avión no es del Presidente, es del estado”, pues sí, el pueblo lo pagó y lo seguirá pagando, pero él ya lo utiliza y lo seguirá utilizando.
Igual, México no es del Presidente, pero lo maneja como si fuera suyo.
La historia:
El susodicho avión que ya estrenó Peña, dicen que nos costó algo así como siete mil 500 millones de pesos, pero que fue “un regalo que le hizo Felipe Calderón a su sucesor”, pues él negoció tal adquisición.
¿Por qué lo hizo si el borrachín panadero ya iba de salida?
Pues porque ese avión fue uno de los pagos que recibió Peña Nieto a cambio de impunidad, ya que Calderón robó a manos llenas y tenía cus-cus de ir a prisión.
Cosa parecida sucedió con el mariguano Vicente Fox Quesada: cuando vio que su compañera de partido, Josefina Vázquez Mota, no ganaría la elección presidencial: le quitó el “apoyo” y se entregó a los brazos de Peña Nieto “y todas sus víboras prietas y tepocatas”.
¿Por qué?
Pues porque, al igual que Calderón, Fox tuvo temor de que Peña Nieto, llegando a la Presidencia de México, lo metiera a bote, pues el mariguano, su esposa y entenados –los hermanitos Bribiesca– robaron más, mucho más que el alcohólico Felipillo Calderón.
Pero bueno, Peña Nieto está de estreno y cada día le caen mejor los panistas que, dicho sea de paso, le han aprobado la mayoría de sus reformas.
Por algo $erá, ¿no cree usted?
LA INSEGURIDAD…
Como el lector está enterado, la inseguridad en Aguascalientes está del cocol: asesinatos, asaltos, atracos, robos, fraudes, despojos y demás crímenes se han disparado sin que las autoridades hagan algo por impedirlo.
Pero…
Las gotas que derramaron el vaso fueron tres asesinatos: el de la comerciante Dora María Juárez López, su hijo Saúl Márquez Juárez y el adolescente Bryan Emmanuel Medina.
Los dos primeros crímenes acontecidos el pasado viernes 5, a plena luz del día y, el tercero, la madrugada del domingo 7. Ese día, Dora María bajó de la camioneta que manejaba su hijo frente a la sucursal de BBVA Bancomer ubicada en el edificio de la avenida Luis Donaldo Colosio Murrieta, esquina con avenida Independencia (por cierto, propiedad del exgoberladrón Felipe González González), para depositar alrededor de 500 mil pesos en efectivo y cheques.
A media banqueta, uno de dos motociclistas la sorprendió y pistola en mano le exigió la bolsa donde llevaba el dinero. La mujer se negó y opuso resistencia, fue entonces que el asaltante disparó y mató a Dora María.
El hijo, al querer bajar de la camioneta, recibió otro balazo del asaltante asesino; Saúl corrió para evitar más disparos, pero cayó agonizante en el camellón de la avenida Independencia, muriendo minutos después en un hospital.
Dos días después, la madrugada del domingo 7, en el prostíbulo “La Mezcalera”, ubicado frente al casino de la Feria, dos pandillas, en su mayoría integrada por menores de edad, se enfrentaron a golpes.
La riña se trasladó al exterior del bar y salieron a relucir los cuchillos.
Bryan entonces corrió presa del miedo, pero tras él fue Juan Pablo Rojas Silva, quien, al ver que Bryan tropezaba y caía al piso, se lanzó contra él y, sin misericordia alguna, lo asesinó de varias cuchilladas.
Primer caso.
La “banda de motociclistas”, como la llamó desde un principio el Fiscal general del estado, el sinaloense Óscar Fidel González Mendívil “El Niño Perdido”, ya tenía semanas “pegando” al norte de la ciudad, principalmente a las salidas de los bancos, pero las autoridades ni siquiera incrementaron la vigilancia en la llamada “zona dorada”.
¿Por qué no incrementaron la vigilancia a sabiendas que “la banda de motociclistas” estaba “pegando” ahí casi de manera cotidiana?
Expertos en la materia aseguran “sin temor a equivocarnos”, que fue porque la plaza estaba vendida a los criminales.
Segundo caso:
En el tercer asesinato pasó algo similar o, mejor dicho, con más descaro:
En el infecto prostíbulo “La Mezcalera” vendían, además de alcohol a menores de edad, drogas a la vista de todo mundo sin que ninguna autoridad lo impidiera.
¿Por qué?
Pues por la sencilla razón de que las autoridades municipales, o sea, Reglamentos, les cobra a todo su padrón una cuota mensual o semanal para que puedan hacer lo que les venga en gana: desde expender licor adulterado, lenocinio, cerrar al salir el sol, y hasta vender alcohol a menores de edad, lo que provocó el asesinato del adolescente Bryan.
Así las cosas, con la complicidad y protección de las autoridades, ¿cómo podrán combatir la inseguridad, si ellas mismas se muerden la cola?
Y CON ESTAS ME DESPIDO…
Mientras que las autoridades siguen “vendiendo la plaza” a los criminales, éstos seguirán robando y matando gente a placer.
Mientras que las autoridades sigan solapando a delincuentes, éstos seguirán haciendo de las suyas.
Mientras las autoridades continúen siendo cómplices de los vendedores de drogas, éstos continuarán envenenado a nuestros jóvenes.
Mientras que la oficina de Reglamentos, léase Jorge Álvarez Medina “El Vampiro”, continúe extorsionando a dueños de bares, cantinas, restaurantes, salones de fiestas, etcétera, seguirán trabajando al margen de la ley y ocasionando delitos al por mayor.
Esto, querido lector, es fácil de combatir: basta con que las autoridades se conduzcan con honestidad y hagan respetar la ley, pues el Gobierno tiene todo el poder político, económico y social.
Pero ¿qué se puede esperar de las autoridades, si descaradamente están coludidas con todo tipo de delincuentes por el billete que les genera esa protección?
¿Un ejemplo? Va:
Ahí tiene usted a los hampones Rodolfo Franco Ramírez y a su socia Ma. del Refugio Martínez Guardado, con más fraudes y robos que cuentas tenga un rosario, pero que presumen estar protegidos por el gobernador Carlos Lozano de la Torre y, a su amparo, no paran de cometer, fraudes y extorsiones al por mayor con total impunidad.
Y todavía los presumen: “¡Tenemos a todas las autoridades agarradas de los güevos!”.
Así, ¿cuándo o cómo se podrá poner un alto a la delincuencia, si son las propias autoridades sus protectores?
Colofón:
La Fiscalía recibe su mochada del hampa, y ésta se da vuelo.
Reglamentos extorsiona a los dueños de “negocios negros”, y éstos también se dan vuelo.
¿Qué recibe el gobernador Carlos Lozano de la Torre al “proteger” a esos delincuentes, Rodolfo que se dice ingeniero y que no lo es, y a Ma. del Refugio, que se dice licenciada y tampoco lo es?
Insisto: ¿Qué gana el gobernador?, es pregunta.
Ojalá y haya respuesta.
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 11).