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Al cura de la parroquia del Encino no le gusta ni que le tomen fotos… (Foto: Cortesía Parroquia de “Nuestro Señor de El Encino”)

A Dios lo que es de Dios… …

Y AL César lo que es del César, porque desde hace años que el cura de la parroquia del Encino “pintó su raya” y no aparece ni en las conferencias de prensa, ni en las fotos, para dar a conocer la trianada, la venta de paella, alcohol y otras cosas que son paganas, no religiosas.

Y PODRÁN tener réplica del Cristo Negro en la plaza de toros Monumental y los toreros persignarse antes de cada faena y todo lo que manden y gusten, pero las fiestas patronales se han vuelto algo totalmente ajeno a religiosidad.

ASÍ QUE las fiestas patronales, las que tienen que ver con la religiosidad, del Cristo del Encino se hacen con dinero de los fieles, para que ni empiecen que la derrama económica que deja vender alcohol, paella y demás, no es para la parroquia, porque consta que la reparación de la cúpula, que lleva años, ha sido a base de las aportaciones de los católicos que así quieren, donan porque quieren, nadie les exige y tampoco es para comprar su pase al cielo, ni que San Pedro vendiera boletos.

Y SU “PASEO” de toreros que pusieron en la calle Abasolo, que la volvieron peatonal, es una vacilada, porque los lugareños pisan las placas de los flamantes “matadores”, ni tantito “respeto”, porque aunque no les cuadre: la fe nada tiene que ver con las monedas… aunque nunca falta el Judas. (BDR).