Encuartelado
ASÍ DIJO que estará Javier Luévano Núñez, presidente estatal del PAN, en los próximos días en la Ciudad de México esperando que no le pase nada, ni un atraso en el tráfico, por ejemplo, a Juan Antonio Martín del Campo, para llegar de inmediato hacer válida el oficio de licencia de titular y entrar como senador emergente para votar en contra la reforma al Poder Judicial.
MIENTRAS TANTO, en la conferencia de prensa, Javier Luévano se deshizo en halagos para Paulo Martínez López, Enrique García López, Mónica Becerra y Elizabeth Martínez, por su trabajo como diputados federales.
UNOS LLEGARON por voto directo y otros por premio, pero el chiste es que ocupan la curul y fueron flores, halagos y casi que Aguascalientes les debe todo a este cuarteto.
BUENO, HAY uno que no acaba de desocupar su oficina en el Congreso del Estado y ya anda ocupando otra en San Lázaro. ¡Viva México! (BDR).
No les Queda
Y LUEGO de que “La Chuya” usara su florido lenguaje para referirse a los morenos, que obviamente son los que votarán a favor de la reforma, con aquello de que los agarren a “chingadazos”, poco faltó para que se rasgaran las vestiduras, hicieran buches con agua bendita y hasta rezaran el rosario (el que tiene Padre Nuestro y Ave María) para el “desagravio”.
¡POR FAVOR!, si son a los primeros que les encanta las mentadas de madre y protestar cuando no están de acuerdo y aventar golpes a quien se deja y donde caiga, y se pusieron a reproducir en todos lados el “güey” y “chingadazos” de “La Chuya”, a quien no bajaron de ignorante.
Y PENSAR que el pueblo les paga, y muy bien, a todos estos, no importa los colores, pero como dice la canción de Yuri: “todos son iguales”. (BDR).