Un Botón de Muestra de la Ineficiencia Judicial
Por Benny Díaz
Juan Rojas García, magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), ha declarado a reporteros reiterativamente de que “no mete las manos al fuego por nadie”, y por eso tal parece que hay jueces que hacen lo que quieren.
Está el caso de la persona a quien, a pesar de haber cumplido su condena, se le mantuvo privada de su libertad por meses, aunque Rojas García salió a decir que no fue culpa del Poder Judicial, sino “de otra autoridad (la penitenciaria)”, luego quien dejó libre a quien disparó e hirió a dos policías de investigación de la Fiscalía General del Estado y un policía estatal ahora sale a la luz otro caso, de los tantos que han de pasar por ese lugar y que no se saben.
Ana Luisa Padilla, titular del juzgado Segundo Mercantil, actúa de forma parcial, al menos eso ha quedado claro en el caso del expediente 3710/2018 que se ventila ahí y que ha hecho pasar las de Caín a una de las partes, quien en entrevista pidió guardar su nombre por temor a represalias.
Se trata de un préstamo que recibió, para el cual se firmó un pagaré y se llegó al grado de usura porque la deuda resultaba impagable.
Durante el litigio se presentaron varias irregularidades, pero el 12 de julio de 2022 se llegó a un arreglo y hubo desistimiento de parte de la demandante, ya que dicho préstamo se pagó a través del ISSSSPEA, ya que la persona deudora es pensionada de dicho ente.
A pesar de que hubo tal desistimiento y la deuda ya fue liquidada, la juez Ana Luisa Padilla se niega a entregar el pagaré a quien ya pagó y recurre a una serie de medidas legaloides para ir aplazando dicha entrega, a pesar de que la afectada ya está en su derecho de recuperarlo porque ya no adeuda nada, cosa que ha sido ratificada por el ISSSSPEA en tiempo y forma.
A casi dos años del desistimiento y de que la demandante ya dijo que está conforme y que no se le adeuda ni un peso, la juez y su séquito de colaboradores se niegan a hacer su trabajo como se debe y dan largas y más largas a pesar de los escritos y demás recursos que ha presentado la abogada de la persona que en su momento fue deudora.
Algo pasa en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado y del Poder Judicial, si Juan Rojas García no “mete las manos al fuego por nadie”, mínimo que ponga orden en sus subalternos para que desquiten el sueldo que se les paga con los impuestos de los ciudadanos y apliquen la ley como se debe y no a modo.
Y así se quejan luego de que se quieran hacer reformas.