“Hay que Tener Seguridad en el Futuro y Creer en el Resucitado”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Juan Espinoza Jiménez (Foto: Facebook Correo Diocesano)

“Los apóstoles cambiaron, eran traidores, mentirosos, interesados, mesiánicos y esperaban que Jesús fuera uno de los grandes de Israel de acuerdo a sus intereses, pero cuando se dieron cuenta de la resurrección de Cristo, cambiaron su manera de ser para seguir de cerca al Maestro y eso quiero proponerles a ustedes, que comiencen a vivir una vida nueva y podamos creer que para nosotros hay un tercer día como dicen las escrituras”, fueron palabras de la homilía del obispo de la Diócesis de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez.

En el domingo de resurrección invitó a los fieles a que “sintamos hoy al resucitado, quien nos brinda libertad interior y nos sintamos libres de los falsos sentimientos humanos, de las opiniones ajenas y nos enfoquemos en la experiencia pascual que brinda paz y armonía profunda en el alma, no a las amarguras o problemas emocionales ni mentales, no hay que dejarnos llevar por el pesimismo, hay que tener seguridad en el futuro y creer en el resucitado”.

Una expresión de la resurrección de Cristo es “la alegría interior, esa que nada en el mundo nos puede dar: ni los alimentos, licor, música, fiesta, descanso, baile, entretenimientos y diversiones mundanos, sino esa alegría que nace del alma, sentimos paz, gozo, armonía interior que no podemos describir con palabras”.

Jesús, al haber vencido a la muerte, nos brinda “consuelo ante las penas de la vida, nos da fortaleza para superar las pruebas y no se trata de un proceso mental, psicológico o neurológico, es, como dice el Papa Francisco: resiliencia porque Cristo está obrando en nosotros, sosteniendo nuestra vida, por eso hay que abandonarnos en Jesús, porque nos da vida”.

El purpurado también invitó a los creyentes a “administrar bien su vida, tener autodominio personal, controlar las pasiones, construir un futuro, pero ateniéndose a la sabiduría divina con decisiones firmes y certeras, reales para abrir el corazón a Dios. El amor del Señor supera toda pretensión humana y nuestra alma está plena, llena de vida, como nunca habíamos conocido un amor porque el humano es imperfecto pero el de Cristo es perfecto y por eso no podemos encontrar otro amor tan grande”.

Espinoza Jiménez exhortó a los fieles a vivir con plenitud esa vida nueva que ofrece Jesús, y desde ahora, siendo mejores personas.