“Prometen Resultados Rápidos sin Pruebas Sólidas”
Por Benny Díaz
Los festejos por Navidad, Año Nuevo y Día de Reyes están por llegar a su fin, semanas en las que la mayoría de las personas consumen alimentos altos en calorías por la cantidad de grasa y azúcar que contienen, además del exceso de las bebidas alcohólicas, combinación que genera aumento de peso y otras complicaciones para la salud si la persona padece alguna enfermedad, sobre todo crónico degenerativa y lo lamentable es que no se tiene la cultura de la prevención y buscan soluciones rápidas en los llamados “productos milagro”.
Esta práctica se incrementa en los primeros días del año, cuando las personas buscan de forma rápida perder peso y compran cápsulas, polvos y cuanta cosa encuentran en el mercado, con la falaz promesa de que en días o semanas perderán los kilos demás o recuperarán la salud si padecen otras enfermedades, advirtió Faustino Piñón Ramos, director de Regulación Sanitaria del ISSEA.
Los riesgos para quienes consumen este tipo de productos son altos, por eso la exhortación es a que no los compren sin tener la certeza de que “es un medicamento con registro sanitario emitido por la Comisión Federal para la Protección contra los Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Esto se puede saber verificando los productos, revisando especialmente que “no vengan en otro idioma, ni tengan frases como que tienen propiedades curativas o rehabilitadoras”.
Con la llegada del Año Nuevo, muchas personas se hacen propósitos y entre esos, uno muy recurrente es bajar de peso o cuidar su salud, pero no lo hacen de manera adecuada y quieren todo en la inmediatez, lo que compromete aún más su estado de salud.
“Los productos engaño son de dudosa procedencia, pues no hay verificaciones en las plantas de producción; se desconocen las condiciones de higiene, los ingredientes que contienen, las técnicas de elaboración o de almacenamiento, por lo que conllevan riesgos para la población”.
Lo que es peor, dijo Piñón Ramos, es que estos productos “suelen carecer de respaldo científico y pueden ser peligrosos e incluso para la vida de las personas que lo consumen, ya que prometen resultados rápidos sin pruebas sólidas, como curar múltiples enfermedades, controlar el peso, la diabetes mellitus, hipertensión, mejorar la memoria, la visión, disminuir o hasta eliminar los dolores reumáticos, incrementar la energía, entre otras”.
La mejor manera para quien realmente desee tener una vida saludable, es acudir con el médico, someterse a los análisis respectivos y luego seguir puntualmente el tratamiento y las indicaciones.
Faustino Piñón dio a conocer que de manera continua, la dirección a su cargo realiza operativos de verificación sanitaria. En diciembre pasado, por ejemplo, decomisaron más de 200 productos engaño o milagro.