Que “no se vea al Otro Como Enemigo a Vencer”
Por Benny Díaz
“A todos nos toca construir un México pacífico, con mayor desarrollo y mejores familiares en donde verdaderamente se ame y haya armonía, para continuar formando esa nueva civilización que María de Guadalupe le pidió a un humilde indígena en aquel diciembre de 1531 y que luego también fue parte del estandarte para conseguir la independencia de este país”, dijo el obispo Juan Espinoza Jiménez en su homilía.
En consonancia con el dogma de la Iglesia Católica, resaltó el papel de la mujer en la historia de la salvación, de María que aceptó ser la madre de Dios y que ha sido parte fundamental del catolicismo con las “múltiples apariciones” en diferentes advocaciones, pero siempre pidiendo que se despierte del letargo en el que está la humanidad y sigan los preceptos de su hijo para alcanzar la salvación.
“Es la reina del universo y en su infinito amor en la historia de la salvación y redención del ser humano hay que darle gracias por dar ese sí libre, humilde y lleno de amor que la convirtió en la madre de Dios hecho hombre, y que en el Tepeyac dedicó dulces palabras a Juan Diego para que se construyera una casita y que hoy lo sigue haciendo con gran ternura para que la edifiquemos en nuestro corazón”.
El purpurado pidió que “le mostremos respeto y sigamos su ejemplo para construir un mundo más justo, de fraternidad como el que vino a instaurar al regalarnos a su hijo Jesús, y hoy a nuestra señora de Guadalupe debemos ofrecerle nuestro mejor esfuerzo por vivir en paz con nuestras familias, ser mejores padres, más responsables, hijos obedientes, hermanos más amorosos. Ofrezcamos nuestro trabajo al realizarlo con el mejor esfuerzo y de forma responsable; los empresarios que hagan de sus empresas una verdadera familia en donde todos tengan sus derechos, salarios justos y se les pague completo para que tengan un digno sustento para sus familias, promuevan a sus trabajadores formándolos para que sus hijos tengan mejores condiciones educativas y de superación”.
Espinoza Jiménez continuó: “Donde se ama e invoca a la Virgen de Guadalupe hay amor, comprensión, respeto, ayuda mutua, perdón, reconciliación y misericordia, hay que tenerla muy presente para que no haya cabida a las injusticias y malos tratos”.
Instó a los católicos y guadalupanos “a construir esa casita sagrada que es algo simbólico, pero que haya amor, paz, fraternidad y no se vea al otro como enemigo a vencer, en la vida para subir puestos hay que ayudarse como hermanos y no destruir al otro, porque la vida es una escalera y hay que ayudarse unos a otros a subir los escalones, esa es la casa que pide la Virgen de Guadalupe y constrúyanla en su corazón y en su familia. Ninguno esté triste, ella es nuestra madre y nos ve con ternura y hay que agradecerle su intercesión para que crezcamos en la fe”.