La Competencia es Cada vez más Desleal: González
Por Benny Díaz
La problemática entre los comerciantes establecidos en el centro de la ciudad y los vendedores ambulantes sigue y no hay posibilidad de que se llegue a un acuerdo para que puedan trabajar ambas partes en armonía, porque quienes tienen locales pagan renta, servicios, salarios de trabajadores, IMSS, Infonavit, Impuesto de Nómina, Aguinaldos, SAT y otros impuestos, mientras que los que están en la informalidad obtienen todas las ganancias y en ocasiones hasta obstruyen la entrada a los locales comerciales.
Así lo dio a conocer Guadalupe González Madrigal, de Asociación de Comerciantes del Centro (Acocen), quien asegura que no es posible que se siga privilegiando a estas personas que llegan y ofertan todo tipo de productos y sobre todo en las temporadas que consideran “altas”.
Una de ellas está próxima, como es el quincenario de la Romería de la Asunción y aunque hay permisos especiales por la temporalidad de la fiesta religiosa en Plaza de Armas, hay quienes se extienden a otras áreas, lo que hace que cada día la competencia sea más desleal porque en el caso de quienes ofertan comida dejan en total desventaja a los que están fijos porque los clientes optan por comprar en los puestos semifijos.
Pero no sólo eso, también hay quienes venden regalos, ropa y otros artículos, por lo que para los que están agrupados en Acocen representan una merma significativa en sus ventas, porque tanto en la calle Moctezuma como en los andadores se llena tanto de vendedores ambulantes que no sólo dejan basura a su paso, sino que llegan al extremo de que se “cuelgan” de algunos servicios de los comercios establecidos, como luz e incluso agua.
El representante de los comerciantes establecidos manifestó que en reiteradas ocasiones se le ha pedido a Mercados Municipales para que ya no otorgue más permisos, ni temporales, porque atenidos a eso los ambulantes se siguen de largo cuando se vence.
Aunque se ha dicho que los permisos otorgados fueron desde hace años y que se deben renovar cada año, si no lo hacen, éste se pierde, pero también si el titular fallece o ya no puede seguir laborando puede pasarlo a algún familiar y se acepta.
González Madrigal asegura que esto los pone en total desventaja porque ellos, mes con mes, deben cumplir con todas sus obligaciones hacendarias, mientras que si los ambulantes fueran reubicados entonces sería más rentable para ellos y no se trata de perjudicar a nadie, sino que todos tengan las mismas oportunidades de venta.