Y en la Institución, “Desaparecen” Durante el Desayuno
Por Benny Díaz
Trabajó durante 27 años en el Poder Judicial y fue pensionada por invalidez, ya que por pasar la mayor parte de ese tiempo trabajando tras una computadora le diagnosticaron asteortrosis, que es un tipo de artritis que se produce cuando el tejido flexible en los extremos de los huesos se desgasta y el síntoma más común es el dolor de articulaciones en las manos, el cuello, la zona lumbar y las rodillas.
Su nombre es Juana María Díaz Ramírez y es pensionada del ISSSSPEA, una de las tantas afectadas porque sus ingresos se vieron mermados cuando les comenzaron a pagar en unidad de medida y actualización y no en salarios mínimos. Esto hizo que todo su mundo se fuera desmoronando poco a poco.
“Me dio cáncer de mama –cuenta–, lo tengo infiltrado, eso quiere decir que en cualquier momento me puede surgir en cualquier otro lado. Fue un tratamiento de 40 radioterapias y años de lucha, como consecuencia se complicó con otras enfermedades. Ahora también tengo fibromialgia que es conocida como la enfermedad del dolor, que también es incapacitante y hay días en que es casi imposible pararme de la cama”.
Pero no es sólo eso, también padece de insuficiencia venosa y baja presión constante, acompañadas de taquicardia.
Las medicinas son costosas y en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde recibe tratamiento médico no le pueden administrar todos los medicamentos que necesita y por eso es que ha pedido préstamo tras préstamos en el ISSSSPEA para poder costear no sólo eso, también consultas con médicos privados debido a lo espaciado que le ponen las citas con los especialistas.
“Todo se reduce a dinero y no se trata de algo que pueda ser reemplazado, lucho por mi vida. Han sido años y me he mantenido relativamente estable debido a todo esto que hago de ir con médicos especialistas particulares y comprar el medicamento, que no tiene el IMSS o que escasea, para poder llevar a cabo el tratamiento como es debido”, afirma.
Por todo esto es que en su momento acudió al ISSSSPEA en el sexenio de Martín Orozco Sandoval y, como ocurre con otros muchos de sus compañeros pensionados, no fue recibida y fue ignorada totalmente.
Creyó en el Cambio
Tuvo confianza en el relevo gubernamental y hace meses pidió ser recibida por la gobernadora Tere Jiménez Esquivel, ya que por tener adeudos ya no le prestan ni un peso más; cuenta con todos los documentos del IMSS (copias en poder de Página 24) en donde se avalan todas las enfermedades que padece.
“No estoy pidiendo nada que no sea que me respeten mi salario, no lo quiero ni para vacacionar o dilapidarlo en cosas sin sentido, es para mi salud. Tengo una familia, fueron 27 años de trabajo y en mi expediente, que pueden revisar, no hay ni un solo reporte por nada ni retardo. Y ahora lo que tengo son silencios y respuestas nulas mis peticiones”.
Desea hablar con la mandataria estatal porque Mario Álvarez Michaus ni el buen día se digna a darle y cuando acude a la Casa del Pensionado para hacer los trámites se encuentra con una burocracia abrumadora.
Los y las empleadas de ese ente se toman descanso exagerado “para desayunar”, porque pueden pasar 30, 40 minutos o más para que se dignen tomar su lugar y atender a las personas.
Juana María necesita comprobantes de sus pagos, mismos que se niegan a entregarle, cuando es uno de sus derechos.
Y para probar que sus palabras son ciertas, acudimos al lugar a la hora del “desayuno” de los empleados de la Casa del Pensionado, justo a las 10:00 de la mañana y ya no había ni una sola persona, 40 minutos después seguían sin aparecer.
Esa es la realidad en el ente a cargo de Mario Álvarez Michaus, en donde los pensionados parecen que pasan a ser de segunda o de tercera, porque al no estar en activo ya no “aportan” a sus arcas, sino que les deben de pagar lo que les corresponde por los años que se dedicaron a desempeñarse en cualquiera de las dependencias de gobierno del estado o de los municipios que pertenecen al ISSSSPEA.