En Cada Jornada Laboral Arriesgan su Vida
Por Benny Díaz
El diputado Cuauhtémoc Escobedo Tejada cree que quienes laboran como policías, tanto en la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), como las corporaciones policiacas de cada uno de los 11 municipios que conforman el estado, merecen acceder a una pensión a los 55 años de edad tras 15 años de servicio.
En este sentido, el perredista propone modificar la Ley de Seguridad y Servicios Sociales para los Servidores Públicos del Estado de Aguascalientes, con el objeto de reducir a 55 años de edad y con 15 años de servicio, el límite máximo para que trabajadoras y trabajadores de la seguridad pública, tengan el derecho a solicitar el inicio de procedimiento de la jubilación y entrega de su pensión por años laborados.
Escobedo, puntualizó que la reducción de la edad para acceder a la pensión de retiro por edad y antigüedad en el servicio para miembros de las instituciones policiales, se justifica por el riesgo que implica desempeñar este tipo de funciones y por ello la necesidad de salvaguardar a tiempo su integridad física y emocional, con el goce de esta prestación laboral.
La ley aplicaría para todos los empleados, pero en el caso de los policías el trabajo es muy exigente y estresante, los elementos viven en constante peligro, sin importar el área en estén, porque deben estar salvaguardando a todos los ciudadanos, pero no siempre están en igualdad de condiciones para hacerlo y deben manejar mucho más presión que el resto de las personas.
Aun cuando van a recibir atención psicológica para mantenerse en buen estado emocional y poder sobrellevar los problemas personales con los profesionales, es que se debe de permitir que a los 55 años de edad puedan jubilarse, porque son personas que, a diferencia de otros, no pueden estar con sus familiares en fechas y momentos especiales; se pierden cumpleaños de sus hijos y demás seres queridos.
En estos días optar por la carrera policiaca es porque se tiene una gran vocación, aunque reciban las capacitaciones adecuadas, terapias, mejoras salariales, prestaciones como acceso a vivienda e incluso a estudios superiores, todo eso lo tienen merecido cuando todos los días, en cada jornada laboral, arriesgan su vida.