“Hay que Recuperar al ser Humano”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Ramón Lucas Lucas (Foto: Ernesto Martínez Reyes)

“La violencia en México es preocupante y puede llegar a un nivel de anarquía, ya sea política, civil o la que sea, es una falta de respeto a la dignidad de las personas y obedece a otros intereses. Lo que menos le conviene a este país es eso porque le impide el desarrollo cultural, económico de un país tan hermoso, por eso se debe evitar que la violencia avance y no sólo que llegue a las personas, porque si lo hace a las insti­tuciones es muy problemático volverlas a rehacer”, declaró en conferencia de prensa el sacerdote español Ramón Lucas Lucas, profesor de la Pontificia Universidad Grego­riana y consultor del Instituto de Bioética de la Universidad Católica Agostino Gemelli.

Se encuentra en Aguascalientes para, durante una semana, impartir una serie de conferencia que tienen como finalidad “re­cuperar al ser humano”, algunas serán sólo para el presbiterio de la Diócesis y otras para el público en general y que tendrán lugar en diferentes espacios, como el Seminario y otros escenarios de la ciudad.

Aborto y Homosexualidad

El clérigo dijo que la verdad no siempre es lo mismo que la realidad y son las bases de sus conferencias, todo fundando desde la “divina revelación y en donde todo está fundado a través de la razón y la naturaleza de la persona humana”.

Manifestó que va más allá de ser católico, budista, protestante, ateo o seguidor de la santa muerte, “nos une el fundamento y se nos impone una realidad, pero cada ser humano tiene un valor y la diferencia es solamente cultural, religiosa, ecológica y de identidad, pero la verdad es que la cons­titución hormonal de una mujer no es igual a la de un varón”.

Ahí es la confusión, aseveró, porque “si dejamos fluir, la identidad de las mujeres no va a cambiar para mañana, es algo que permanece y esto lo vamos a platicar con una actitud abierta, de respeto hacia la pluralidad y diversidad, pero también con una actitud de verdad y de acercamiento a la realidad. Estos temas culturales cuestan mucho, porque están muy arraigados en nosotros por la forma de discutirlos, verlos y escucharlos”.

Por eso cree que lo que se haga a favor de lo que sea benéfico para algún sector hay que realizarlo bien y puso como ejemplo una ley que se aprobó hace tiempo en España para proteger a las mujeres de la violencia, pero fue con tantas lagunas que hoy en día los violentadores salen libres precisamente por lo mal hecha y ahora van a tener que “enderezarla”, cuando pudieron realizar un trabajo bien desde el principio.

“Cuando se homologa la igualdad entre el hombre y la mujer se debe entender que es desde la dignidad de la persona, no como género, porque hay diferencias que no se pueden cambiar”.

Lucas Lucas manifestó que no está ni en contra ni a favor del aborto, porque “con­sidero que lo que hay que promover es la dignidad humana a todos los niveles. Y es un tema que no se trata de ser o no católico, si la mayoría no está a favor es porque se respeta, pero es algo mucho más delicado y complejo, hay muchos intereses. Hay una carta del médico, no creyente, que realizó 75 mil abortos en los años 70 y cuando se fue perfeccionado la ciencia y vio por ecografías lo que pasaba con esa práctica se manifestó respecto diciendo que ya no quería, manifes­tó que además había en promedio 600 mil abortos clandestinos y esa fue la retórica que aprovecharon en Estados Unidos para hacer la ley de la despenalización por llevar a cabo ese acto”.

Con la homosexualidad, el sacerdote dijo que hay que hacer una distinción entre la tendencia, el acto y la cultura porque se pue­de tener la inclinación, luego estar seguida del acto pero eso ocurre sólo si la persona se acepta, mientras que la cultura se forma de varios elementos como conferencias, libros, películas, canciones, discursos y así hasta que en algún momento se convierte en ley.

Se asegura que hay que dar “edu­cación sexual a los niños desde la primaria, pero hay formas, no se les puede decir a niños de siete años de manera inadecuada cómo se procrea y nacen los seres humanos, no porque sea malo, sino porque no es el momento. Es lo mismo que si en ese grado la enseñan trigonometría, cuando es algo que se aprende en la preparatoria”.

Con todo esto, el sacerdote y conferencista dijo que no es quién para juzgar los actos de los homosexuales, solo aquellos actos que atentan contra la dignidad de las personas homosexuales.