“Sólo en Casos Necesarios es Aceptable”

Por Benny Díaz

La Virgen María es el modelo de mujer que acepta la voluntad de Dios, incluso convertirse en la madre de Jesús. La anunciación se le hizo sin estar casada y con fe ciega aceptó sin importar las consecuencias de estar embarazada en un tiempo donde eso era motivo para apedrear y asesinar a la mujer soltera que diera a luz a un niño, aseguró el obispo Juan Espinoza Jiménez.

Los planes de Dios para cada persona son perfectos, no se le cuestiona ni en las adversidades o en lo que como humanos nos parece que no está bien y que hasta nos puede poner en “peligro”, tal como lo hizo María, que sin chistar aceptó ser la madre del Salvador.

El pecado ha llevado a la humanidad a estar cada vez peor, en decadencia, y el tejido social muy corrompido. Y, lamentablemente, las mujeres, que antaño eran las principales promotoras para guiar a sus hijos en el camino de la religión y de hacer que las tradiciones cristianas prevalecieran, se han olvidado de ello y las consecuencias son un mundo cada vez más hostil y hasta peligroso.

Un mundo sin Dios no es nada y muchas mujeres han caído en la vanidad, en no aceptar desde el paso del tiempo y que con la edad se vayan generando los cambios normales y tampoco el cuerpo con el que nacieron.

Por eso buscan cambiar lo que por naturaleza tienen y acuden a colocarse más volumen en algunas partes, que les reduzcan otras en aras de tener el cuerpo “perfecto” y la belleza “eterna”, algo que es imposible.

Porque con todas las cirugías que se hagan o sustancias que se inyecten el remedio es momentáneo, y las consecuencias llegan en ocasiones a un precio muy alto, porque las puede llevar a la deformación e incluso a la muerte.

Por eso el llamado fue a tener la sabiduría y confianza en sí mismas para aceptarse y aceptar el envejecimiento con dignidad, porque la lozanía no es para siempre y las arrugas y las canas también son belleza, dependiendo de cómo se viva.

El obispo dejó claro que hay cirugías estéticas que son aceptables, como cuando se sufre un accidente o hay quemaduras y se tienen que reconstruir ciertas partes, también si hay alguna malformación congénita, “pero donde se atenta contra la voluntad de Dios es cuando se hace por vanidad y buscar la perfección según los cánones establecidos por ‘belleza’”.

Cada persona es única e irrepetible y es perfecta desde el momento en que fue hecha a imagen y semejanza de Dios.