Fotografía relevante a la nota.

En su casa del fraccionamiento Del Valle, se ahorcó Adolfo “N” “N”, de 75 años

Ayer, dos un joven y un septuagenario optaron por escapar por la puerta falsa, en Jesús María y la capital del estado respec­tivamente.

En el primer caso, la víctima se quitó la vida ahorcándose, protagonizando así el suicidio 108 del año y el primero de octubre.

El que escapó por la puerta falsa, por motivos que se desconocen, fue Juan Daniel Balderas Lara, que contaba con 18 años.

Minutos después de la una de la tarde de ayer, José Antonio Lara Rodríguez, de 40 años, arribó al rancho Los Adames, situado en el camino a La Biznaga, en Chicahua­les, Jesús María, para iniciar sus labores cotidianas.

Al ingresar al cuarto que habitaba su so­brino Juan Daniel, grande fue su sorpresa al encontrarlo suspendido del cuello con una cuerda amarrada a una vigueta. Espantado, el trabajador salió para llamar al servicio de emergencia 911.

A los pocos minutos arribaron policías municipales y paramédicos de la Secretaría de Salud de Jesús María, los cuales confir­maron la muerte del muchacho.

Posteriormente se presentaron para dar fe del cadáver elementos de la Dirección General de Investigación Pericial y de la Unidad Especializada en Investigación de Homicidios de la Fiscalía General del Estado.

Al término de las diligencias del caso, los peritos trasladaron el cuerpo sin vida al Servicio Médico Forense.

El Suicidio 109

Un septuagenario esperó a que su esposa acudiera a misa para quitarse la vida, en el fraccionamiento Del Valle.

Se trata de Adolfo “N” “N”, de 75 años, autor del suicidio 109 del año y el segundo de octubre, quien sufría depresión.

Todo comenzó alrededor del mediodía de ayer, cuando María Elena “N” “N”, de 77 años, salió de su casa situada en la calle Nápoles 807, para ir a un servicio religioso.

Al volver, una hora y media después, comenzó a buscar a su marido hasta que lo encontró en el patio trasero, suspendido del cuello con un cable eléctrico blanco con negro sujeto a una protección.

A pesar de la terrible sorpresa, la mujer corrió por unas tijeras y cortó el cable que aprisionaba el cuello de Adolfo, para luego llamar al servicio de emergencia y a sus familiares.

A las 13:38 horas policías municipales del Destacamento Pocitos y paramédicos de la Secretaría de Salud recibieron el alar­mante reporte y acudieron para confirmar el deceso.

Para dar fe del cadáver se presentó per­sonal de la Fiscalía General del Estado y elementos de la Dirección General de Investigación retiraron el cuerpo sin vida para su traslado al Servicio Médico Forense.