Padre y Tías de la Víctima Piden sea Castigada
Por Benny Díaz
José Armando Martínez Castañeda, padre del pequeño Edwin Josué Martínez Mauricio, acompañado de su familia, exigió que se haga justicia, pero no sólo en contra del asesino material, sino también contra la madre del niño, María Leticia, por encubrirlo cuando sabía que lo maltrataba.
En la puerta de acceso a Catedral, la familia Martínez Castañeda mostró toda su indignación y frustración por lo ocurrido, ya que cuando se dio la separación entre José y María Leticia y entraron en proceso judicial, un juez determinó que el pequeño se quedara con la madre.
Como es común en estos casos, la madre no permitía a José que conviviera con Edwin, luego conoció a Francisco, con quien decidió rehacer su vida y tuvo un hijo con él.
“Ella sabía que golpeaba a mi sobrino –dijo María de San Juan Martínez Castañeda-, y nunca lo denunció, al contrario, lo encubría y el día que ocurrieron los hechos, en cuanto supimos llegamos a Jesús María para ayudar a buscarlo; ella no quería, pero aun así buscamos y no lo encontramos”, aseguró.
Ellos viven en Villa González Ortega, Zacatecas, por eso era complicado que el padre de Edwin estuviera al pendiente de él todos los días, pero por los problemas de pareja tampoco había oportunidad de convivir y de que el niño le dijera del maltrato que padecía.
Hasta que pasó la tragedia José Armando supo que su hijo era golpeado constantemente por el drogadicto y cobarde Francisco Javier Plácido, y ante esto, María Leticia ni defendía al pequeño y menos denunciaba al hombre.
La tía del pequeño también declaró que “incluso cuando Leticia supo que estaba desaparecido rechazó la ayuda de la policía para buscarlo”.
Lo lamentable es que nadie ayudó en su momento al niño, ni su madre, ni los vecinos que escuchaba a cada rato el llanto de Edwin a consecuencia de las golpizas que le propinaba Francisco.
Por la omisión de Leticia, quien prefirió proteger a su pareja que a su hijo, es que los familiares paternos de Edwin buscan que también a ella se le finquen responsabilidades judiciales y que pague por haber permitido el sufrimiento de su hijo.
Y lo que es peor, sabía que lo golpeaban prácticamente a diario y ni así permitía que Edwin tuviera contacto con su padre, quien asegura que se lo hubiera llevado para brindarle los cuidados y protección que el niño merecía.