La Fiscalía General del Estado, mediante un escueto comunicado, informó ayer que mediante análisis genético se logró confirmar que el cuerpo hallado el pasado miércoles en un predio rústico del Chichimeco, en Jesús María, es el del menor de siete años que se encontraba desaparecido.

El padrastro del niño, Francisco Javier Plácido, es investigado como el perpetrador del homicidio y de comprobarse su respon­sabilidad, podría pasar hasta 40 años en la cárcel.

María Leticia Mauricio, de 27 años de edad, madre del menor, indicó en su declaración que estaba internada luego de una cirugía. Cuando fue dada de alta fue recibida por Francisco quien le informó de la desaparición del menor, asegurando que lo había mandado a la tienda pero que ya no había regresado a su domicilio en la calle Abasolo, en la Zona Centro de Jesús María.

Por su parte, el responsable fue inconsistente en su declaración, además de que cambiaba la versión de los hechos. Finalmente dijo que al momento de intentar bañarlo, el niño se resistió por lo que hubo un forcejeo en el cual se resbaló y sufrió un fuerte golpe en la cabeza, por lo que ya no respondía a estímulo alguno. Posteriormente trasladó el cadáver hasta la zona donde fue hallado, donde le prendió fuego para borrar evidencias.

Vecinos de la zona han declarado que el pequeño era víctima de constantes maltratos por parte de su padrastro, que incluso el lunes acudió a una de las tiendas donde una encar­gada se percató de que tenía molestias en la espalda y al preguntarle qué le pasó, él afirmó que se había pegado con una varilla.