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Juan Manuel Flores Femat (Foto: Archivo Página 24)

¿Será?

SEGÚN JUAN Manuel Flores Femat, el departamento de Regulación Sanitaria del ISSEA se puso a hacer muy bien su tarea. Visitaron todos los anexos habidos y por haber para corroborar si cumplen los requisitos para tener adictos con la intención de desintoxicarlos, darles las herramientas psicológicas, emocionales, espirituales y hasta de trabajo para que se reinserten en la sociedad y se aparten de esa enfermedad, que lamentablemente es vista como un vicio.

ESOS ANEXOS parecen como Oxxos, pululan por todos lados, sobre todo en las colonias donde más consumo de droga hay, como el oriente y el sur, casas en donde dizque los tratan muy bien y en tres meses salen listos para olvidarse de cuanta porquería entrara a su organismo.

LE CREEMOS al secretario que “casi todos” hayan pasado la prueba, pero lo que no dijo es que parte de la “recuperación” en esos lugares es tratarlos como parias y hasta golpes les dan.

ENTONCES, ¿CUÁL recuperación?, si no es una ni dos, muchas veces los que saben de problemas emocionales, como los psicólogos, han dicho que la razón principal por la que hombres y mujeres caen en eso es la “falta de amor y cuidados”.

SI POR un lado Flores Femat reconoce que las familias en la entidad son disfuncionales, es poco creíble, pero muy poco que en esos anexos, aunque tengan certificación de Regulación Sanitaria, logren recuperar a los pacientes en tres meses.

Y AUNQUE no lo crean, según los protocolos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), parte importante de ese tratamiento integral es que esas personas tengan ayuda espiritual (no importa en qué crean), pero se requiere esa parte para que vayan lidiando con la carga y las heridas emocionales que traen arrastrando.

ASÍ QUE pueden estar limpios los famosos anexos y hasta con personal del DIF, aunque haya uno que otro que también necesita ayuda psiquiátrica porque son los que ayudan a trancazos. Nomás hay que recordar al niño de 11 años que por no tener a dónde llevarlo, fue enviado a uno de esos lugares donde pasó un verdadero infierno.

ENTONCES PODRÁN estar muy bien equipados los espacios y algunos hasta con servicio VIP, por aquello de que no sólo les den verduras de las que recolectan en el agropecuario todos los días, pero ¿el personal con el que cuentan está lo suficientemente capacitado para eso?, ¿empezando por los representantes del DIF?

Y SI A LOS familiares de los anexados les cobran lo que quieren, mínimo 3 mil pesos al mes, además de exigirles llevar despensa y artículos para la higiene tanto del lugar como personal, entonces como por qué siguen multiplicándose escandalosamente los que todos los días piden “cooperación” para “ayudar” a la rehabilitación.

ESO HUELE más a negocio redondo que a funcionalidad y resultados. Porque la gran mayoría cuando sale, regresa a las andadas y sigue consumiendo toda esa droga que el poli Porfirio dice que mejor ni se fatiga en decomisar, porque más se tardaría en cargarla que en que llegara mucha más. (BDR)