Por Alain Luévano Díaz
AUNQUE ASEGURA ser defensor de la “autenticidad”, “seguridad”, “privacidad” y “dignidad”, con una “política corporativa de los derechos humanos”, Facebook comete injusticias castigando a usuarios reales, con trayectoria honesta y pública; los discrimina, destruye evidencias de años de trabajo y, en el colmo del asunto, protege a delincuentes que roban identidades. Detallo dos casos ocurridos recientemente en Aguascalientes.
EN MI EXPERIENCIA personal, Facebook se ha negado a dar de baja la cuenta de un impostor que con total desfachatez se adjudica la identidad de mi padre, Ramiro Luévano López, y se presenta como director de Página 24, utilizando una fotografía de él y material de este diario, sin lugar a dudas para realizar actos en contra del dueño y director de esta Casa Editorial.
DE NADA han valido los trámites realizados ante la empresa fundada por Mark Zuckerberg para que dé de baja ese perfil espurio (https://www.facebook.com/RamiroLuevano1944), a pesar incluso de que hemos proporcionado a Facebook documentos confidenciales para acreditar la identidad de Ramiro Luévano López, por lo que el usurpador sigue violando a cada segundo la ley al mantener esa cuenta ilegal y perjudica a mi padre sin que a Facebook le importe un comino… lo más que ha hecho es “investigar si el perfil infringe nuestras normas comunitarias” para luego concluir que “no lo hace”.
OTRO CASO incomprensible es el que sufrieron recientemente los alrededor de 50 miembros de la “Familia Dieciochera”, vecinos de los fraccionamientos Rodolfo Landeros, Miradores, Cumbres, Estrella, entre otros de Aguascalientes, que se asumen como cholos y se reúnen semanalmente para realizar “misiones” o “bendiciones”, que consisten en “visitas que realizamos todo el equipo, algún enfermo en donde rezamos, apoyamos al enfermo y quien lo cuida y entregamos la ayuda como pañales, kilo de ayuda, medicamento, mesa de dulces, etcétera, que sea posible acorde con nuestra capacidad” (ver: “Familia Dieciochera”, de Omar Alejandro Cantero Carranza, en Página 24, 17 de julio de 2021, https://pagina24.com.mx/2021/07/17/columnas/familia-dieciochera/)
ADRIÁN GERARDO Rodríguez Sánchez, colaborador de este periódico, define así al grupo: “La Familia Dieciochera es un colectivo honesto dedicado a trabajos comunitarios, que de manera organizada ha tomado las riendas de garantizar derechos, en la alimentación y en la salud de las personas de escasos recursos en Aguascalientes. La visibilización de los trabajos de la Familia Dieciochera es trascendente. De ello depende en gran parte que el Pueblo la pueda contactar para expresar necesidades en sus comunidades”.
PUES BIEN, a algunos les ofendió las meritorias actividades de estos jóvenes y decidieron realizar un burdo ataque: reportaron el muro de Facebook de la Familia Dieciochera, y el de sus líderes Omar Cantero, Jorge “El Miklo” Zamora y el Siria, acusándolos de ser “criminales” “terroristas”, “racistas”, y “predicar el odio”, logrando que cerraran terminantemente sus cuentas, sin que les den oportunidad de recuperarlas.
CANTERO INFORMA a quien esto escribe que “el contexto es que a lo mejor somos chavos en situaciones vulnerables, pero eso en la forma de vestir no conlleva a que te critiquen. Se perdió el trabajo de la página, cuatro años que se venía trabajando esa página, de lo mío se pierde el blog que había hecho ahora que anduve en la campaña que había iniciado; la página de la bolsa de trabajo del barrio; se pierde una página de arte y cultura en mi barrio en donde se expresa la parte creativa del cholo, y se llevan mi perfil tal cual. No conforme con eso se llevan también el del compañero Jorge Zamora, mejor conocido como ‘El Miklo’, y el de ‘Siria’. Se perjudicó a la Familia porque ahí era donde mostrábamos o dábamos a conocer lo que a lo mejor en alguna ocasión alguien nos donó, algo que era tangible”.
FRUSTRADO Y un tanto resignado, Omar señala: “¿qué más puedo decir?, no hallamos cómo recuperar eso, cómo recuperar el trabajo más que nada. En mi perfil desde que inicié con Facebook estaban los trabajos de 11 años y luego la incorporación a la Familia. Todo se perdió de cierta manera. Hay unas cosas que sí las podemos recuperar, pero el trabajo tal cual, ya histórico que se venía realizando ahí, pues ya no está. Esa cadena de trabajo, esos videos a lo mejor no se pueden recuperar entonces”.
PARA EL activista no hay duda que Facebook y los denunciantes anónimos los agredieron por su forma de ser: “nos discriminaron totalmente, discriminaron a la familia por la forma de vestir, por el lenguaje. A lo mejor no hablamos como ellos quieren, nuestra forma de vestir, nuestra forma de hablar, nuestra forma de actuar es diferente. Es muy muy triste, muy lamentable esto, porque pues no hallamos cómo recuperarlo”.
AL RESPECTO, Adrián Gerardo Rodríguez comenta en redes sociales: “expresamos nuestra preocupación de que Facebook haya cancelado su cuenta en esta red social, aduciendo que en ella se muestra terrorismo y crimen organizado. TODO LO CONTRARIO: en la página de Facebook de la Familia Dieciochera se muestra el trabajo de varios años de este colectivo dedicado a servir al Pueblo, a sus necesidades, de manera totalmente desinteresada”.
BASTAN ESTOS dos botones de muestra para comprobar que los controles de Facebook sobre sus usuarios son notoriamente deficientes, evitando que una organización sana y humanista como la Familia Dieciochera pueda recuperar su material y seguir interactuando en esta popular pero injusta plataforma, ni que se le ponga freno a los usurpadores de identidad.