UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
DE VERAS; ¿A QUÉ LE TIRA ARTURO ÁVILA?…
Mucho se ha comentado de las peripecias perversas y gandallas del tristemente célebre Francisco Arturo Federico Ávila Anaya, quien en 2019, abanderado por Morena, fracasó rotundamente en su proyecto de ser alcalde de la capital de Aguascalientes; Arturo es un tipo esquizofrénico que de la Ciudad de México echaron en corrida; el hombre que presume doctorados, licenciaturas, postgrados, cursos de superación personal –que tomó con su cercano amigo y guía espiritual, Keith Raniere, creador y líder de la Secta NXVIM, a quien por algún tiempo le siguió los pasos, logrando reclutar mujeres y hombres jóvenes que querían superarse bajo su dirección (la foto de Arturo y sus “muchach@s” es de aquellos años) – etcétera.
Arturo Ávila Anaya pulió su verbo, sus dotes de malandro, su mendacidad y perturbada audacia con el gringo Raniere, detenido aquí en México en marzo de 2018, y deportado a Estados Unidos, acusado y declarado culpable de asociación delictiva, conspiración, tráfico sexual y posesión de pornografía infantil, etcétera.
Y cuando se descubrió que Keith Raniere había sido encontrado culpable y sentenciado a 120 años de prisión y que podría seguirle los pasos, Arturo terminó por confesar todo lo que sabía de su mentor y así evitó ser acusado, pues de victimario pasó a víctima: de este tamaño es la labia que tiene el expupilo de Raniere.
A Arturo se la ha señalado mediáticamente de ser prestanombres y lavador de dinero de importantes políticos, entre ellos de Carlos Lozano de la Torre, pues fue durante su gobierno que el chilango creció de manera descomunal y sospechosa.
De fundar su “empresa” IBN Industrias Militares con tan sólo 50 acciones de mil pesos cada una (él aparece como dueño de 49, y su esposa, Clayna Scarlett Aiza Verboone, originaria de la Ciudad de México, con una de mil pesos), poco tiempo después Arturo y su principal socio-promotor, el gobernador Carlos Lozano de la Torre, revelaron que el Grupo IBN tenía inversiones por alrededor de 400 millones de pesos, ¿de dónde?: “De mi éxito como empresario”, lo ha alardeado a los cuatro vientos porque “somos un grupo especializado en la defensa, blindaje aeroespacial, automotriz y militar.
Además de ser socio tecnológico y desarrollador de las empresas más importantes del mundo, en el campo de la tecnología, inteligencia, armamento, seguridad y Big Data”, chingón, ¿no cree el lector? Pero pues es puro bluff, como cuando dice que es “experto en seguridad”, pero hace años intentaron secuestrar a su mujer Clayna Scarlett y la sacó no sólo de Aguascalientes, sino del país.
Y desde entonces la familia Anaya-Aiza tiene su residencia en San Diego, California, Estados Unidos.
Ilógico que haya sacado a su esposa del país -y a sus dos hijos- por “un intento de secuestro”, cuándo él es un experto en seguridad y “propietario del Grupo IBN Industrias Militares, que tiene a 600 trabajadores y se codea con las empresas de seguridad más importantes del mundo”, según alardea.
Pero ¿no es incongruente que su familia resida en los Estados Unidos, siendo él un “experto en seguridad”?, es pregunta.
¿No es incongruente de que tenga inversiones por alrededor de 400 millones de pesos y deba dinero a medio Aguascalientes, no pague las cuotas del IMSS y del Infonavit y en ocasiones no traiga ni para el “refre”? Por supuesto que es incongruente pero además sospechoso y me atrevo a decir que Francisco Arturo Anaya Ávila, es un impostor, un farsante, un embaucador, un delincuente de cuello blanco, pero muy habilidoso porque sería capaz de venderle la Torre Eiffel al presidente de Francia Emmanuel Macron; o al Papa Francisco un falso trozo de la cruz donde fue sacrificado Jesús de Nazaret.
De ese tamaño es el chilango que intenta sorprender a los aguascalentenses diciéndose el Rey Midas, que todo lo que toca lo convierte en oro.
Si así fuera, Arturo no tendría empacho en dar a conocer su Declaración Patrimonial 3de3, como lo prometió cuando en 2019 anunció que se metería a la política para regresarle a la tierra de la gente buena lo mucho le que le ha dado, pero perdió por más de dos votos a uno y se olvidó por completo de dar a conocer a quiénes pusieron los billetes para la creación y funcionamiento de empresa IBM que, además se dedica a vender pruebas para detectar el COVID-19, a gobernadores venales y de mala fama como Javier Corral de Chihuahua.
Una cosa es cierta: después del domingo 6 de junio próximo, cuando el electorado de Aguascalientes le de otro revés, sus socios, que los tiene y oculta, querrán recuperar su dinero, como también sus acreedores que son muchos.
Otra cosa: Francisco Arturo Federico Anaya Ávila, quien en el debate del martes 25 de mayo se vio nervioso y aventando mierda para todos lados, no es “moreno”. Es un advenedizo y convenenciero irascible.
Después de su aplastante derrota en 2019, Arturo Ávila Anaya, “MBA Presidente IBN y B analytics Experto en Seguridad Nacional y (sic) Inteligencia Artificial”, escribió su “columna semana”, en SDP: “La 4T no puede hacer esto”
“Muchos de los que votaron (sic) por AMLO lo hicieron a sabiendas de que no podíamos seguir igual. Los actos de corrupción en el gobierno anterior fueron tantos y tan sonados que el electorado decidió castigarlos a través de su voto. Y es que los casos fueron muchos, como la casa blanca, la estafa maestra, Odebrecht, el paso exprés de Cuernavaca, el espionaje que se hizo contra periodistas, los desfalcos en los gobiernos estatales de Veracruz y de Chihuahua, entre otros. Estos casos, en cualquier otra parte del mundo habrían terminado al menos con la renuncia de los titulares de las dependencias o gobiernos señalados, y con una investigación a todos los responsables, incluido el mismo presidente.
“Los votantes –continúa Ávila Anaya– decidieron castigar a los corruptos y la plataforma más atractiva, la que prometía acabar con ese sistema corrupto fue la que encabezaba López Obrador. Sin duda, la esencia de la 4ª Transformación –independientemente de los otros proyectos del gobierno–, es el combate a la corrupción.
“Por ello causa asombro lo que se publicó hace unos días en la revista Proceso, que señala que la llegada de la nueva administración causó un ‘boom’ de nuevas empresas con la intención de convertirse en proveedoras gubernamentales.
“De acuerdo con la investigación que se publica en el semanario, 171 compañías fueron creadas entre noviembre del 2018 y diciembre del 2019 y recibieron transferencias por 366 millones de pesos en el primer año de la nueva administración. Del total de contratos 71%, fueron otorgados por adjudicación directa, el 16% por sistema de invitación a tres personas y sólo 13%, fue bajo licitación pública. El problema que la mayoría de los contratos se otorguen por medio de adjudicaciones directas incita a que se realicen prácticas de corrupción y de generar un entorno en el que se desincentiva competencia.
“Cuando ocurre esto que publica la revista se genera una muy mala señal, no sólo para los ciudadanos, sino también para los empresarios. Imaginemos a personas que llevan muchos años tratando de consolidar un proyecto empresarial, empeñando trabajo y esfuerzo todos los días, y ver que de pronto surgen ‘empresarios al vapor’ (sic) que constituyen compañías y se les adjudican contratos millonarios en poco tiempo. Esto va en detrimento de la sociedad, de los empresarios y de la cultura de la competencia. Además, no es justificable porque se vuelven a las prácticas que tanto se criticaron en su momento.
“En estos casos no aplica la máxima de que el fin justifica los medios. Es entendible que haya una mafia, como se ha demostrado en el sector de los medicamentos, pero aún con todo eso, la política debe ser la herramienta más importante para destrabar las situaciones que implica realizar compras de emergencia. Siempre se debe de considerar al mejor proveedor, el más calificado y al que puede generar un impacto positivo para México. En algunos casos se entiende, especialmente en aquellos que aborden temas de seguridad nacional o por cuestiones de fuerza mayor que justifiquen las adjudicaciones directas, pero es injustificable la creación de nuevas empresas para otorgar beneficios a empresas que no van a pagar impuestos, que no van a generar fuentes de trabajo y que no generan inversiones.
“Mi impresión es que el presidente no es el promotor de este tema, pero hay que investigar a quiénes lo están haciendo. En beneficio de la actual administración, ojalá se llegue hasta las últimas consecuencias en estos casos y que también se investigue quién está detrás de la operación de estos recursos y que se transparente más el manejo de los recursos públicos porque de lo contrario vamos a volver a caer en las prácticas del pasado.
“A río revuelto, ganancia de pescadores”.
Hasta aquí la columna del decepcionado “morenista” que, a río revuelto, le tocó puro chile, mientras él luchaba, en vano, por sacar de la alcaldía de Aguascalientes, al PAN. No obstante de estar “decepcionado, del gobierno de la 4T”, ahora retoma la bandera de Morena buscando, por segunda ocasión, ser el próximo alcalde de la capital.
Una cosa es cierta: Arturo volverá a perder y regresará a despotricar contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Al tiempo.
EL RETORNO DEL ESPÍRITU DE LA DERROTA DE 2019...
Pues aparentemente el numeroso grupo de los “Obradoristas” que estuvieron por meses luchando en contra de la candidatura de Arturo Ávila, quien ni siquiera está afiliado a Morena, fumaron la pipa de la paz y dejarán de echarle carrilla al dizque propietario y presidente del Grupo IBN.
Y Arturo, sintiéndose también propietario de Morena y de su sede local, se le paró de pestañas a nuestra compañera Benny Díaz y mandó a su jauría a obstaculizar su trabajo, porque siempre le hace preguntas que le molestan como esa del martes 25 cuando le preguntó por qué no ha hecho pública su Declaración Patrimonial 3de3, para que la raza de bronce se entere cuánto vale su orgullo y quiénes son sus socios, pero el hombre que dice no “mentir, no robar y no traicionar al pueblo” mandó a su jefa de prensa, una tal Araceli Galaviz, para intentarla callar y después correr de la sede de Morena a nuestra compañera, quién les reviró: “Si no les gusta que les haga preguntas ‘incómodas’, ¿para qué me invitan? Yo no vine a cubrir su evento por mi cuenta, sino porque me invitaron y no me voy hasta terminar con mi trabajo”, les dijo palabras más palabras menos, la periodista que ya tiene muchos años en el oficio y que es una de las fundadoras del diario hermano Página 24 Aguascalientes.
Así de nervioso anda Arturo, a quien no le gusta que le hagan preguntas incómodas, porque entonces bufa de coraje; pobre hombre desquiciado, ¿se lo imagina el lector como presidente municipal? Bueno, la verdad es que el espíritu de la derrota de 2019 –cuando la carilinda Tere Jiménez Esquivel sepultó con toneladas de elotes, sus sueños guajiros de ser alcalde de la capital– vuelve a rondar la sede de Morena, y los pen…tontos fingen no verlo.
Y CON ESTA ME DESPIDO...
“NO ES MORENO, ES ESE CABRON ADVENEDIZO...”
Son muchos los morenos auténticos que siguen sin querer a Arturo Ávila, ¿por qué? Pues porque el chilango, que presume una fortuna de 400 millones de pesos, no sólo se siente superior a toda la raza de bronce, que es la mayoría, sino que ahora, en su loco afán de ganar votos, está en contra de los principios del partido de AMLO y anda de nalgas prontas con los Fifís, y en contra de los matrimonios igualitarios, en contra del aborto y se dice poseído por Juan Diego, por lo que, enfundado en su chaqueta de Morena, va en busca de la Guadalupana y, postrado ante la madre de dios, musita oraciones y peticiones: Madrecita, tú que todo lo puedes, ayúdame a derrotar a Leo, Luis Armando, el Grabiel, a Norma “La Chingona” y escóndeme de mis acreedores, que no están convencidos de que cuando tú me hagas alcalde de Aguascalientes, les pagaré todo los que les debo de un jalón.
Pero los morenos, que son medio ateos y no creen ni en Nano Pancho, ya se pusieron de acuerdo para sacar de Morena a “ese cabrón advenedizo, hijo del priísta Carlos Lozano de la Torre, quien es el verdadero dueño del billete que tanto presume Arturo Ávila”: No vamos a votar por Morena para la alcaldía, vamos a votar por Leo, Luis Armando o el Gabriel, pero si vamos a votar por los candidatos de Morena a diputados, porque nosotros sí queremos ser parte de la 4T, pero a ese hijo de Carlos Lozano de la Torre, ni un voto.
Dos de los cientos de contras que sí dieron la cara, son Marco Vinicio Saldaña Valero y Nezahualcóyotl Castañeda Leyva, porque “ellos – Arturo y sus protectores– quieren llevarse nuestros sueños y dejarnos sólo pesadillas”.
Así es que si usted es de los auténticos “prietitos”, el próximo domingo 6 de junio vote por los candidatos a diputados por Morena, pero no por Arturo, hijo de… Carlos Lozano de la Torre que, siendo gobernador de Aguascalientes, hasta el agua les robó a los ejidatarios de El Milagro, para convertir su polvoriento, pero gigantesco rancho de La Campana, en un vergel, donde acostumbra recibir al “Chupacabras”, Carlos Salinas de Gortari.
“Morena sí, Arturo no”, es la consigna de los “verdaderos Obradoristas”.
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 27).