UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
EL MUNDO AL REVÉS…
Ahora resulta que si usted es víctima de un robo, un fraude, un atraco, un asalto, etcétera, los ladrones lo amenazan con meterlo a la cárcel.
Sí, querido lector, a la cárcel, por no dejarse robar lo que a usted le pertenece y que mucho trabajo y sacrificio ha logrado.
Sí, a la cárcel, al menos eso es lo que anda pregonando el abarrotero Felipe González González, exgobernador de Aguascalientes, exsubsecretario de Gobernación, exsenador de la República, vía sus testaferros Rodolfo Franco Ramírez y Ma. del Refugio Martínez Guardado, conocidos delincuentes de cuello blanco con largos rosarios de ilícitos cometidos contra bancos, comercios, personas físicas, exalcaldes y hasta el propio Gobierno del estado, cacos que en los últimos años andan disfrazados de “periodistas”, porque les descubrimos los anteriores: los de “ingeniero” y “licenciada”, más falsos que un billete de tres pesos.
Así, las cosas, Felipe González (sí, el de las nalgas al revés) me sigue amenazando con meterme a la cárcel:
“Ramiro Luévano con un pie en la cárcel”, berrea haciéndole al ventrílocuo, dándoles voz a los ya mencionados súper ratones.
Vaya, vaya, vaya, el mundo al revés porque el que debería de estar en la cárcel es el propio exgoberladrón, que robó a manos llenas con total impunidad.
Botoncito de muestra:
Nada más imagínese el lector: durante su mandato, el exgoberladrón Felipe González “compró” 500 hectáreas de tierra en 500 mil pesos.
Sí señor, con sólo 500 mil pesos, el conocido abarrotero de “las nalgas al revés”, se hizo de un terrenazo de 500 hectáreas en la zona hotelera de Puerto Vallarta, Jalisco, ¿qué le parece?
Qué hombre tan afortunado y listo para los “negocios”, ¿verdad?
Pues sí, muy afortunado y muy pero muy listo: porque ¿quién demonios vende a 10 centavos el metro cuadrado y menos en ese paraíso que es Puerto Vallarta, Jalisco, donde ese tipo de transacciones se manejan en dólares?, es de dudarse, ¿no?
Pero sí existió esa persona, mujer por cierto, “quien iba de paso por Aguascalientes” y se topó con el gobernador Felipe González y le dijo: “Señor, ¿me compra usted 500 hectáreas de tierra que tengo en Puerto Vallarta, Jalisco? Se las vendo muy baratas porque usted me parece una persona decente, muy de Dios: lo acabo de ver en Catedral orando con gran fervor a la Virgen de la Asunción y con eso comprobé que es una persona recta, intachable, al verlo levitar mientras sostenía un rosario en su mano derecha.
Mientras oía a la mujer, el entonces gobernador hacía cuentas mentalmente: “500 hectáreas, son igual a 5 millones de metros cuadrados –¿no estará esta mujer loca?, se preguntó– bueno, nada pierdo con investigarlo”, se dijo, y ambos se dirigieron a la notaría número 21 del licenciado Mario López Hernández, apenas una cuadra al norte de Plaza de Armas.
Mario López (que era muy amigo y asesor particular de Felipe González) en 30 minutos supo que la mujer, efectivamente, era la propietaria única de esos 5 millones de metros cuadrados en zona hotelera del paradisiaco Puerto Vallarta.
Y en un dos por tres –Mario López Hernández (+) que era un notario muy eficiente– las 500 hectáreas pasaron a manos del abarrotero metido a político, que en campaña electoral juraba una y otra vez:
“Salgo de los negocios para ir a la política, no voy a la política para hacer negocios”.
Y, órale mi cabrón, que la virgencita de la Asunción lo castiga con ese pingüe negocio que ni Donald Trump tuvo en toda su vida: ¡5 millones de metros cuadrados en zona hotelera de Puerto Vallarta, Jalisco, por tan sólo 500 mil pesos, sí, a 10 centavos el metro cuadrado!
-“No mame, jefe”, se sacó usted la lotería, le dijo su mozo de estoques, Marco Aurelio Hernández Pérez, cuando TRIBUNA LIBRE publicó la nota con pelos y señales acostumbrados.
Todo Aguascalientes lo supo, sus colaboradores de confianza lo felicitaban: Usted, don Felipe, debería de ser el sucesor de Vicente Fox en la Presidencia de México, con usted recuperaríamos la mitad del país que Antonio López de Santa Ana le vendió a los Estados Unidos imagínese comprarles a 10 centavos el metro cuadrado a los pinches gringos.
Los mexicanos, señor gobernador – le decía Marco Aurelio al abarrotero metido a político–, le haríamos una estatua; nadie mejor que usted para los negocios, es usted el Rockefeller mexicano, el más grande, el mejor, el pipirisnáis, la perinola más grande del desierto, el no hay dos, el… “, etcétera.
Claro está que los zalameros eran dos que tres; la mayoría creía que esa venta a 10 centavos el metro cuadrado en zona hotelera de Puerto Vallarta era sumamente sospechosa, es decir, al margen de la ley; “cuando menos sería un descomunal fraude fiscal”: “¿10 centavos el metro cuadrado? Ni en tiempos de don Porfirio Díaz”.
Otros fueron más allá, al extremo: en ese año un narco pesado de Jalisco había escapado del Cereso de la carretera a Calvillo, el hecho se manejó sutilmente “nada de escándalo” habría dicho Felipe González a su jefe de prensa Rogelio Flores Reveles, ¿por que? ¿Las 500 hectáreas eran el pago simulado por esa sospechosa fuga?
Sólo Felipe González lo sabe.
“Felipe, a pesar de sus zalameros colaboradores, está sumamente encabronado contigo, por el madrazo que salió en la portada de TRIBUNA LIBRE, ten cuidado porque Felipe es muy cabrón, muy vengativo y siempre presume tener la bala de plata que matará a sus enemigos y él te considera uno de ellos”.
-No se publicó más que lo que está la escritura, está el plano, están nombres, ubicación todo…
-Pues sí, por eso Felipe está tan emputado, que hasta las nalgas al revés se le pusieron.
-No manches, así nació, dicen que fue castigo de Dios porque el papá les regaló a unas monjas una lata de manteca vegetal, alterada con migas de chicharrones de puerco, se intoxicaron y ya hasta se andaban muriendo dos que tres, bromeé, para seguirle la corriente.
Lo cierto es que Felipe González sí estaba sumamente molesto y buscando la manera en cómo cobrar venganza, como le confió en una entrevista a Beto Viveros: “A mí el que me la hace, me la paga, soy muy vengativo”, reveló (continuará).
Y CON ESTA ME DESPIDO…
QUE SE PREOCUPEN LOS RATEROS…
Nosotros ¿por qué?
El próximo 8 de octubre se cumplen 3 meses del COBARDE Atentado contra la Libertad de Prensa y Expresión, el Estado de Derecho, y La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: la madrugada de ese lunes llegaron, procedentes de la Ciudad de México, policías con uniformes de la desaparecida Procuraduría General de la República (PGR), policías con uniformes de la Fiscalía General de la República (FGR) y personal de Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), para catear, requisar cientos de ejemplares de TRIBUNA LIBRE, sellar y clausurar oficinas y talleres de Página 24.
El pretexto el lector ya lo sabe: Felipe González González dice que los títulos de los periódicos son de su propiedad, pero el cobarde no ha dado la cara, pues para eso contrató los servicios del mercenario licenciado Baudelio Hernández Domínguez, quien fue el que falsificó periódicos y facturas para cometer el descarado ilícito además de los testaferros, Rodolfo Franco Ramírez y Ma. del Refugio Martínez Guardado, impunes hampones que han robado y timado a medio Aguascalientes.
Pero bueno: aquí seguimos en nuestra lucha por evitar nos roben definitivamente lo que por 36 años hemos construido.
Pero esto, lejos de arredrarnos nos ha hecho crecer con otro rotativo más:
Aguascalientes El Periódico
Que aparece por la mañana todos los lunes.
Y la luz al final del túnel cada día está más cerca, que se preocupen los rateros, ¿nosotros por qué?