* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
22 AÑOS 22…
El próximo lunes 18 de marzo esta Casa Editorial estará de manteles largos: el Rotativo Hermano Página 24 El Mejor Periodismo Diario, cumple 22 años de vida; sí, 22 años de informar a nuestros lectores de Aguascalientes, México y el Mundo.
El inolvidable Carlos Gardel cantaba “sentir que es un soplo la vida, que 20 años no es nada”, pero 22 sí es un buen de años, y claro que estamos harto gustosos por el éxito del hermano ilustrado: a ese que “El Ojos” quiso desaparecer cuando era gobernador de Aguascalientes, después subsecretario de Gobernación y posteriormente Senador de la República, pero como dijo “El Molcas”, “¡se la peló, el güey!”.
¡Ah, raza tan sin embargo!
Pero luego vino lo mejor, cuando el mítico Don Teofilito, de viva voz, expresó a sus seguidores: “¡Y se la seguirá pelando!”.
Luego llegó otro “Ojos” importado de Bakersfield, California, Estados Unidos, quien también quiso hacer lo mismo que “El Ojos I”, pero acabó igual que su antecesor: “se la peló y se la seguirá pelando”; me refiero al exgobernador Carlos Lozano de la Torre “El Patrón del Mal”, para que nadie se quede con la duda.
Claro que no ha sido así de fácil como se la platico al lector, no, qué va: el primer “Ojos”, alias Felipe González González, hasta se manchó las manos de sangre, e hizo cuanto quiso y se le pegó la gana, pero aun así no logró su perverso y maquiavélico plan de robarnos nuestros periódicos, robarnos 13 millones 500 mil pesos (un millón de dólares, de aquellos) argumentando “daño moral”, y meterme a la cárcel por publicar en Página 24 y TRIBUNA libre, que él y no Santiago Creel Miranda, era el responsable de otorgar los permisos para casinos y casas de juego, como él mismo lo había reconocido en una conferencia de prensa en el entonces Distrito Federal.
“¡Ah pinchi viejo tan méndigo, ve nada más lo que quería hacer!”, diría mi entrañable e inolvidable Tía Jerónima.
La realidad es que “El Ojos”, o séase Felipe González González, es un auténtico “Diablo con Vestido Azul”, que inició su carrera de bandido vendiendo kilos de 800 gramos, para luego almacenar frijol, maíz, harina, manteca y otros productos de la canasta básica para luego sacarlos a la venta a mayor precio, ganándose a pulso el mote de “Hambreador”.
Sin embargo, dándose golpes de pecho y regalando en orfanatos y conventos de monjas “galletas de animalitos”, y a los obispos y curas generosos apoyos, pasó de bandido a gente “honorable”, o sea: un “Chucho el Roto” al revés: le robaba a los pobres para ayudar a los ricos.
Con esa fama, FeliPillo llegó a las filas del PRI, partido que generosamente lo acogió vía don Cuco Esparza, entonces gobernador de Aguascalientes, quien lo nombró oficialmente proveedor de “despensas”, que incluían frijol con gorgojo.
A la llegada de Rodolfo “El Güero” Landeros Gallegos, como gobernador, el abarrotero se integró a su equipo en cargos de quinta categoría.
Pero cuando arribó el temperamental españolete Miguel Ángel Barberena Vega, a la exresidencia de Pedro Rincón Gallardo, la relación Felipe González–PRIgobierno se consolidó, y el entonces gobernador “Raterena” (así lo identificaba la raza de bronce) lo hizo su constructor favorito.
Fue en ese sexenio cuando Felipe pasó de “Hambreador” a “Don Felipe”, porque “Raterena” lo hizo multimillonario con grandes contratos para construir obras del gobierno estatal y federal; pero a la hora de repartir las utilidades, el españolete que siempre mintió diciendo que había nacido en Jesús María, se dio cuenta que FeliPillo era más cabrón que él para eso del billete, y ya hasta lo andaba metiendo a la cárcel “por traicionero e hijo de la chingada”, según platicaba a sus allegados.
Finalmente el par de pillos hicieron nuevamente cuentas de las utilidades y Miguel Ángel Barberena dobló al abarrotero y éste, ante el peligro de ir a la cárcel, le regresó lo que realmente le “tocaba” del botín logrado en la Construcción del Teatro Aguascalientes, que salió más caro que el Taj Mahal.
Ya en el sexenio de Otto Granados Roldán “El Niño Sabio del Campestre”, vino el declive económico de FeliPillo, que lo puso al borde del suicidio, pues hasta unos multifamiliares le embargaron debido a sus acostumbradas transas.
Derrotado, amargado, económicamente quebrado, el abarrotero de miércoles pidió entonces a Granados Roldán lo nombrara candidato del PRI, a la alcaldía de Aguascalientes, pero “El Niño Sabio del Campestre” lo bateó: le dijo que no.
Eran los oscuros tiempos de los maquiavélicos acuerdos políticos por debajo de la mesa entre el entonces párvulo PRIAN (engendro creado por Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos), cuando se negoció la alcaldía de Aguascalientes, tocándole al transa maquilador de uniformes deportivos Alfredo “El Mosco” Reyes Velázquez, ser el agraciado.
El Fobaproa que aprobó el PAN, bien valía no sólo la alcaldía de Aguas-calientes, sino que el cochupo se extendió hasta la Gubernatura; fue entonces que el experto “en oler las oportunidades”, FeliPillo le echó toda la carnes al asador y sin siquiera ser miembro del PAN, desbancó a base de billetazos al panista que en aquel entones lideraba las encuestas: Benjamín “El Bronco” Gallegos Soto (+).
Felipe “ganó” con asombrosa facilidad al priísta Héctor Hugo Olivares y meses después, “El Hambreador” llevó sus tiliches y algo más a Palacio de Gobierno:
a su “ahijada” Claudia Virginia Ru-valcaba Martínez, a quien deslumbró, la sedujo, y le hizo dos hijos a quienes no les dio su apellido por “el qué dirán”; si el lector viera al chamaco, juraría que es el mismo Felipe González, pues es el hijo que más se le parece: “lo zurró”, “es igualito al ratero de su padre”, dicen las tías maternas.
Esta es pues, una pequeña semblanza del exgoberladrón, exCenador (vaya que es tragón) y exsubraterazo de Gobernación, FeliPillo González “El Ojos I”), que intentó por todos los medios robarme mis periódicos, robarme 13 millones 500 mil pesos, alegando “daño moral” y meterme a la cárcel, por publicar lo que él mismo declaró.
Pero bueno: nuestro Periódico Hermano, Página 24 El Mejor Periodismo Diario, cumple, el próximo lunes 18 de marzo, 22 años 22, y toda la raza de bronces de esta Casa Editorial, está de plácemes: 22 añejos y coleando.
Y a la Salud de don Pepe Guzmán, y del abogado Sergio Quezada León, brindaremos con un güisquito Chivas 25 años.
¡Salud!, ¡y que sigan chillando Víboras, Viborones y ladrones!
ARENAS MOVIDIZAS…
Felipe Muñoz Vázquez, exprocurador general de Justicia de Aguascalientes, y actual titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales, está parado en un pantano de arenas movedizas: entre más se mueve, más se hunde.
Mis servicios de inteligencia me dicen que el “Procurador de Hierro” comienza a perder la confianza de su jefe directo, Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República; vaya usted a saber las causas, pero una de ellas son las decenas o “cientos” de casos de tortura, que llevó a cabo durante cinco años que trabajó bajo las órdenes del tristemente célebre Carlos Lozano de la Torre “El Patrón del Mal” y/o “El Ojos II”.
La otra causa es por la acusación que le hace una mujer por el presunto “robo” de unos terrenos, situación de la que también está enterado el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha sostenido que sus principal lucha es erradicar la corrupción y la impunidad, cosas que “El Procurador de Hierro”, maneja a la perfección, al igual que la tortura, abuso de autoridad y tráfico de influencias.
Nadie, léalo bien el lector, de los enterados, da un peso por la permanencia de Felipe Muñoz Vázquez en la Fiscalía General de la República.
Hoy miércoles 13, otras víctimas más de Muñoz Vázquez acudieron a la Fiscalía local donde acordaron con su titular, Jesús Figueroa Ortega, continuar recibiendo las denuncias y las declaraciones de más víctimas de tortura: lo ahí narrado supera por mucho las películas de terror.
En el argot policiaco, Felipe Muñoz es comparado con Antonio González Pacheco “Billy El Niño”, el torturador del Franquismo, catalogado como el “torturador sanguinario a nivel mundial”.
“Felipe Muñoz –me dicen– está perdido. Entre más se mueve, más se hunde”, ¿será?
TERE JIMÉNEZ ESQUIVEL…
Va por la reelección.
El pasado domingo 10, hubo una masacre en la Panadería de Aguascalientes, el Diario Hermano Página 24 narra con pelos y señales que “La Mujer Maravilla” dejó sangrantes a “Los 4 Fantásticos”, con la fuerza de 4 mil 88 votos, que parecían iban atados a grandes piedras: así fue el trancazo.
En efecto: ese domingo la alcaldesa Tere Jiménez ganó la elección interna del PAN para la presidencia municipal a Julio César Medina Delgado “Julio Medina”, quien a duras penas logró 2 mil 6 votos.
En la elección interna, hubo, además 72 votos nulos y participó 88.7 del electorado blanquiazul.
Así las cosas, la candidata del PAN para la próxima contienda local es Tere Jiménez, quien no sólo se prepara para ganar la reelección de la Presidencia Municipal de Aguascalientes, sino que sigue sosteniendo fija la mirada en el Palacio de al lado para el 2022; lejos la fecha, sí, pero corta la distancia.
Fueron dos errores que cometió “Julio”; el primero fue acudir al “Nido de Víboras”, de donde nadie ileso.
El “cliente” puede llevar el mejor de los argumentos e incluso ganar el Derecho de Réplica, pero “La Víbora”, en su nido, es harta venenosa y ataca por instinto, es su naturaleza:
“¡Te lo digo en tu cara, eres un ratero, ratero, ratero, ratero, ratero!”.
“¡Y te lo digo de frente, no soy cobarde ni te tengo miedo!”.
“¡Me la pelas!”.
“Y chingas a tu madre!”.
“¡¿Cómo ves, un tiro?!”.
“¡No la haces, Isidoro, no la haces!”.
¿Quién va a ponerse al tú por tú, a exponerse al ridículo y al nivel de ese “granuja” (remember don Viborón), bravucón de barrio?
El día que alguien vaya a ese “Nido de Víboras” y se ponga a su nivel y le responda: “Chingas a 20, me cojo a la nalgona y salte de tu edifico inteligente para partirte la madre”, ese día se acaba “La Víbora”, pero no sus bots, que se la rayarán hasta el cansancio las tres horas que dura su “calumnario radio-fónico”.
Entonces, ¿qué caso tiene ponerse al nivel de un loco desquiciado que, como auténtica Víbora, lanza veneno al aire?
Lo mejor es dejarlo que siga destilando su veneno por todos los poros porque reitero, es su naturaleza, ¿no cree usted?
Y CON ESTA ME DESPIDO…
Durante casi tres años, de lunes a viernes, José Luis Morales Peña ha calumniando e insultado a más no po-der al gobernador Martín Orozco Sandoval: “ratero, narco, joto, puto, loco, maricón, borracho, huevón, burro, analfabeta, hijo de la chingada y el día que lo vea frente a frente le parto su madre, bigotes de morsa, me la pelas, eres de lo peor, eres una lacra, y te lo firmo”, etcétera.
Sin embargo, desde el martes 12 comenzó, según él, a pedirle perdón, a extenderle su mano amiga, para olvidar lo pasado y, ambos, trabajar por Aguascalientes (sic), pero con la condición (resic) de correr de su Gabinete a Enrique Morán Faz, Manuel Appendini Carrera y Julio Medina (Julio César Medina Delgado), porque no sirven para nada y son los que lo han mal aconsejado en su contra “Martín debe de comprender que los que le dicen ‘pelea’, lo están perjudicando”:
Miércoles, 7:10. “Vamos a empezar renovando esa propuesta que hicimos ayer por Aguascalientes, por un mejor Aguascalientes… vuelvo a repetir es interés de esta empresa, de este medio, pero sobre todo de este periodista de encontrar acuerdos… yo extiendo mi mano, ya pasaron 24 horas y no he recibido respuesta, se lo comparto al público para que vean quién es quién.
“La Mexicana es la número uno, dinero no lo necesitamos, pero ¿sabe qué?, yo sí quiero que las cosas mejoren y me encantaría que le fuera bien a Martín… Martín, rectifica, ahí mue-re, estás a tiempo, te queda la mitad de tu administración, rectifica es por tu bien, es por Aguascalientes, acepta el trato, el acuerdo por Aguascalientes, se pueden cambiar las cosas y empezaremos a aplaudir lo bueno, nos dejaremos de ofensas, ahí muere, ahí muere, hagamos las paces, Martín, Martín”.
Pero enseguida, José Luis, al fin “Víbora”, regresa amenazante a lanzar su veneno en contra del gobernador:
“Demuestra Martín, que quieres a Aguascalientes y que ya no quieres robar, que ya quieres estar trabajando, que quieres números, resultados, que se va a ir la gente mala de tu gabinete, esa gente traicionera, mala, grilla, gente conflictiva.
“Queremos a un gobernador que le baje a la soberbia, que le baje al alcohol, que le baje a la corrupción, que le baje a los negocios… aquí está mi mano amiga, perdóname, trabajemos tú y yo por un mejor Aguascalientes”.
Y después de unos segundos: “No, no pues está cabrón, ¿cómo lo ayudamos?, Martín Orozco no quiere, ya van 24 horas ¿eh? y no contesta el gobernador”.
Ya para terminar su “calumnario radiofónico” entra al aire uno de sus numerosos bots y pone en su boca lo siguiente:
“José Luis Morales, se te agradece tu buena intención de cambiar el pensamiento y el modo de ser de esa rata, pero la verdad no lo vas a conseguir, qué más quisiéramos todos nosotros los hidrocálidos, un futuro mejor, una mejor educación, un mejor gobernador, pero ese ya está hecho para robar, nació pa’robar, pero pues no sé por qué no te avientas tú para gobernador (sic)”.
“No hay duda de que José Luis necesita con urgencia se le interne en un manicomio, está loco de remate”, dicen unos; otros opinan “es su naturaleza, es una víbora”, nunca cambiará.
LA FÁBULA DE LA RANA Y EL ESCORPION…
Y me viene a la mente aquella ocasión cuando la maestra Sabina Godoy, nos contó a toda la muchachada de la Escuela Primaria Leona Vicario, la aleccionadora fábula de “La Rana y El Escorpión”:
“Decidido a cruzar el río, pero sin saber nadar, el alacrán le pidió a la rana que, por favor, lo cargara sobre su lomo y lo ayudara a llegar a la otra orilla.
“La rana, que no era tonta, lo miró e, indignada, se negó de plano: ‘Ni loca’, contestó. ‘¿Acaso crees que no te conozco, que no sé cómo eres? Si te llego a montar sobre mi espalda, terminarás clavándome tu aguijón, y moriré envenenada’.
“Pero, amiga rana, ¿cómo podría yo ser tan estúpido de hacer algo semejante? ¿No te das cuenta de que así moriría yo también ahogado?”.
El argumento convenció a la rana que, finalmente, accedió. Estaban en medio del río cuando sintió el aguijonazo, y supo que moría. Con el último aliento, desolada, alcanzó a preguntarle al escorpión por qué lo había hecho.”Lo siento, ranita, es mi naturaleza”.
Así es José Luis “La Víbora” Morales, su naturaleza lo vence. Lo venenoso y hocicón nunca se le quitará.
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 14).