El Mercado Calera
Por Vicente Agustín Esparza Jiménez / Centro INAH Aguascalientes
LOS GOBIERNOS porfiristas para legitimarse y creara una conciencia nacional, inauguraban mejoras materiales en festejos cívicos y fiestas patrias, por lo que el 15 de septiembre de 1890 se inauguró el mercado para celebrar un año más de la Independencia de México. El lugar escogido fue un terreno ocupado por el arroyo de los Adoberos entre las actuales calles de Colón y Dr. Jesús Díaz de León, antes llamadas de la Cárcel y Washington. Se le puso el nombre de Dr. Isidro Calera en recuerdo a los “inminentes servicios” que había prestado este personaje a la sociedad y al Estado.
CABE ACLARAR que cuando se inauguró aún no estaba del todo terminado, pues faltó para concluirlo el alineamiento de la acera norte así como otras mejoras. Para los porfiristas era un espacio que hablaba del progreso que hasta entonces se había alcanzado, ya que en lugar de tener un “repugnante” arroyo corriendo entre envejecidas tapias en un callejón estrecho y formado de “ahumadas cocinas”, ahora la población tenía “una elegante plataforma”, donde se vendían toda clase de productos.
CON EL paso del tiempo los espacios para el mercado fueron insuficientes y se edificaron kioscos en el año de 1907, que para 1922 ya estaban en muy malas condiciones, según lo denunció el maestro de obras públicas, J. Refugio Reyes. También, por mucho tiempo no contó con los servicios indispensables de agua y luz. En 1931 los locatarios pedían al Ayuntamiento que reinstalara el servicio de agua que les había sido quitado por la propia corporación municipal con el fin de ahorrarse unos pesos. Para 1934 había un total de 72 locatarios que vendían verduras, frutas, pan, fierros viejos, leche, maíz, fríjol, loza, menudo, hierbas, sodas, dulces y pepenas. Heliodoro Martínez López, quien conoció este mercado escribió: “El mercadito estaba construido con estructura de madera, pero techado con lámina galvanizada […] Los anaqueles en que se vendían verduras y frutas, estaban muy bien hechos y cuidadosamente colocados, para hacerlo funcional y cubrían toda la parte central del mercado”.
ENTRE 1957 y 1958 cayó un aguacero en la ciudad que desbordó el arroyo de los Adoberos (hoy Av. Adolfo López Mateos) y afectó la estructura del mercado Calera. Las personas que vivieron aquel acontecimiento cuentan que se veían vacas, cerdos y gallinas flotando en el arroyo, así como muebles, entre ellos roperos, sillas y mesas. En esa ocasión el agua subió metro y medio en las viviendas por lo que muchas personas se vieron afectadas. Por esos años ya se había planeado la construcción de la avenida López Mateos y el mercado fue derribado para dar paso al gran proyecto urbano de aquel entonces. Los comerciantes fueron reinstalados en el terreno que ocupó el cuartel de las Palomas, entre las calles Galeana y Rayón (hoy ISSSSPEA), donde se construyó un nuevo mercado que se le conoció como el mismo nombre del “mercadito” y mucho tiempo después se instaló la Conasupo, lugar en el que vendían las famosas galletas de animalitos.
ISIDRO CALERA nació en la ciudad de Aguascalientes un 15 de mayo de 1827 y estudió en la Escuela Nacional de Medicina. Aun siendo estudiante luchó durante la guerra contra los Estados Unidos de América. Obtuvo su título de médico en 1851 y tiempo después se casó con Francisca de Camino, con quien tuvo una niña que murió al poco tiempo. Fue miembro del Congreso Constituyente de 1857 y desempeñó el cargo de diputado y senador en varias ocasiones. Falleció el 7 de abril de 1888.
Fuentes: Martínez López, Heliodoro, El Aguascalientes que yo conocí, Aguascalientes, propiedad del autor, 2ª edición, 1978. Archivo General Municipal de Aguascalientes, Caja 332, Exp.4; Caja 574, Exp.57; Caja 755, Exp.49; Caja 840, Exp.2. Informes de Presidentes Municipales Caja 1, Exp.4. Comunicación verbal de María Blasa Saucedo Martínez.