Mark Twain House
Por Daniela Itzel Domínguez Tavares
DESPUÉS DE visitar la hermosa Casa Museo de Mark Twain en West Hartford, Connecticut, trataba de entender las diferentes etapas por las que pasó este escritor-viajero. A largo del recorrido por su casa, su vida política, las fotos familiares, los interminables salones llenos de libros, y después de admirar su afable, y bohemio estudio, me intrigó saber qué había vivido Twain para cambiar radicalmente de opinión respecto a las prácticas imperialistas de su país.
SEGÚN LA explicación que pudimos escuchar durante el trayecto, Samuel Langhorne Clemens, mejor conocido como Mark Twain, se veía a sí mismo como un patriota y entre su grupo de amigos, editores, así como familiares dejaba claro que estaba orgulloso de la política internacional de su país; pero llegó el año de 1898 y la percepción que tenía este escritor sobre su país cambió radicalmente; ya no escribiría para alabar la política estadounidense sino para denunciar el desleal imperialismo que estaba teniendo lugar. Veamos qué pasó este año.
EN 1898 Cuba estaba concluyendo un prolongado proceso de emancipación del imperio español que había comenzado en 1895, sin embargo, los grupos independentistas no tenían suficiente fuerza y el gobierno español por su parte no estaba dispuesto a perder la joya del caribe. Cuba era un punto estratégico en el comercio, así como para cuestiones militares y la corona española estaba defendiendo sus intereses trasatlánticos.
DURANTE EL último año de la guerra la intervención de Estados Unidos se hizo inminente. El famoso acorazado “Maine” fue una embarcación estadounidense que llegó a las costas de La Habana y a menos de 20 días de permanecer en el puerto fue atacada. La embarcación explotó y mientras el gobierno español atestiguaba que el estallido se debió a causas internas, el gobierno estadounidense aprovechó el momento para declarar la guerra contra el imperio español. Tras un par de meses el ejército colonial de España no podía defender toda la isla de los embates de los grupos independentistas y del ejército norteamericano.
EL “TRATADO de París” se firmó en el mes de diciembre de ese mismo año y en éste se estipuló la independencia de Cuba, la anexión de Filipinas y Puerto Rico a Estados Unidos. El fin del siglo se anunciaba, se quedaba atrás todo el esplendor representativo del imperio español y sus territorios de ultramar mientras que Estados Unidos, con la anexión de estos nuevos territorios, se anunciaba como una sólida y amenazante potencia no sólo en sus territorios sino en el Caribe y el Pacífico.
MARK TWAIN leyó, al igual que muchas otras personas en América y Europa, el Tratado de París de 1898 y fue cuando la opinión que tenía de su gobierno cambió. Algo andaba mal, el país del que se había sentido orgulloso ahora le resultaba ruin. Como parte del mundo intelectual al que pertenecía se organizó junto con otras prominentes personas de la época para formar la Liga Americana Antiimperialista (por sus siglas en inglés American Anti-Imperialist League). Esta organización tuvo como único fin el rescate de los principios en los cuales Estados Unidos fue fundado: a libertad y el respeto a los ciudadanos. Aquí un fragmento:
[…] HE VISTO que no tenemos la intención de liberar, sino de subyugar al pueblo de Filipinas. Hemos ido allí para conquistar, no para redimir. Me parece que deberíamos tener el placer y el deber de liberar a esas personas y dejar que se ocupen de sus propias cuestiones domésticas a su manera. Soy un antiimperialista. Me opongo a que el águila ponga sus garras en cualquier otra tierra”.
POSIBLEMENTE LA experiencia que tenía Twain en el mundo editorial le permitió una vigorosa actividad a la Liga Antiimperialista durante su primer año de fundación y hasta 1910. Entre panfletos y otro tipo de propaganda, la Liga trataba de demostrar la contradicción política en la que estaba inmersa la política norteamericana. Esta organización estuvo activa apenas 20 años, sin duda sus adherentes apenas e imaginaban todo el desarrollo que tendría la política imperialista de su país a lo largo de todo el siglo a nivel mundial.
MARK TWAIN no solamente fue crítico del imperialismo, sino que escribió y dedicó algunas publicaciones para tratar temas como el abolicionismo, la mujer y su vida política hasta la religión, todo lo anterior desde su particular y humorística visión. ¿Cuántos de nosotros nos hemos sentido un poco como él? ¿Cuántas veces los gobiernos de nuestras naciones nos han avergonzado?
EN LA ACTUALIDAD la política de Estados Unidos, así como las acciones de su presidente, causan expectación para la población norteamericana, así como para todos aquellos que estamos lejos. Aunque el inglés es el tercer idioma más importante del mundo, no hace falta hablarlo para entender el tono y los ademanes que acompañan los discursos del máximo mandatario de Estados Unidos; para sentir el rechazo no es necesario hablar el mismo idioma.
HOY COMO ayer, la política nacional modela las vidas y las historias de los individuos. Muchos norteamericanos, en la actualidad, están consternados y decepcionados con el nuevo gobierno de su país mientras otros no. Nosotros como mexicanos estamos expectantes de las políticas internacionales y en espera de los próximos eventos que darán forma a la elección presidencial y su consecuente sexenio.