* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
“¡YA LLEGÓ, YA ESTÁ AQUÍ…
El que va a chingar al PRI!”, fue un cartón que publicamos en esta su TRIBUNA LIBRE La Voz del Pueblo, cuando el tricolor perdió por primera vez la Presidencia Municipal de Aguascalientes, en las elecciones de 1994.
El cartón era del candidato Enrique Pasillas Escobedo “Enrique Pesillos”, un hombre con mucho dinero, auténtico burgués que era todo, menos político, además de güevonazo y grisáceo, que en su mano derecha ondeaba una bandera del PRI y gritaba a todo pulmón: “¡Ya llegó, ya está aquí, el que va a chingar al PRI!”.
Y sí, lo chingó.
Enrique siempre llegaba tarde a los eventos de su campaña, por lo que la raza, cansada de tantos plantones, se retiraba de los actos proselitistas, pues Enrique estaba acostumbrado a levantarse de la cama cuando el astro rey estaba en su cenit.
En ese entonces el que gobernaba al estado era Otto Granados Roldán “El Niño Sabio del Campestre”, quien después reconocería: “Jamás me imaginé que Enrique fuera tan güevón e incapaz, fue un mal candidato”.
Y sí, después de la tremenda vapuleada que recibió el heredero de la Hacienda de Ojocaliente, se retiró de la política y del país, desde entonces radica en España, allá le dicen “El Señor Conejo”, tiene de hij@s, como pencas el nopal.
Tal vez en alguna ocasión Otto intentó remplazarlo con otro candidato –priísta en ese entonces, el abarrotero Felipe González se la pedía… la candidatura–, pero le ganó la soberbia y entregó la alcaldía al nefasto panista Alfredo “El Mosco” Reyes, que la ganó con la falsa promesa de “remunicipalizar el servicio de agua potable y alcantarillado”, cosa que no cumplió, y lo peor: alargó el contrato por 10 años más (ojete entre los ojetes, voraz entre los voraces, rata entre las ratas, falso entre los falsos y traidor entre los traidores, ese es “El Mosco Reyes”).
¿A qué viene todo esto?
Pues a que se escucha fuerte la versión de que Blanca Rivera Rio Flores de Lozano, esposa de ya saben quien, quiere ser… ¡ candidata a senadora de la República!, no manchen, si le cumplen su capricho van a perder hasta los calzones, porque decir Blanca es decir Carlos, “fina persona” de todos conocida, que gobernó Aguascalientes déspota y dictatorialmente, al grado de meter a la cárcel a periodistas inocentes a los que intentó ligar con el narco con falsedades, sólo para enviar el mensaje de “esto es lo que les espera a los periodistas que se atrevan a criticarme”: ¡tirano!
Por eso hoy me imagino a “Doña Blanca” con su banderita tricolor y gritando a todo pulmón: “¡Ya llegó, ya está aquí, la que van a chingar al PRI!”.
“El Patrón del Mal”, juega todas sus cartas: si no es Blanca, su cachorro José Carlitos iría por una diputación federal, como premio de consolación, cosa que sería probable, conociendo su habilidad para la tenebra.
Pero con los Meados, “El Patrón del Mal” está que se las truena porque sea Blanca, él no quiere premio de consolación y, nada pendejo, pretende que vaya en fórmula… ¡con Lorena la más buena!
Mal haría Lorena en aceptarlo y si llegara el caso, lo mejor sería que se fuera por la otra vía, pues su capital político, que es muy vasto, estaría en riesgo.
Por otro lado: ¿ya se le olvidó a Lorena cómo Charly le toreó el toro al revés en varias ocasiones?
Decía mi adorable y sabia Tía Jerónima, mujer muy condescendiente (cuan-do de traiciones se trataba): “Una, vaya; dos, vaya; ¿tres?, vaya… ¡vaya a la chingada!”, y tronaba los dedos: “¡pero así, así, mándelos así, mi’jito!”.
Colofón: El RIP tendrá aquí que remar contracorriente, las “mamadas” que le hizo Carlos a la raza y a sus “amigos”, son cosa seria: con la dignidad de las personas no se juega, así es que tendrán que buscar candidatos externos que gocen de buena reputación, si quieren hacer un papel decoroso.
En el PAN las cosas les pintan mejor, tiene candidat@s para dar y regalar: Tere Jiménez Esquivel, Juan Antonio Martín del Campo, “El Paquín”, pasando por la aguerrida “Pelangocha”, el ídem “Camorras” –al que también le dicen “Mata Víboras”–, el propio Luis Armando Reynoso –al que ya le echaron el ojo Morena y Movimiento Ciudadano– y lo etcéteras que usted, caro lector, quiera agregarle.
Hagan sus apuestas.
PERO BUENO…
Las precampañas ya están aquí y son para calentar motores, pero sólo hay tres candidatos para la Grande: Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya Cortés y José Antonio Meade Kuribreña, en ese orden, pues son los que tienen las mejores naves.
Nadie más está invitado, el resto son colados que van por su torta y su cocacolota con sabor a RIP, con la clara intención de “rodolfearle” votos a Andrés Manuel y a Ricardo.
Pero el PRI está y viene con todo, pues tiene el poder y tiene el billete, pero la raza no lo quiere, lo detesta, está cansada de tanto pillaje y falsas promesas, por lo que los Meados podrían resultar hasta cagados.
Pero AMLO y RAC no deben de confiarse, el RIP está lleno de mapaches, ratas, culebras que pegarán con todo para no perder el poder, aunque está visto que Pepe Meade no prende ni a Juanita, menos a la raza, pero…
¿SERÁ, SERÁ?
Dice el priísta y líder taxista, Cuco Eudave Ortiz, que el problema para su gremio no es Uber, sino los taxis pirata.
Que son un madral, algo así como 200, y que les están ganando mucho pasaje, pero que la raza debe de tener mucho cuidado porque entre ellos se esconden muchos “rodolfos” y “cucas”, es decir, delincuentes muy peligrosos.
Pues ahí está el alerta que lanza Cuco Lozano de la Torre, perdón, Eudave Ortiz, aunque hay otros que niegan esa versión y dicen que Cuco, cuando hizo esa declaración, ya cargaba entre pecho y espalda varios tequilas y uno que otro mezcal, de ese que tiene “gusanito”.
VÍBORAS DE CASCABEL…
Dice la raza conocedora que las víboras de cascabel más venenosas de México, son las de Teocaltiche, y le creo, no tengo duda alguna.
Como prueba basta un botón:
Agustín Morales Padilla “don Viborón”, cuyas raíces son de allá.
Y otro más:
José Luis Morales Peña “La Víbora”, hijo predilecto de “don Viborón”.
Agustín Morales Padilla pasará a la historia como el sujeto que le robó el periódico Hidrocálido al exgobernador Rodolfo Landeros Gallegos, “quien falleció por el inmenso coraje de ver parte de su patrimonio perdido, por la deshonestidad y desmedida ambición de ‘don Viborón’, hijo de Juana Padilla y Ramón M. Morales, un conocido ‘abigeo’ originario de Teocaltiche, que llegó a estas tierras huyendo de la ley, cuando le advirtieron: ‘Cuídate Ramón que ya por a’i te andan buscando…’”.
Son esos genes, de abuelo y padre, los que han convertido a José Luis Morales Peña en un “locutor despreciable”, como lo afirma por escrito Otto Gra-nados Roldán.
José Luis alaba a quien le paga y denuesta a quien no le contrata sus servicios, es su divisa, pero está tan loco y mamón que esos pecados se los endosa a periodistas y medios de comunicación que no comulgan con sus bandidajes.
Y sí, está tan loco y mamón que repite como disco rayado las cosas que le convienen.
¿Recuerda el lector cuando a Luis Armando Reynoso Femat, una vez que dejó de ser gobernador, le gritaba cotidianamente y por varios años “¡ratero, ratero, ratero…!”, por medio de su micrófono que destila veneno?
¿Recuerda cuando alardeaba que el día que “lo vea frente a frente le voy a romper su madre y a decirle en su cara que es un ratero”?
Recordará también cuando José Luis juró por su mamacita santa que “Luis Armando no vuelve a poner un pie en esta cabina nunca en la vida, y se lo firmo”.
Bueno, pues ayer miércoles 10 de enero, por segunda ocasión lo invitó a su programa y casi se lo dedicó completo.
Pero lo hizo con el insano propósito de que Luis Armando echara pestes contra el gobernador Martín Orozco Sandoval, pero “La Víbora” fracasó y quedó en el peor de los ridículos pues el exgobernador no se dejó manipular: a La Costeña no le pueden vender chiles enlatados, no mames.
Hace varios meses, en una de sus acostumbradas borracheras, “La Víbora Morales”, alardeaba:
“¡Chingo a mi madre si ese pinche ratero de Luis Armando Reynoso vuelve a poner un pie en mi edificio inteligente!”, gritaba envalentonado y acompañado de sus amigos de parranda, quienes le contestaban, pero ya fue y lo recibiste, “¡sí, pero fueron Derechos de Réplica, ordenados por un juez federal, yo soy gente decente, no ratero, yo odio a todos los políticos por rateros y ese cabrón no vuelve a poner un pie en mi cabina de radio , chingo a mi madre y se los firmo!”.
Poco después reculó, lo invitó y Luis Armando pisó fuerte el edificio inteligente, la cabina, y a José Luis; pero ayer fue el acabose.
Al invitarlo por segunda ocasión a su programa, José Luis, volvió a “chingar su madre”, su firma lo avala.
Nada extraño, las víboras no conocen la dignidad.
Y CON ESTA ME DESPIDO…
Así que, como dice la canción: “Si a tu madre no respetas, ¿qué me puedo yo esperar?”.
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 11).