Al Desatarse Riña Campal en una Fiesta Infantil
Los hechos ocurrieron en la avenida Alejandro de la Cruz, casi cruce con la avenida Eugenio Garza Sada, en el fraccionamiento La Loma, Jesús María
Cuatro menores de entre cuatro y 17 años resultaron heridos de bala, cuando policías municipales accionaron sus armas al ser atacados por los asistentes de una fiesta en el fraccionamiento La Loma, Jesús María. Al cierre de esta edición, los heridos eran atendidos en una clínica y en un hospital del IMSS, mientras que cuatro policías preventivos fueron puestos a disposición del Ministerio Público para deslindar responsabilidades.
Los hechos ocurrieron la noche de ayer domingo, cuando los oficiales recibieron el reporte de una pelea campal que se había desatado sobre la avenida Alejandro de la Cruz, casi cruce con la avenida Eugenio GarzaSada.
Al llegar vieron que en el sitio se desarrollaba una fiesta infantil, pero varios de los asistentes, borrachos, protagonizaban un conato de riña, por lo que los separaron. Todo se salió de control cuando aparentemente uno de los policías le robó un celular a uno de los rijosos, lo que ocasionó que sus familiares, enardecidos, les lanzaron todo tipo de objetos y sacaron machetes para enfrentarlos.
Al verse superados, los uniformados dispararon al menos en 15 ocasiones, de acuerdo con un video que circuló anoche por redes sociales. Dos adolescentes, presuntamente de 17 y 16 años, además de dos niños de 13 y de cuatro, fueron alcanzados por las balas, por lo que sus familiares los trasladaron, según información extraoficial, al Hospital General de Zona Número 3 del IMSS y al Unidad de Medicina Familiar Número 6 del IMSS.
Asimismo, elementos del Grupo Homicidios de la Comisaría General de la Policía de Investigación y personal del Instituto de Ciencias Forenses y Servicios Periciales, acudieron al lugar de los hechos para fijar y embalar diversos casquillos percutidos calibre 9 milímetros.
Al cierre de esta edición, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Jesús María, informó que ante la gravedad de los hechos, el primer edil, César Medina, ordenó la separación temporal de los cuatro policías que dispararon y fueron puestos a disposición del Ministerio Público de guardia para deslindar responsabilidades.
