
En estas deplorables condiciones se encuentra la calle González Saracho, en la Zona Centro, anteriormente denominada Del Terror (Fotos: David Julián Torres Martínez)
La Calle del Terror…
MUCHA GENTE pregunta por qué la actual calle González Saracho antiguamente se denominaba Del Terror. Algunos osados afirman que fue por una serie de sangrientos asesinatos; otros, que porque “espantan”, y los más enterados explican que se trataba de una arteria donde se cometían numerosos asaltos, debido a que ahí se encontraba un cuartel militar.
PERO AHORA esa arteria le hace honor a su otrora nombre porque hay unos espeluznantes cráteres en el arroyo vehicular, como el lector podrá constatar en las fotografías adjuntas.
LO MÁS lamentable, es que el estado de esta arteria se repetí en muchísimas en toda la ciudad. El Municipio debe apurarse en hacer las reparaciones, porque ya pasó buen rato de las últimas lluvias y ahora sí no hay pretextos para eliminar baches y cráteres. (ALD).
Indignante Caso
LA DESAPARICIÓN de Judith Alexandra Olayo Arredondo es un caso emblemático de las fallas sistemáticas que persisten en la investigación de desapariciones en México. Más allá del dolor y la incertidumbre que enfrentan los familiares, lo que indigna a la opinión pública es la negativa de las autoridades a considerar líneas de investigación evidentes y urgentes: el posible abuso sexual, la trata de personas y la responsabilidad directa de su pareja, Diego Zaín.
EN LA MAYORÍA de los casos de desaparición de mujeres en México, los riesgos asociados al abuso sexual y la trata de personas son lamentablemente recurrentes. Ignorar estas líneas, como ocurre en el caso de Judith, equivale a negar la realidad nacional y pone en peligro la posibilidad de localizarla con vida. La renuencia de las autoridades a investigar bajo estos enfoques demuestra una falta de perspectiva de género y de empatía ante el contexto de violencia que enfrentan miles de mujeres en el país.
RESULTA INDIGNANTE que Diego Zaín, pareja de Alexa, como le dice su familia de cariño, no figure como principal sospechoso en la investigación. Las estadísticas y experiencias de víctimas señalan que, en desapariciones recientes, el círculo cercano suele tener información clave o incluso estar relacionado directamente con el hecho. Negar esta posibilidad no sólo entorpece el proeso, sino que perpetúa escenarios de impunidad. ¿Qué intereses se protegen al no poner el foco sobre Diego Zaín? El silencio de las autoridades abre la puerta a la especulación y la desesperanza.
CADA DÍA que pasa sin respuestas, la familia de Alexa y la sociedad en general pierden confianza en el sistema de justicia. La falta de perspectiva de género, la omisión de posibles delitos como el abuso sexual y la trata de personas, y el desinterés en investigar al círculo íntimo, forman parte de un patrón de negligencia institucional que desprotege a las víctimas y sus familias. En México, sabemos que la impunidad es la regla y no la excepción, pero casos como el de Alexa nos recuerdan que no basta con indignarnos: hay que exigir investigaciones profundas, transparentes y con enfoque en derechos humanos.
LA DESAPARICION de Judith Alexandra Olayo Arredondo no debe ser un expediente más. Es momento de que la sociedad se movilice y exija que se agoten todas las líneas de investigación, incluyendo el abuso sexual, la trata de personas y la posible responsabilidad de su pareja. Sólo así podremos aspirar a un país donde la justicia no sea selectiva y el dolor de las familias no se convierta en una estadística más.
NO PODEMOS permitir que la omisión y la indiferencia definan el destino de quienes han sido desaparecidos. Alexa merece que la verdad salga a la luz, y su familia, que se les devuelva no sólo la esperanza, sino también la justicia. (BDR).
