“No hay Seguridad de que Tengan Control Sanitario”
Por Benny Díaz
La tecnología ha venido a cambiar al mundo, es más sencillo y también da el anonimato por lo que hay sectores que han sido perjudicados con la modernidad “como es el caso de la zona de tolerancia, porque ahora los servicios sexuales también se solicitan por aplicaciones”, reconoció en entrevista Gonzalo Hernández Pedroza, encargado de despacho de la Dirección de Reglamentos Municipales.
Primero fue la pandemia lo que le dio un duro golpe a ese lugar donde se mercantiliza el sexo combinado con las bebidas alcohólicas, la mayoría de los lugares donde trabajaban las mujeres que vendía su cuerpo para satisfacer a los hombres tuvieron que dejar de funcionar.
Pero también este modelo de comercio sexual quedó obsoleto porque la tecnología se abrió para todo tipo de “negocio” y comenzaron a surgir plataformas en donde las mujeres pueden ser “emprendedoras” y abrir sus páginas en donde ofrecen desde fotografías mostrando su cuerpo o alguna parte en específico, hasta la venta de prendas de vestir usadas y todos los fetiches que les pueden solicitar.
Además de que también encontraron la manera de que las contraten vía telefónica o mensajería y buscar un punto de encuentro donde se lleve a cabo el acto sexual.
“Es una situación que no podemos ocultar, gana la tecnología en muchos aspectos y las prostitutas de la zona de tolerancia son contactadas por medio de estas aplicaciones y la verdad es que difícilmente es controlable, la movilidad es muy grande”.
El funcionario resaltó los “beneficios” de que quienes busquen los servicios de una mujer que cobra por sexo, también deben hacer conciencia de la seguridad al tener certeza de que hay regulación sanitaria y pueden tener tranquilidad de que las posibilidades de que se contraiga una enfermedad de transmisión sexual son mínimas.
“Las mujeres que trabajan en la zona de tolerancia cumplen con todos los controles sanitarios para poder ofrecer sus servicios sexuales, pero quienes las contratan por medios alternos no tienen esa certeza”.
Reconoció también que hay mujeres que trabajan en los establecimientos de ese lugar, pero también tienen sus aplicaciones digitales e incluso buscan clientes de forma particular y recurren al WhatsApp u otras redes sociales para tener su cartera de clientes.
“Lo que podemos recomendar a quienes buscan el servicio sexual de esta manera es que tengan mucho cuidado, porque la verdad no hay seguridad de que las mujeres tengan algún tipo de control sanitario y el riesgo es muy grande y en estos casos cada quien tiene la responsabilidad de asumirlo”.