Para Favorecer Operación del Banco de Alimentos

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Jaime González de León (Foto: Ernesto Martínez Reyes)

El diputado Jaime González de León presentó una iniciativa para realizar una adición en la Ley de Desperdicio de Ali­mentos, en su artículo tercero, para que se utilicen al máximo todos los productos que para algunos ya son desechables, pero que para otros son la diferencia entre tener algo en su mesa o no.

“El proyecto es que la autoridad competen­te expida las certificaciones de la norma ISO 22000 y en Desperdicio 0 a las empresas que formen parte de este rubro y estimular y re­gular de la mejor manera esta práctica con el propósito de transmitir confianza a clientes y consumidores sobre su compromiso y gestión de los desperdicios de alimentos”.

La norma ISO 22000 puede realizarse en cualquier tipo de empresa de la cadena ali­mentaria, independientemente de su tamaño, producto o tipo de operación.

Aplica para todas aquellas compañías que se dediquen a la siembra, cultivo, cosecha, cría de animales de consumo humano, fa­bricantes de alimentos y bebidas e incluso en empresas de transporte de alimentos, bodegas, almacenes, entre otras.

Con esta iniciativa, se pretende ayudar a que los alimentos no vayan a la basura, sino que se destinen a grupos vulnerables, porque son toneladas de comida las que no se aprovechan.

De esta manera se pueden optimizar los procesos operativos en todas las etapas de producción, identificar y controlar los ries­gos con el fin de prevenir cualquier tipo de contaminación, mejorar la calidad de los productos y reducir los costos asociados a los problemas de salud, minimizar proble­mas por retirada de productos, reclamos y mala reputación para las empresas que procesan los alimentos, entre otras.

“Con esta iniciativa se pretende favore­cer la operación del banco de alimentos en beneficios de personas en situación de vulnerabilidad”.

Así se podría aprovechar al máximo los productores alimenticios y también mitigar el hambre de aquellos que por las circuns­tancias que sean no pueden tener de manera segura y constante un plato de comida en su mesa.