“El Teatro Debería Formar Parte de la Canasta Básica”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Marcela Morán González (Foto: Ernesto Martínez Reyes)

“Administraciones públicas en material cultu­ral y artística forman artistas, pero no públicos desde más de 15 años, porque no hay consu­midores y hay que crear conciencia de que el arte existe y acercarlo a la gente, porque los artistas requieren trabajo y luego estás haciendo que egresen personas que no cuentan con un campo laboral y entonces caen en depresión y enfermedades emocionales”, declaró Marcela Morán González, dramaturga, actriz y directora del concepto Épica Comida Teatro Café.

Debido a esa falta de oportunidades, quienes han estudiado teatro y egresan se encuentran con una cruda realidad: no hay donde trabajar, insistió.

“Al darme cuenta surge este proyecto para que el público se entere y me doy cuenta de algo: haciendo teatro en una comunidad un niño me dice que si el teatro es más antiguo que la televisión, no estaba tan pequeño, tenía 15 años. Me dije ‘en qué atraso cultural estamos, no puede poner en tiempo el arte y piensa que es a partir de la televisión’. Me deprimí dos semanas e inicié este proyecto en respuesta”.

Para quienes se ven en la necesidad de ir por la vía independiente, porque en lo institucional a lo más que pueden aspirar es “a dar clases y amargarse”, es que buscan apoyos y en este momento lo encuentran gracias al concepto del Teatro Cultural Helénico, “que nos salva con apoyos que sirven para un mes de renta, tenemos que ir solos, porque esto de lo que es hablo es la respuesta del gobierno federal, porque de parte del estatal no veo claridad para poder generar una lista de necesidades, ni siquiera colaboraciones”.

Aunque en lo particular, dijo que se ha acer­cado varias veces, “no hay una administración cultural pública que tenga afán de generar pú­blicos, en los espacios independientes estamos desprotegidos”.

La necesidad teatral no está cubierta, aunque “el teatro debería formar parte de la canasta básica, pero están formando artistas pero no ven dónde van a trabajar y egresan y de pronto terminan en una escuela, de maestros y frustrados. Lo puedo ver desde fuera, no puedo concebir que quieras generar artistas y no tengas campo laboral”.

En las artes escénicas es peor que los que estudian cinematografía, porque “se hace cine con patrocinadores que se van a beneficiar, aunque también es una industria que está en depresión, pero también está en boga y es más fácil que el teatro. El rezago en la gente, en cuestión teatral, es mucha porque no se le ve la necesidad, al menos en Aguascalientes. No es una charla común preguntar ‘¿qué obra acabas de ver?’, los domingos en familia se habla de la última película que vieron o el último libro que leyeron y ahí es donde hay rezago social”.

Por eso Marcela estudió los modelos de nego­cio y abrió Épica, concepto de “Comida Teatro Café”, en donde las personas pueden acudir a beber o degustar un platillo, pero también a ver una obra teatral.

“Lo que se intenta demostrar es que sí se puede consumir teatro y no estamos hablando del que el PIB sea del arte, aunque estaría bien, como en su momento lo hizo Rusia y le fue bien, sino que existan espacios para que la gente vea, conozca y no es que esté conspirando, pero es que entre menos nos enteremos que el arte existe, más tranquilos y manipulables estamos”.

El proyecto del Centro Cultural Helénico funciona porque lo dirige Antonio Zúñiga, quien ahora está en la Secretaría de Cultura del gobierno federal y es un actor, director y productor que “ha girado por las comunidades y desde ahí ha partido, y este programa ha funcio­nado bastante bien y es un reto para las políticas públicas, porque es el único que ha funcionado, cuando debería de haber muchísimos más”.

Entre los apoyos que brinda Antonio Zúñiga a teatreros independientes, hay un fondo para que presenten obras en varios escenarios. De acuerdo a las distancias les otorgan el presupuesto y para la obra La Escalera Mágica que se presentará durante dos fines de semana en Épica, el 21 y de 28 enero, recibieron 273 mil pesos, que es un fondo “digno” pero “no son para el coche de quienes realizan la obra. Son para pagar el foro, viáticos, el automóvil que los traslada, nómina, taquilla, boletos, premios, cortesías, derechos de autor… todo lo que corresponde”.

Marcela Morán también indicó que desde el ámbito institucional acostumbran a la gente a que las expresiones teatrales son gratuitas, lo cual no debe ser porque “el problema es la no generación de públicos y a veces parece que estamos contracorriente y no están enseñando a la gente a pagar por un producto que tiene un valor, mínimo con cooperación voluntaria se puede cambiar un poquito la mirada y el pueblo tiene derecho a recibir arte, pero también que distinga que proporcionar entretenimiento y cultura tiene un precio”.

Y es que desde lo institucional, “para nosotros (los artistas) sólo hay trabajo en Navidad, tem­porada de feria y Día de Muertos que es cuando ‘compran’ talento local, ¿pero qué vas a hacer con 30 mil pesos todo el año? No hay estrategia, falta sinergia y colaboraciones, pero no han realizado mínimo una mesa para saber las necesidades, creo que están sus espectáculos y los nuestros”.