“Por los Bellos Amaneceres, sol, Luna, Nubes, Lluvia, Viento….”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Juan Espinoza Jiménez, obispo de la Diócesis de Aguascalientes (Foto: Archivo Página 24)

“El tiempo es el mejor amigo cuando lo usamos bien, pero también un enemigo pun­zante de conciencia cuando lo dilapidamos o malgastamos. Termina un año y hay que agradecer todo lo bueno y acontecido: fa­milia salud, empleo, amistades, crecimiento humano y espiritual, ojalá nos podamos en­orgullecer de recibir a Dios y agradecer con humildad toda esa bondad que nos mostró en las situaciones difíciles que también pasamos en el 2023”, fueron las palabras con las que comenzó la homilía el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez, en la misa celebrada en Catedral para iniciar el año nuevo.

Invitó a todos fieles a reflexionar sobre las situaciones adversos que atravesaron sobre los pasados 12 meses o si siguen en esos mo­mentos: “Si hay enfermedad hay que hacernos más fuertes, si no tuvimos el mejor empleo o estamos desempleados que hay tener más paciencia; si hubo una separación conyugal dolorosa y difícil hay que reflexionar sobre nuestra propia vida y la madurez afectiva y espiritual, lo mismo si tuvimos la pérdida de un familiar que falleció, el consuelo y la espe­ranza está solamente en Dios a quien también hay que agradecerle todo lo doloroso por lo que pasamos”.

Aprender a agradecer incluso “hasta por lo simple y cotidiano, el día a día por lo que podemos ver, escuchar, comer, respirar, caminar… tantas funciones biológicas que realizamos cotidianamente y a veces no somos conscientes de eso. Hay bellos amaneceres, el sol, la luna, las nubes, el viento, la lluvia, realidades simples que las personas no apreciamos y que desde que amanecemos tenemos porque hay flores, follaje porque Dios nos ha dado un mundo hermoso. Donde hay guerra y destrucción no disfrutan de todo eso simple que hoy tenemos”.

El purpurado invitó a los católicos y a todos aquellos que creen “a aprender a vivir con intensidad y compromiso el presente. “A veces pensamos que tenemos familia para toda la vida y nos olvidamos que en cualquier momento se puede ausentar o desintegrar, por eso díganle a los suyos que los aman sin esperar un día o situación especial como un cumpleaños, día de las madres, día del padre, hay que decirles a los tuyos que los quieres”.

Puso ejemplo de algo muy común que se ve: “En el velorio llega el hijo ante su madre y le dice que la quiere frente al ataúd, eso debe hacerse en vida porque es entonces cuando hay que hacer sentir al otro amado. Cuando se les dice eso, generalmente responden que ‘no se lo dije, pero ella lo sabía’”.

No es así, porque “no solamente supongan, hay que decirles a los padres, hermanos, es­posa, esposo, hijos cuánto los aman y que son importantes, pero también no sólo lo digan con palabras, con hechos concretos y cada día con intensidad y compromiso”.

El obispo también exhortó a pedir perdón a aquel familiar o ser querido al que se haya lastimado: “no esperen a que se vayan a otro país a estudiar o trabajar para decírselos y menos por orgullo, porque el amor propio herido nos hace incapaces de pedir perdón y aunque sea por mensaje de texto, carta o de forma personal hay que pedir ese perdón porque no vale la pena estar disgustados. Cuando aprendes a orar Dios por todas las situaciones difíciles que no se han podido remediar con el tiempo hay que seguir haciéndolo para que cambie esa situación con quien queremos y tiene un temperamento difícil, conflictivo, porque la oración es eficaz, fecun­da y no hay que dejarla de hacer por quienes amamos, el mundo entero, por quienes sufren”.

El compromiso con la familia debe ser real: “no simplemente trabajen con amistades o relaciones políticas y sociales, hay que valorar a las personas que están a nuestro lado y es la familia y que han permitido que lleguemos a este momento de nuestra vida y hay que vivirlo con intensidad con ellos. Apaga el teléfono móvil por un momento, deja de mirar mensajes y mira a los ojos a las personas que están cerca de ti porque quizá para el próximo 31 de diciembre ya no estarán contigo y desperdiciamos mucho tiempo en no haber sido cariñosos y atentos con las personas que supuestamente amamos y que no valoramos hasta que ya no las tenemos”.

Espinoza Jiménez también anunció que se sigue trabajando en la Plan Diocesano de Pastoral y en agosto se celebran 125 años de la creación de la Diócesis “y estamos haciendo ese plan para responder a las ne­cesidades de los fieles, de nuestra gente para poder hacer realidad el renovar la iglesia diocesana”.