Jugaba “a Celebrar Misa”
Por Benny Díaz
El obispo de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez, por medio de una circular, informó en coordinación con la familia del sacerdote Jaime Saucedo Dávila, que la misa exequial del presbítero se realizaría en el templo donde desempeñaba su ministerio, la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en San Francisco de los Romo, a donde fue trasladado la tarde de ayer tras ser velado en la capilla de la Inmaculada Concepción.
Jaime Saucedo Dávila perdió la vida al protagonizar un accidente a las 3:30 de la mañana del sábado en el kilómetro 16+300 de la carretera federal 45 norte, cuando se trasladaba hacia Pabellón de Arteaga en una motocicleta.
Su Vida
El sacerdote contaba con 34 años de edad, fue hijo de Jaime Saucedo Cervantes y Gloria Estela Dávila Olivares. Nació el 6 de abril de 1989 en Aguascalientes y desde los siete años de edad se desempeñó como monaguillo en el templo y a los nueve, cuando cursaba el tercer año de primaria, dio las primeras muestras de su vocación cuando jugaba a “celebrar la misa”.
Al concluir la primaria, entró a una secundaria técnica pero su vocación continuó y hubo un acontecimiento que marcó el rumbo de su vida cuando fue invitado por promotores de vocaciones sacerdotales a entrar al Seminario; entonces habló con su madre de su deseo de ser sacerdote.
Se integró al Seminario Menor y se determinó que estudiara la preparatoria en el CBTA 30 (Centro de Bachillerato Tecnológico de Aguascalientes) que se ubica en Pabellón de Arteaga, pero su meta fija era incorporarse al Seminario diocesano.
Al concluir su preparación media entró al preseminario, que es el filtro para saber si hay una vocación auténtica o no.
En esa ocasión se llevó a cabo en la Hacienda de Pabellón de Hidalgo, y luego del curso introductorio fue aceptado formalmente para la preparación hacia su vida sacerdotal.
El 7 de junio de 2014 fue nombrado Diácono y el 13 de agosto de ese mismo año fue enviado a la parroquia de la Santísima Trinidad para que llevara a cabo su diaconado.
Fue el 7 de junio de 2015 cuando fue ordenado sacerdote y un mes más tarde incorporado a la parroquia de la Santísima Trinidad como vicario en donde estuvo hasta el 2020.
Luego fue enviado a la parroquia de Pabellón de Guadalupe donde se desempeñaba actualmente. Su familia vive en San Francisco de los Romo, en donde ayer se celebró una misa de sufragio en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, para luego ser trasladado a Pabellón de Arteaga, en donde fue velado y, luego de la misa exequial, sepultado en el mismo lugar.
El obispo Juan Espinoza Jiménez envió las condolencias a la familia y también invitó a toda la feligresía a unirse en oración por el sacerdote que “fue llamado a la casa del Padre”.