En Cosío

El dueño de una tortillería del municipio de Cosío fue secuestrado por un mini co­mando, pero horas más tarde logró escapar de la casa de seguridad donde lo tenían cau­tivo, en una zona limítrofe con Zacatecas.

De acuerdo con información extraoficial, entre las cuatro y las cinco de la madrugada de ayer, varios plagiarios llegaron hasta el negocio situado en la calle Castorena, a unas cuantas casas del domicilio del alcalde de Cosío y a una cuadra de la Comandancia de Policía Municipal.

Se encontraban algunos trabajadores, a los que les exigieron revelar dónde estaba su patrón Ángel Hernández, y los amarraron de pies y manos.

En determinado momento llegó el propietario de la tortillería, junto con su esposa, a bordo de una camioneta Nissan Frontier azul, pero apenas descendieron, los sicarios privaron de la libertad al co­merciante de 47 años, subiéndolo a ese mismo vehículo.

Uno de los delincuentes, al parecer el cabe­cilla, le dio un celular a la mujer y le dijo que esperara indicaciones para el pago del rescate de su marido, huyendo con rumbo desconocido.

La fémina ingresó a la tortillería y liberó a sus empleados, dando aviso al servicio de emergencia 911.

Policías estatales y municipales de Cosío, implementaron un operativo y localizaron la Nissan Frontier, abandonada en la comu­nidad El Salero, Cosío.

Escapó de la Casa de Seguridad

Elementos del Grupo Antisecuestros de la Comisaría General de la Policía de Investi­gación también se activaron e iniciaron con las indagatorias.

Minutos antes de las 10:00 horas de ese sábado, policías municipales arribaron a la tortillería junto a Ángel Hernández.

Trascendió que el tortillero dijo que había sido llevado por los secuestradores a una casa de seguridad en la comunidad Santa María de la Paz, Cosío, localizada en los límites con Zacatecas.

En el sitio fue golpeado por sus capto­res, los cuales en determinado momento lo dejaron solo, lo que aprovechó para escapar.

La víctima, al treparse a una barda, cayó sobre unas tablas y qeudó al descubierto un boquete, por el cual salió y corrió hasta que unas personas lo auxiliaron y a los pocos minutos acudieron policías preventivos de Cosío.

Los investigadores implementaron un operativo y “reventaron” la casa de seguri­dad, en la que encontraron muchos indicios que fueron recopilados más tarde por la Dirección General de Investigación Pericial.