Cada uno con Capacidad de 100 Litros: Altamira Acosta

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Jesús Altamira Acosta (Foto: Archivo Página 24)

Uno de los grandes problemas de Aguascalientes es el agua y por no tener las reglas claras en el código urbano, los constructores de fraccionamientos de interés social no incluían ni tinaco, menos cisterna, por lo que ahora quienes adquirieron su casa ahí pasan por serios problemas para poder tener el vital líquido para sus necesidades más básicas, una prueba de eso es Villa Montaña, por eso es que ahora “obligatoriamente deben tener almacenaje con capacidad mínima de 200 litros”, declaró el diputado panista José de Jesús Altamira Acosta.

Por eso ya presentó la iniciativa para reformar el código urbano “con el propósito de que en los nuevos desarrollos de fraccionamientos habitacionales se asegure la dotación del servicio de agua potable en cada casa y la empresa constructora instale una cisterna para el almacenaje y un tinaco, ambos con capacidad de 100 litros”.

Así se garantiza que las personas que adquieran su vivienda tengan asegurado mínimo esa cantidad de agua y si hay escasez por cualquier motivo o tandeos no se queden sin ese recurso que es necesario para todo y se debe garantizar que tengan acceso a ella.

De esta manera quienes son los encargados de expedir los permisos a los fraccionadores “no se les entreguen las licencias para estos desarrollos si no estipulan estas mejoras como parte del equipamiento de las nuevas viviendas”.

Aunque también hay aquellos que buscan ser “amigables” con el medio ambiente y les incluyen hasta calentador solar, hay otros que dejan sólo la toma de agua hacia la red, tal como ocurría hace décadas, cuando no se atravesaba por la escasez de estos tiempos, que hay estrés hídrico y los pozos se perforan cada vez a mayor profundidad para extraer el vital líquido.

Esto es para los empresarios que tienen desarrolladoras, mientras que para la ciudadanía también debe incrementarse la cultura del cuidado porque hay colonias en donde no falla el servicio, mientras que hay otras que sí y eso genera una desigualdad y descontento de aquellos que no la reciben.

Ya se presentan manifestaciones de ciudadanos inconformes que por días o semanas se quedan sin agua y para lo más básico se ven en la necesidad de comprar garrafones de 20 litros de la llamada purificada que tienen un valor de 40 pesos, algo que impacta en la economía de las familias.

El reutilizar lo más posible el vital líquido debe ser algo cotidiano, que las duchas sean lo más breves posible y el agua de la lavadora que sea utilizada para lavar patios y para los sanitarios.

Si todo esto se adquiere como hábito diario habrá más oportunidad de que el agua llegue a más personas, eso aunado a la reparación de las fugas y de la red para evitar el desperdicio del recurso.